EN MEDIO DE MI CONFUSIÓN A TI ACUDO, SEÑOR
28-1-2016
Mi Señor, si mi ser se confunde ante Tus designios y decretos Divinos, que en días pasados me
has revelado en cuanto a esta nación mexicana, la tierra de María, perdona mi confusión, y socórreme.
Que se cumpla Tu Santa Voluntad en Tu plan Divino.
No importa si hemos de ser burlados por nuestros enemigos al no ver el cumplimiento de lo
anunciado a esta tu sierva tan inútil y aun pecadora; solo sé que si hemos de ser burlados y puestos a
prueba, todo sea para que, en medio de la humillación y la burla, crezca yo más en humildad y virtudes,
sometiéndome, aun cuando no lo comprenda todo, a Tu Santa Y Divina Voluntad. Amen.
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Si el Hijo de Dios ha sido burlado y humillado en la Cruz, tal pareciera que todo estaba
perdido, que no habría victoria ni triunfo, mas así debió ser -y es- para que también el hombre
aprenda a humillarse, acepte las burlas y los desprecios siguiendo las huellas del Crucificado.
Los consagrados al Inmaculado Corazón de María estad firmes ante el aparente triunfo
del mal, del falso profeta sobre esta nación de María; mas no quebrante el enemigo vuestra Fe.
Está dicho que lo que es de María no será pisoteado, y vosotros, los que sois de María, no
quedarán pisoteados, manchados ni contaminados por el veneno que trae el falso profeta, pues
este veneno es para los suyos, para los soberbios y los orgullosos que lo siguen ciegamente, para
los que al igual que él, el falso profeta, no han querido someterse a Mis planes Divinos; ellos
mismos se condenan al dejarse seducir por el mal y apartarse de Mi.
Baste la luz de la Mujer vestida de sol, que está sobre esta nación, y sus verdaderos hijos,
para dejar aun más ciego al enemigo, debilitándolo y dejándole enfermedad corporal, al
enfrentarse soberbiamente frente a la Mujer Santa y Bendita.
Desconoce, el falso profeta, el
Poder de María y su Triunfo sobre él. La Mujer del Apocalipsis le hará sentir su peso y su poder
sobre él, la que nuevamente se humilla ante el enemigo, así como lo hizo Su Hijo en la Cruz ante
Judas, su traidor.
Si la Madre del Salvador ha de ser también entregada y traicionada como lo fue el Hijo,
así es esta hora para la Madre del Salvador, pues siendo Ella también Corredentora junto con el
Hijo, en el Plan de Dios para la Salvación, también Ella ha de ser burlada y besada hipócritamente
por el traidor.
También Ella tiene su traidor, que es el Judas de estos tiempos, el falso Profeta,
uno de los Apóstoles de Mi Iglesia.
Triunfo será, para su llegada a México, para los que ciegamente lo han seguido y siguen
su falsa doctrina, que es falsa y contraria a la Mía. Aquí será traicionada y crucificada María; aquí
se sella el beso de Judas a María, quien al besar hipócritamente el Corazón Inmaculado de María,
en el Tepeyac, dará la traición a la Madre de Dios.
Este es el huerto de los olivos para María.
Recibirá aquí mismo, el falso profeta, su sentencia de muerte.
Atormentado por la gracia
y la pureza de María, por la Mujer vestida de sol, sentirá enloquecer el enemigo, el Judas de estos
tiempos, lo mismo que le sucedió al Judas de aquel tiempo, al darme a Mí el beso de traición en
el huerto de los olivos; ese beso lo traicionó a él mismo, enloqueciéndolo, recibiendo en su
corazón su sentencia de muerte y condenación eterna.
Tras este acto ya no habrá salvación para
el falso profeta.
Oh, Judas de estos tiempos, te sentirás morir en vida bajo el talón de la Siempre Virgen
María.
¡Maldito seas por tu gran soberbia y orgullo al venir a profanar la tierra de María!
Vosotros, el ejército de María, manteneos en pie, combatiendo espiritualmente, pues una
dura batalla se librará en la corta estancia del falso profeta en la tierra de María, pues tras haberle
dado el beso a María, querrá huir de aquí.
Huir de su Presencia Santa y Bendita, lo mismo que le
sucedió a Judas, Mi Traidor.
A vosotros, Yo, el DIOS DE LOS EJERCITOS, os doy la Victoria y el triunfo del Corazón
Inmaculado de María sobre esta nación. Vosotros sois Mis consagrados, el gran ejercito de María.
Combatid en esos días con la oración, con ayuno y penitencia, con pequeños sacrificios, con la
PODEROSA SANGRE DEL SALVADOR Y EL SANTO ROSARIO.
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Dios mío, Dios mío, danos la fortaleza para mantenernos siempre firmes, a pesar de las
adversidades, de las confusiones y contrariedades que nos dan los del mundo.
Enséñanos a seguir fielmente a Jesucristo, ir tras sus huellas, sin desviarnos del camino, aun
cuando no comprendemos tu proceder y muchos de los acontecimientos dentro de Tu Iglesia.
Que en Espíritu estemos siempre unidos todas Tus almas, todos Tus verdaderos hijos, los que
estamos en la Verdad y la amamos, los que somos el ejército de María; y sólo Tú nos darás la Victoria.
Amen.
AVE MARIA PURISSIMA!
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