venerdì 31 agosto 2012

EL TESORO DEL SILENCIO



Decía  Padre M. Nadal, padre muy espiritual y  muy docto, que “para reformar una casa y toda una Religiòn [Congragaciòn] no es menester màs  de reformarla en el silencio. Haya silencio en casa, y yo os la doy por reformada”.

La razón de esto es porque cuando hay silencio en casa, cada uno atiende a su negocio a que vino a la Religiòn, que es a tratar de su aprovechamiento espiritual.

Pero cuando no hay silencio, entonces son las quejas, los corrillos, las murmuraciones, las amistades particulares que se fomentan con esas conversaciones y familiaridades; entonces es el perder tiempo y hacerlo perder a los otros; y otros muchos inconvenientes que de esto se siguen.

Y asì vemos,  que cuando no hay  silencio en casa, no parece casa de Religiòn, si no de seglares.
Y al contrario, cuando hay silencio, luego parece casa de Religiòn y un paraiso, luego en entrando por la puerta, huele todo a santidad; aquella soledad y silencio levanta el espiritu y mueve a devociòn a los que entran: (Gen. 28, 16-17): Verdaderamente el Señor mora aquì: esta es casa de Dios.
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De la misma manera digo de cualquier particular; refòrmese uno en el silencio, y yo le doy por reformado. Por experiencia vemos que cuando hablamos mucho, entonces hallamos en el examen haber caìdo en muchas culpas (Prov. 14, 23) [Donde hay mucho hablar, entonces hay pobreza y miseria y qué llorar]. Y cuando habemos guardado bien el silencio, apenas hallamos de que hacer examen. Dice el Sabio (Prov. 13, 3): El que guarda su boca, guarda su ànima.

Este es la causa porqué todas las Religiones  pusieron entre sus observancias, por una de las principales, esta del silencio. Y por eso dice Dionisio Cartusiano que dijo el Apostol Santiago (Jac. 3, 2): El que no peca con la lengua, ése es varòn perfecto. Si alguno piensa que es religioso y no refrena su lengua, engase, que es vana su religiòn.

Pues considere aquì cada uno atentamente cuàn poco le pedimos para ser perfecto, y cuan facil medio le damos papa ello. Si quereis aprovechar mucho en virtud y alcanzar la perfecciòn, guardad silencio, que con eso dice el Apostol Santiago que la alcanzareis.
Si quereis ser espiritual y hombre de oraciòn, guardad silencio, que de esa manera dicen los Santos que la alcanzareis.

Pero, tengan cuidado: la virtud del silencio no està en no hablar. Asì como la virtud de la templanza no està en no comer, sino en comer cuando es menester y lo que es menester, y en lo demàs abstenerse; asì la virtud del silencio no està en no hablar, sino en saber callar a su tiempo y en saber hablar a su tiempo. Y traen para esto aquello del Eclesiastés (3, 7): Hay tiempo de callar y tiempo de hablar. Y asì es menester mucha discreciòn para acertar a hacer cada cosa de éstas a su tiempo. Poned, Senor, guarda en mi boca. Una puerta con que se cierren mis labios  (cfr. Sir. 22, 23)

AVE AVE AVE MARIA PURISIMA!

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