PROFECÍA DE SAN FRANCISCO DE ASIS
Y LA APOSTASÍA FINAL
"Nuestro auxilio nos viene del Señor que hizo el cielo y la tierra y por su Fidelidad que nos muestra a los que tememos su Nombre y guardamos Su Ley en medio de nuestros corazones".
*
Francisco de Asís, Siervo Fiel, a quien le revelé lo que habría de acontecer en estos días, en cuanto al que pretende gobernar MI Iglesia hoy en día, pero no lo hace guiado por Mi Verdadero Espíritu, el Espíritu de la Verdad; pues, otro espíritu contrario al Mío es el que habita en el corazón de este obispo de Roma, y Mi Voluntad hace que se cumpla Mi Palabra en él y en sus días, lo que revelé a Mi Siervo y profetizó en su tiempo, San Francisco de Asís, para estos días que han llegado a esta generación.
Esto ha dicho San Francisco, guiado por Mi Espíritu, Espíritu de profecía y de Verdad: "en aquellos días -que son estos vuestros días, que ya están sobre vosotros- os enviará, el Señor, un Pastor no legítimo, -que no es de la Verdad, pues será contrario a la Verdad, es conducido por el espíritu del mal-, y será un destructor y engañador, falso profeta".
Este falso Pastor, que os enviará el Señor, y así será porque son muchos son los que se obstinaron a seguir en el camino del mal, ya que se negaron a seguirle a Él, al Verdadero Dios, para tomar el Camino de la Verdad, de la Justicia y la verdadera Paz.
San Francisco, Santo y Mártir, por recibir Mí martirio, compartiéndole Yo, Su Señor, Mis Santas Llagas, la verdadera humildad y la pobreza, el verdadero servicio y el Amor a la Verdad.
La comprensión de esta profecía está ya en los hombres de corazón puro, los que se han mantenido en el camino recto, el Camino de la Verdad, y han sido guiados bajo la Luz de Mi Espíritu, del Espíritu de la Verdad, que os revela esta profecía, y os ha dado el discernimiento para reconocer los Signos de los Tiempos, a vosotros, que sois Mis Verdaderos Testigos, a Mis Fieles, que defienden a Mi Iglesia, rechazando todo engaño y toda apostasía, son los que ahora reconocen que esta profecía es para estos días, estos últimos Tiempos, que ya están teniendo su fiel cumplimiento.
El 4 de octubre 2015, en memoria a este Santo y Mártir de Mi Pasión, habiéndome Yo encarnado místicamente en el cuerpo de Francisco de Asís, en un día de Mi Santa Cruz, viviendo Yo ya en su alma, desde el primer instante que le di vida a este Siervo Mío, para manifestar, en él, Mi Divinidad y Poderío; este día se abrirá un sello dentro de Mi Iglesia, para que se dé cumplimiento final a esta profecía, a fin de que se manifieste, abiertamente, el espíritu de Impiedad, que hasta ahora se ha ocultado a muchos: el espíritu de la Mentira, el espíritu de la Gran Apostasía, que dará abiertamente el inicio en la preparación de la destrucción de Mis Leyes, por el espíritu de Impiedad y del Mal, que obra ya en todos Mis enemigos, que buscan -y se han propuesto- destruir a Mi Iglesia, desde la más Alta Jerarquía, el obispo de Roma y sus seguidores.
Mis enemigos se reúnen, y se levantarán contra Mí y Mi Iglesia Fiel.
Con grandes engaños y seducciones abrirán las puertas de Mi Iglesia, contradiciendo Mis Leyes, e imponiendo su palabra mentirosa y de engaño sobre Mi Palabra Santa y Verdadera, sus decretos humanos contra Mi Ley y Decretos Divinos, que son inmutables.
Llevarán, a muchos, a la confusión, habiendo logrado seducir los corazones de muchos, y confundiendo sus entendimientos, para que no reconozcan más la Verdad y Mi Ley.
Falsa Misericordia será dada a los pecadores, que no dejarán sus vidas de pecado, porque serán engañados por el Falso Profeta, el Engañador, que abrirá las puertas de la Iglesia a todo pecador, a todo soberbio que contradice Mis Leyes y Decretos Divinos, acomodando sus leyes a su propia conveniencia, pisoteando así Mi Ley Divina y Mi Autoridad.
Los necios caerán en el engaño, y serán parte de ese rebaño, que no es guiado por el Espíritu Santo, sino por el espíritu del Engañador, del Precursor del Anticristo, de la primera Bestia que prepara el camino a la segunda Bestia, el Anticristo, que muy pronto se manifestará abiertamente al mundo, y será el Amo de los que han seguido al Falso Profeta y su falsa doctrina, porque al seguirle a él, abandonaron la Verdad por ir tras la mentira, que los llevará a la muerte.
¡Ay de vosotros, pastores tibios, que no os esforzasteis por vivir en la Verdad, pues, fácilmente, seréis engañados! Porque vuestro espíritu estará débil, sin el alimento de la Gracia Santificante; por vuestra falta de oración y firmeza, sucumbiréis ante el espíritu del Mal.
¡Ay de vosotros, que seréis arrastrados por la cola del Dragón, que barrió el Cielo, y como estrellas que debíais brillar, se apagará vuestra luz por haber ido tras las tinieblas!
¡Ay de vosotros, pastores infieles, que dejasteis extraviar a las ovejas, abriendo las puertas del redil, para que saliesen y se perdieran!
Al paso de Mi Presencia en vuestra conciencia, os lamentaréis, muchos de vosotros, y querréis morir ante Mi Pequeño Juicio, cuando os sea quitado el velo de vuestros ojos, que por vuestra soberbia y orgullo, os mantuvo cegados, privados de la Luz, del Verdadero Conocimiento.
¡Ay de vosotros, que os comportáis hipócritamente, como los escribas y fariseos, como los ancianos de la ley, conocedores de la letra, más incapaces de hacerla vida propia y vida para las ovejas, que os confié!
¡Ay de vosotros, que os lamentaréis y lloraréis, amargamente, ante vuestra debilidad y cobardía, como lloró Pedro, habiéndome negado tres veces! Pues, os digo, que muchos de vosotros, a esta hora, ya me habéis negado más de tres veces, y en la hora próxima, la hora de la prueba final, no podréis perseverar si habéis caído tantas veces; y por vuestra soberbia y orgullo, no os podréis, fácilmente, levantaros de nuevo.
¡Ay de vosotros, os lo aseguro, que no todo el que me diga “Señor, Señor” entrará en el Reino de los Cielos! Porque los que me han negado, negando Mi Verdad y mi Ley Divina, Yo también los negaré delante de Mi Padre, que está en el Cielo.
Esto lo digo Yo, el Cordero Degollado, el Cordero de Dios, el Único hallado digno de abrir el Libro Sellado con los Siete Sellos, los cuales contienen Mis Juicios Santos para estos días, revelados al Apóstol San Juan.
Basta ver -y saber reconocer- los Signos de los Tiempos como os lo anuncié: el sol se pondrá negro, como un saco de cilicio, y la luna se volverá bermeja, como de sangre, y las estrellas caerán del cielo, como es sacudida una higuera por el fuerte viento cuando sopla.
He aquí, que os recuerdo, lo ya anunciado, pero para la gran mayoría de vosotros, olvidado y rechazado. Porque se olvidaron de su Dios por ir tras las cosas del mundo, sus placeres y sus vanidades, desviándoos del Verdadero Camino, adorando a otros dioses, imitando a los paganos.
Estos son ya los tiempos del Dragón y de su Bestia, la Bestia con Boca como la de un león, que con el poder que el Dragón le ha dado, su fuerza y astucia para engañar a los hombres, y hablar cosas altaneras, blasfemar y ofender a Dios, destruyendo Mi Tabernáculo, haciendo también la guerra a todos los Santos; porque él, con el poder que el Dragón le ha dado a la Bestia, la Bestia tiene potestad y autoridad sobre todo pueblo, lengua y nación , seduciendo con su astucia y mentiras a los moradores de la tierra, para destruir vuestras almas y dárselas al Amo del mundo, Satanás.
Estad atentos, es tiempo de velar, es tiempo para regresar al Amor Santo, tiempo de permanecer en vigilia, para no caer en el engaño; y si ya estáis en él, salid ahora, que aún os queda tiempo para enmendaos y corregir vuestros errores, para que vuestra purificación sea menor, y seáis luz, habiendo dejado atrás las tinieblas del pecado y el error.
Os anuncio todo esto, que estaba ya escrito para su cumplimiento, porque ésta ha sido, y es, Voluntad de Mi Padre del Cielo, del Todopoderoso, que está sentado en el Trono, y reina por los siglos de los siglos.
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"Venga Tu Reino Señor, Ven pronto Jesús que Tu pueblo te espera, Ven Señor".
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Traducción del original
(OPUSCOLI DEL SERÁFICO PATRIARCA FRANCESCO D´ASSISI - BERNARDO DA FIVIZZANO - TIP. DELLA SS. CONCEZIONE DI R. RICCI)
http://archive.org/stream/MN5094ucmf_2#page/n433/mode/2up
Poco antes de morir, San Francisco de Asís reunió a sus seguidores y
les advirtió de los problemas venideros, diciendo:
«Sean fuertes, mis hermanos, tomen fuerza y crean en el Señor. Se acerca
rápidamente el tiempo en el que habrá grandes pruebas y tribulaciones;
abundarán perplejidades y disensiones, tanto espirituales como temporales; la
caridad de muchos se enfriará, y la malicia de los impíos se incrementará.
Los demonios tendrá un poder inusual; la pureza inmaculada de nuestra
Orden y de otras, se oscurecerá en demasía, ya que habrá muy pocos cristianos
que obedecerán al verdadero Sumo Pontífice y a la Iglesia Romana con corazones
leales y caridad perfecta. En el momento de esta tribulación un hombre, elegido
no canónicamente, se elevará al Pontificado, y con su astucia se esforzará por
llevar a muchos al error y a la muerte.
Entonces, los escándalos se multiplicarán, nuestra Orden se dividirá, y
muchas otras serán destruidas por completo, porque se aceptará el error en lugar
de oponerse a él.
Habrá tal diversidad de opiniones y cismas entre la gente, entre los
religiosos y entre el clero, que, si esos días no se acortaren, según las palabras del
Evangelio, aun los escogidos serían inducidos a error, si no fuere que serán
especialmente guiados, en medio de tan grande confusión, por la inmensa
misericordia de Dios.
Entonces, nuestra Regla y nuestra forma de vida serán violentamente
combatidas por algunos, y vendrán terribles pruebas sobre nosotros. Los que
sean hallados fieles recibirán la corona de la vida, pero ¡ay de aquellos que,
confiando únicamente en su Orden, se dejen caer en la tibieza!, porque no serán
capaces de soportar las tentaciones permitidas para prueba de los elegidos.
Aquellos que preserven su fervor y se adhieran a la virtud con amor y celo
por la verdad, han de sufrir injurias y persecuciones; serán considerados como
rebeldes y cismáticos, porque sus perseguidores, empujados por los malos
espíritus, dirán que están prestando un gran servicio a Dios mediante la
destrucción de hombres tan pestilentes de la faz de la tierra. Pero el Señor ha de
ser el refugio de los afligidos, y salvará a todos los que confían en Él. Y para ser
como su Cabeza, estos, los elegidos, actuarán con esperanza, y por su muerte
comprarán para ellos mismos la vida eterna; eligiendo obedecer a Dios antes que
a los hombres, ellos no temerán nada, y han de preferir perecer antes que
consentir en la falsedad y la perfidia.
Algunos predicadores mantendrán silencio sobre la verdad, y otros la
hollarán bajo sus pies y la negarán. La santidad de vida se llevará a cabo en medio
de burlas, proferidas incluso por aquellos que la profesarán hacia el exterior, pues
en aquellos días Nuestro Señor Jesucristo no les enviará a éstos un verdadero
Pastor, sino un destructor»
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cfr:
http://archive.org/stream/MN5094ucmf_2#page/n433/mode/2up
(Jesús a un alma escogida)
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Traducción del original
(OPUSCOLI DEL SERÁFICO PATRIARCA FRANCESCO D´ASSISI - BERNARDO DA FIVIZZANO - TIP. DELLA SS. CONCEZIONE DI R. RICCI)
http://archive.org/stream/MN5094ucmf_2#page/n433/mode/2up
Poco antes de morir, San Francisco de Asís reunió a sus seguidores y
les advirtió de los problemas venideros, diciendo:
«Sean fuertes, mis hermanos, tomen fuerza y crean en el Señor. Se acerca
rápidamente el tiempo en el que habrá grandes pruebas y tribulaciones;
abundarán perplejidades y disensiones, tanto espirituales como temporales; la
caridad de muchos se enfriará, y la malicia de los impíos se incrementará.
Los demonios tendrá un poder inusual; la pureza inmaculada de nuestra
Orden y de otras, se oscurecerá en demasía, ya que habrá muy pocos cristianos
que obedecerán al verdadero Sumo Pontífice y a la Iglesia Romana con corazones
leales y caridad perfecta. En el momento de esta tribulación un hombre, elegido
no canónicamente, se elevará al Pontificado, y con su astucia se esforzará por
llevar a muchos al error y a la muerte.
Entonces, los escándalos se multiplicarán, nuestra Orden se dividirá, y
muchas otras serán destruidas por completo, porque se aceptará el error en lugar
de oponerse a él.
Habrá tal diversidad de opiniones y cismas entre la gente, entre los
religiosos y entre el clero, que, si esos días no se acortaren, según las palabras del
Evangelio, aun los escogidos serían inducidos a error, si no fuere que serán
especialmente guiados, en medio de tan grande confusión, por la inmensa
misericordia de Dios.
Entonces, nuestra Regla y nuestra forma de vida serán violentamente
combatidas por algunos, y vendrán terribles pruebas sobre nosotros. Los que
sean hallados fieles recibirán la corona de la vida, pero ¡ay de aquellos que,
confiando únicamente en su Orden, se dejen caer en la tibieza!, porque no serán
capaces de soportar las tentaciones permitidas para prueba de los elegidos.
Aquellos que preserven su fervor y se adhieran a la virtud con amor y celo
por la verdad, han de sufrir injurias y persecuciones; serán considerados como
rebeldes y cismáticos, porque sus perseguidores, empujados por los malos
espíritus, dirán que están prestando un gran servicio a Dios mediante la
destrucción de hombres tan pestilentes de la faz de la tierra. Pero el Señor ha de
ser el refugio de los afligidos, y salvará a todos los que confían en Él. Y para ser
como su Cabeza, estos, los elegidos, actuarán con esperanza, y por su muerte
comprarán para ellos mismos la vida eterna; eligiendo obedecer a Dios antes que
a los hombres, ellos no temerán nada, y han de preferir perecer antes que
consentir en la falsedad y la perfidia.
Algunos predicadores mantendrán silencio sobre la verdad, y otros la
hollarán bajo sus pies y la negarán. La santidad de vida se llevará a cabo en medio
de burlas, proferidas incluso por aquellos que la profesarán hacia el exterior, pues
en aquellos días Nuestro Señor Jesucristo no les enviará a éstos un verdadero
Pastor, sino un destructor»
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cfr:
http://archive.org/stream/MN5094ucmf_2#page/n433/mode/2up
(Jesús a un alma escogida)
AMDG et BVM
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