A ti, Padre Todopoderos, rindo mi alma mi existencia y todo mi ser para solamente servirte a Ti en el Fiel cumplimiento de Tu Santa Voluntad y la misión que me confías.
Por la intercesión de Mis Santos patronos, San Francisco de Asís, Santa María Magdalena y Santa Margarita M. Alacoque, siguiendo sus ejemplos de vida, llegar algún día a la Santidad y a la Gloria Eterna. Amén, Amén, Amén.
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Alma enviada del cielo a esta tierra, para cumplir con una gran misión, en este final de los tiempos, para Gloria Mía, vuestros Santos patronos, ejemplo de Santidad, os asistan y os acompañen en vuestro caminar, para que siguiendo el ejemplo de sus vidas terrenas lleguéis a la Santidad.
Grande es la misión que os confió y grande será la recompensa que recibiréis en los Cielos, si llegáis al fiel cumplimiento de la Obra Divina que Yo, Dios Todopoderoso, he puesto en vuestra alma.
Anunciad y denunciad como lo hace todo Fiel y Verdadero Apóstol Mio, apóstol de la verdad.
Sed Mi profeta que anuncie y advierta a los hombres de esta generación a caminar por el camino estrecho, el camino de la Salvación.
Jesucristo, Rey de Reyes y Señor de Señores, hará saber a todo hombre que Él es Mi enviado, el mismo Dios hecho hombre encarnado por obra del Espíritu Santo en la Virgen María.
Juro por Mi Nombre que ese día en que Yo, Dios Todopoderoso e Omnipotente, he de mostrar Mi Divinidad a todo hombre, que todo aquel de buena voluntad doblará su rodilla ante Mí, y se lamentarán de todos sus pecados.
Ese día será el día de Mi Aviso, que llama a todo hombre a un verdadero arrepentimiento, porque Mi Juicio viene para purificarlo todo. Cristo Rey del universo, Cristo el Salvador del mundo, Camino, Verdad y Vida.
Con gran valentía habéis denunciado siempre a todo aquel que se opone a la Verdad y cae en el error; ahora, os digo que es tiempo de anunciar que llego ya como Rey de Reyes y Señor de Señores, como Cristo Rey del universo, a disipar toda tiniebla y obscuridad en el hombre, a fin de que vea la Luz, y conozcan la Verdad, y Me siga.
El día y la hora está ya en vuestro corazón y sabéis, ahora, que ya está en un abrir y cerrar de ojos. Anunciad a los hombres de esta generación que el día terrible para los hombres está ya sobre vosotros. Día terrible y Glorioso, terrible y temible para el alma que se llenará de dolor y espanto al verse en Mi Santa Presencia. Día de Gloria para el Hijo de Dios, que hará saber a toda la creación y a todo hombre que Él es Dios de todo cuanto existe.
La tierra entera se conmoverá ese día y esa hora. Ay de aquellos que, como en los días de Noé, endurecieron más el corazón y os cerrasteis más a la gracia Divina; ay de esas almas, pues en su pecado y en su maldad clamarán por Misericordia Divina, mas muchos perecerán ese día en su pecado.
Hombres necios y duros de corazón, en deuda Conmigo estaréis muchos de vosotros, por no haber creído a Mis profetas y enviados, y os quedasteis sin preparar el alma.
Dócil alma Mia, enviad a los hombres Mis anuncios y advertencias para que se prepare el hombre a este encuentro con su Dios y Señor, el justo Juez.
Corred, oh humanidad, a limpiar el alma de toda mala obra, haced la paz consigo mismos, con el hermano; no estéis en deuda Conmigo; preparaos con un corazón limpio y puro, porque entraréis ya al pequeño juicio particular, y para muchos en ese instante se decidirá su Eternidad, para unos será llanto y dolor, rechinar de dientes eternamente, otros para gozo y paz del alma, y otros para larga purificación. Cuánto Me duele la dureza de vuestros corazones y vuestra ceguera espiritual.
Preparad, también, vuestros hogares para poder sustentaros en esos días posteriores al Aviso, porque serán días de duelo, de penuria y ruina.
El insensato corre de aquí para allá por las cosas de este mundo, descuidando las cosas del alma y la vida del espíritu; ay de esos hombres, su soberbia y orgullo se derrumbará en un instante, cuando queden al descubierto el estado de sus almas, y cuál será su destino final para la eternidad.
En Mi Amor y Bondad siempre anuncio y llamo al arrepentimiento antes de obrar con Justicia Divina.
Son ya tiempos peligrosos para el alma, y pocos son los hombres que viven en esta conciencia y temor Santo.
Este amanecer del alma se dará en breve, y Juro por MI NOMBRE que todo hombre sabrá que YO SOY CRISTO, REY DEL UNIVERSO, SOY REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
Amén, Amén, Amén.
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La Tercera Persona de la Trinidad Santa:
«Regocijo hay en los Cielos por ver en comunión espiritual vuestras almas, en una misma Voluntad, la de Dios Altísimo, que os hace pilares de este Resto Fiel.
Esclavos os quiere el enemigo de Dios, pero Yo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, os hago libres cuando el alma postra su espíritu a los pies del Salvador, el Hijo del Hombre.
Muy cierto es que el Santo Sacrificio del Calvario purifica, renueva, restaura, redime -para la santificación- a toda alma que, humildemente y sencillamente, se postra en su nada, a los pies de la Cruz del Salvador, en el Calvario. Este mismo monte Calvario, que se vive en cada Santa Misa, que es la Verdadera Misa, el Verdadero Sacrificio del Altar que permanece fielmente, como en aquel Viernes Santo.
Así, pues, este Verdadero culto del agrado de Dios Altísimo purifica el alma, rompiendo las ataduras y las cadenas que el enemigo del alma busca imponer, día a día, sobre los hombres. Un verdadero exorcismo es para el alma que vive esta Santa Misa de Mi agrado, por la pureza e integridad en toda su liturgia, ya que Sagrada y Santa es como Sagrado y Santo es el Sacrificio del Calvario, que se perpetúa en el Altar que no es profanado.
La derrota de Satanás en la Cruz de Redención; así, pues, la derrota y expulsión de todos los enemigos del alma que viven esta Santa Misa. La exaltación de la Cruz que da la victoria a toda alma que se postra y se humilla, y reconoce que Jesucristo es el Hijo de Dios vivo, que murió y resucitó para la Redención del alma, y en Él se obtiene la victoria, y se va purificando el alma para que, siendo purificada, se santifique y gane -por medio de Cristo Salvador- la vida eterna.
Exorcismo para el alma, en donde el alma se limpia de todos los pecados veniales para estar en unión y en comunión con Dios, Dios Trino y Uno.
Gran misión es la que os confía Dios Altísimo, defensora de la Sana y Santa doctrina, compañera de la Cruz del Calvario del Hijo de Dios, Madre espiritual de las almas de este Resto Fiel; cuán grande también debe ser vuestra entrega, donación y sacrificio; cuán grande debe ser vuestro amor por las almas, y cuán grane es también la recompensa de aquel que hace la Voluntad de Dios y cumple fielmente con la misión que le es encomendada por el Eterno.
El Espíritu dela Verdad está en aquellos que guardan la Fidelidad a Dios. Ésta es modelo de la Santa Misa que da consuelo y alivio al Hijo del Hombre, que sigue perpetuando aquel Santo Sacrificio de la Cruz, que es también la conmemoración de la ultima Cena, los Santos Misterios de aquel Jueves y Viernes Santo, el Único y Verdadero Sacrificio Redentor, que SALVA EL ALMA PARA LA VIDA ETERNA.
Este es EL RESTO FIEL QUE PERMANECE EN LA VERDAD, CON EL VERDADERO PASTOR.
Oh derrumbe espiritual, podredumbre ruina y perdición para aquellos necios que no salen de la falsa iglesia, que es apostata y adúltera, porque no ha guardado su fidelidad con su primer amor, porque adultera y ha vuelto abominable el sacrificio que ofrece, y no es para salvar el alma, sino para llevarla a condenación.
Esperanza para muchas almas sois vosotros los que permanecen al pie de la Cruz, en el verdadero Calvario, pues vuestras penas, oraciones, entrega y suplicas suben hasta el Trono Divino de Dios Altísimo por mediación de los corazones traspasados de Jesús y de María, Mi Fiel esposa.
Yo Soy Soplo Divino, La Luz de la Verdad, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, y os guío y os instruyo en medio de esta densa oscuridad que está sobre esta tierra y sus moradores.
Vosotros sois esos candeleros que no se apagan; sois la esperanza para la salvación de muchas almas.
YO SOY EL DULCE HUESPED DEL ALMA»