EL PAPA DE MI CORAZÓN
11-2-2016
Madre mía, habiendo ofrecido a mi Dios esta primer reparación sacerdotal como
nos lo ha solicitado Mi amado Salvador en días pasados, viendo tú la confusión y las dudas
en tantos corazones, recibiendo a Jesús Eucaristía, el cuerpo y la sangre del Salvador, me
diriges unas palabras para aclarar las dudas de Tus consagrados. Amen.
El Papa de Mi Corazón Inmaculado es Benedicto XVI, porque a su
llegada a México, poco antes de su renuncia, el Vicario de Cristo fue inundado
por Mi gracia, por Mi Intercesión de Madre, que viendo su corazón, sincero y
turbado por el estado de Mi Iglesia, que él bien conocía, se humilló a si mismo
reconociendo su pecado de debilidad ante ciertos acontecimientos que estaban
sucediendo dentro de la Jerarquía de la Iglesia, y él guardó silencio por
temor y cobardía, pero su corazón estaba limpio en su verdadera esencia.
Lo mismo que a Pedro frente a Jesús, se sintió acobardado frente a sus
enemigos, los traidores de Mi Hijo, y guardó silencio por temor a la muerte,
negando a Su Divino Maestro por tres veces, pero Mi HIJO Jesús SABÍA QUE
SU CORAZÓN ESTABA PURO Y QUE SIMÓN PEDRO AMABA LA VERDAD.
Esto mismo ha sido para Mi Benedicto, pero al estar en Mi Tierra fue
inundado e iluminado de Mi Luz, EL SOL QUE ME RODEA, LA LUZ DE CRISTO,
LA LUZ QUE DISIPA TODA TINIEBLA Y OBSCURIDAD, y supo, Benedicto, que
ésta es la Tierra de María, Tierra de Santos Mártires, y aquí aceptó su martirio,
aquí lo calcé Yo, Su Madre, como a un niño, sus pies con LA VERDAD DEL
EVANGELIO DE CRISTO.
Saliendo de México tras las huellas del Crucificado, sabiendo ya lo que
le aguardaba de los mismos suyos, así este Siervo de Dios, regresa al Vaticano
arrepentido de su pecado de omisión, como el de Simón Pedro, al haber
negado a Su Maestro, porque todo el que oculta la verdad y no denuncia la
mentira abandona la Verdad, que ES JESUCRISTO.
En sus lágrimas y amargura he sido Yo, Su Santísima Madre, quien lo
ha consolado, intercediendo Yo por él ante Mi Hijo; y desde ese momento
quedó resguardado en Mi Corazón de Madre, habiendo Yo Misma herido su
corazón en la Fe, la Verdad, y su corazón arrepentido quedó traspasado con
la misma Espada de Dolor que atraviesa Mi Corazón de Madre de la Iglesia y
de Corredentora.
Desde ahí Benedicto quedó en el corazón de los Mexicanos y de esta
Morenita del Tepeyac.
En México comprendió Benedicto el culmen de su misión con la MUJER
VESTIDA DE SOL. Los tiempos ya estaban maduros, los tiempos del
Apocalipsis.
Por eso, Mi HIJO LE HA DICHO A Benedicto Su Vicario, SELLANDO CON
SUS PALABRAS EL DESTINO DE LA Iglesia, que con el mismo Pedro se
instituía la verdadera Iglesia, la Iglesia de siempre, la que fundó Mi Hijo
sobre la Roca firme; así este Pedro cerrará temporalmente y simbólicamente
la historia de la Iglesia, la Verdadera Iglesia.
Por eso, se le ha dicho a este Siervo de Dios, Mi Benedicto, palabras del
mismo Hijo:
YO TE DIGO QUE TÚ ERES PEDRO Y SOBRE TÍ EDIFICO MI IGLESIA, Y
LAS PUERTAS DEL MAL NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA. YO TE DIGO A TÍ,
BENEDICTO XVI, QUE TÚ ERES PEDRO, SOBRE TÍ EDIFICO MI IGLESIA.
Él tiene aún las Llaves de la Iglesia, es el Papa de Mi Corazón
Inmaculado, en quien culminará este Final de los Tiempos en la Iglesia de Mi
HIJO, HASTA SU SEGUNDA VENIDA EN GLORIA PARA ESTABLECER DE NUEVO
SU REINADO AQUÍ EN LA TIERRA, ESOS CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA.
Sostened a Benedicto con vuestra oración, pedidme a Mí de fortaleced
su espíritu y conducirle al cumplimiento fiel de su Pontificado en la Voluntad
del Padre y de Mi HIJO, QUE LE ENTREGÓ LAS LLAVES DE SU Iglesia.
Nada temáis vosotros, Mis hijitos, los que estáis con la Verdad,
Apóstoles y discípulos de estos tiempos.
¿Acaso no estoy Yo aquí que SOY SU MADRE?
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gracias Madre mía, gracias por velar con nosotros e instruirnos para no quedar confundidos y extraviarnos del camino y la Verdad.
Cubre con Tu manto a nuestro Benedicto XVI y a toda su Iglesia Fiel, el rebaño que el guía en medio de esta tribulación. Amen.