10/4/2016
Bendigo vuestra labor y valentía para llevar a vuestros hermanos al
conocimiento de Mi Santa Voluntad, que sólo aceptan y reciben las almas que se
han dejado seducir por el Espíritu Santo, Fuente de Vida y Santidad, porque muchos
son los que dicen conocerme, amarme y seguirme, pero llegada la hora de la prueba,
dudan de Mi Palabra, titubean y es porque, en verdad, aún no Me conocen, se
apegan aún a las cosas terrenales más que lo divino, pues su alma todavía se
encuentra llena de apegos terrenales.
Os envió al Padre Pío de Pietrelcina, Santo ya y lleno de gozo en la Patria
Celestial, quien es intercesor ante Mí, Su Dios y Señor, por vosotros, El RESTO FIEL,
que quedará en la tierra y se prepara ya enfrentando la batalla final.
Aprended, vosotros, del padre Pío si queréis ser parte de este Resto Fiel que
ya se está congregando y preparando para los acontecimientos actuales de estos
últimos tiempos.
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Padre Pío:
Mis Hermanos en la Fe, Yo, el pequeño Franchesco, a quien todos ustedes
conocen como el Padre Pío de Pietrelcina, he solicitado al Altísimo el estar en Espíritu
con todos ustedes, mis hermanos en la Fe, ayudándolos desde el Cielo, ya que Yo,
su hermano en Cristo Jesús, conozco y sé lo que viven ahora, ustedes, los que siguen
a Jesús, el Señor, y buscan con prontitud ser humildes y dóciles a Su Voluntad.
Lo que ahora está viviendo la Iglesia Fiel de Jesucristo, el tormento y martirio
del alma, que es la agonía del huerto de los olivos, también la viví yo por dar
testimonio de la Verdad y por amar hasta el extremo a quien tanto me amó a mí,
Jesucristo, clavado en una Cruz por mí y por ustedes, mis hermanos en la Fe.
La santidad es darlo todo por quien todo lo dio por todos ustedes y por mí,
Franchesco; la santidad implica una Fe ciega en Cristo, nuestro Salvador, firmeza
del alma, docilidad, humildad y obediencia, servicio, esto es imitando en todo a
Jesucristo; y así fue mi vida, buscando siempre ser como fue mi Maestro y Señor,
imitando a diario la vida del que murió por mí y quiso hacer Sus Santísimas Llagas
mías, para sentir, en mi cuerpo y alma, el dolor que le causaron mis propios pecados
y los de todos los hombres. Tanto amé a mi Jesús que me hizo padecer dulcemente
con Él, para que Él pudiera descansar un poco en Mí, y encontrara un poco de alivio
a su dolor y penas, compitiéndome Sus Santas y Benditas Llagas.
Cuántos años viví en un verdadero martirio mi pobre alma, tan atormentada
y dolida al verme perseguido y calumniado, PRIVADO DE OFICIAR Y CELEBRAR EL
GRAN MSTERIO EUCARISTICO, pero, mi Dios, me llevaba a celebrarlo, desde mi
encierro, en el espíritu; y esto aumentó y sostuvo mi Fe. Cristo no me abandonó;
por el contrario, cuando el mundo te abandona es cuando el Señor está más cerca
de tu alma perseguida y abandonada por dar testimonio de la Verdad, por seguirlo
a Él, EL ÚNICO SEÑOR Y SALVADOR.
Por eso, mis hermanos en la Fe, ármense de valor en cuanto a vuestra
fidelidad, amor y obediencia a Dios.
La Santidad se alcanza en LA PERFECTA OBEDIENCIA A DIOS antes que a los
hombres. Mucho sufrí por los diversos ataques del demonio, pero el Señor, que
estaba conmigo, siempre me libró de todos esos males que me causaban mis
enemigos del alma; no permitió para mi nada mas allá fuera de su Voluntad Santa
y Divina.
El Señor me hizo conocer lo sobrenatural y divino guardándome en el fiel
cumplimiento de Su Voluntad en mí, su pobre Franchesco, que con su Gracia llegaría
a ser el santo Padre Pio, estigmatizado para Gloría Suya, porque todo era su Gracia
en mí, su pobre creatura.
El Señor, que es dueño de todo cuanto existe y ha creado lo visible y lo
invisible, es quien hace todo cuando ustedes le dan un Sí sincero y generoso a sus
deseos, que siempre son buenos y para gozo y felicidad de los que lo aman.
Nosotros, los santos en el Cielo, la Iglesia Triunfante, seguimos desde aquí
trabajando para la Gloria del Señor, y hoy, en la Santa celebración de la Misa, según
los deseos del Señor, que en un acto de FE, AMOR Y ESPERANZA de ustedes, yo,
el padre Pío, he rogado por ustedes, mis hermanos, para que obedeciendo al Señor
alcancen también, ustedes, la Santidad, habiendo sido llamados y elegidos del
Señor para ser este RESTO FIEL, LA IGLESIA PEREGRINA de estos tiempos, que
llegará a reunirse algún día, según con nosotros los Santos de la Iglesia triunfante,
según los designios del Altísimo para cada alma; y aquí nos encontraremos, mis
hermanos en la Fe, para seguir alabando y bendicionde al que vive y reina por los
Siglos de los Siglos. Amen.
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DIOS PADRE:
Este gozo, que ya tienen Mis Santos en el Cielo por toda la eternidad, es el
gozo que YO, DIOS ALTISIMO, deseo para todos vosotros, Mi Iglesia purgante y
para la Iglesia peregrina.
JosephMariam, como os dice el mundo, Yo, Dios Altísimo, desde el lugar de
Mi Morada Santa, el lugar de Mi Trono Divino, bendigo la obra que Yo mismo he
puesto en vuestras manos, porque guardáis en vuestro corazón un santo temor de
Dios, y sois celoso y obediente a Mi Voluntad; os confió gran parte de Mis Ovejas
que serán ese RESTO FIEL, dóciles a Mi Voluntad y prontos a cumplir con Mis deseos
para santificar Mi Iglesia.
Habláis con autoridad y firmeza, lo que les falta a muchos de mis Pastores
de almas, que con su tibieza han vuelto tibias a las almas, y por causa de su mal
testimonio muchos son los que se han ido a otros rebaños, dejando de escuchar la
voz del Buen Pastor, del que da la vida por su ovejas. Bendigo vuestro sacerdocio
ministerial, y Padre Pío os acompaña, asistiéndoos con su intercesión. Buscad su
asistencia y ayuda del cielo cuando os vengan momentos de mayores pruebas, el
Padre Pío siempre os acompañará.
Vuestro gran apostolado de preparación para los apóstoles y discípulos de
estos últimos tiempos está bajo Mi PROTECCIÓN Y CUSTODIADO POR MIS SANTOS
Y ANGELES. RECORDAD, Mi Fiel amigo, Mi juan, APOSTOL Fiel y valiente en la Cruz,
que EL BUEN PASTOR ES AQUEL QUE DA LA VIDA POR SUS OVEJAS Y MUY GRANDE
SERA VUESTRA RECOMPENSA EL DIA DEL JUICIO.
LA SANTISIMA TRINIDAD DIOS TRINO Y UNO.
----Gracias, Dios Padre porque nos amas y no apartas Tu dulce mirada de nosotros. Tú que con
tanto amor nos ayudas y nos instruyes en nuestro caminar. Gracias por darnos como
compañero de camino al padre Pio, a nuestros hermanos los santos que interceden por
nosotros, todo está en Ti en una unidad perfecta y santa.
Gracias por amaros Padre Celestial.
Gracias padre Pio por interceder por nosotros y acompañar al padre Joseph .Deseamos
alcanzar algún día la santidad y poder ir y habitar una de las moradas celestiales para juntos
como hermanos e hijos de un mismo Padre alabar y Bendecir a Dios quien por ahora nos
permite esta comunión entre ustedes los santos de la Iglesia Triunfante y nosotros la iglesia
peregrina. Amen
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