domenica 15 maggio 2016

PENTECOSTE: Leggiamo la Bibbia con Sant'Antonio

DESCENSUS SPIRITUS SANCTI

I. sermone sul senso letterale 
del vangelo di Pentecoste

5. “Il Paràclito, lo Spirito Santo”. È colui che dal Padre e dal Figlio viene infuso nel cuore dei santi; è colui per mezzo del quale essi sono santificati, per meritare di essere santi. Come lo spirito umano è la vita del corpo, così questo Spirito divino è la vita degli spiriti: quello è vita sensificante (che rende sensibile), questo è vitasantificante. Ed è chiamato Spirito Santo perché senza di lui nessuno spirito, né angelico né umano, può divenire santo.
“Che il Padre vi manderà nel mio nome”, cioè per la mia gloria, vale a dire per mani­festare la mia gloria, o anche perché ha lo stesso nome del Figlio, cioè è Dio. E aggiunge: “Egli mi glorificherà” (Gv 16,14), perché rendendovi spirituali proclamerà in quale modo il Figlio sia uguale al Padre, quel Figlio che avevate conosciuto solo nella carne, come uomo (cf. 2Cor 5,16); oppure anche: liberandovi dal vostro timore, vi renderà capaci di annunciare a tutto il mondo la mia gloria, non a mio vantaggio ma a vantaggio degli uomini.
“Egli vi insegnerà tutte le cose”. Dice Gioele: “Figli di Sion, esultate nel Signore vostro Dio, perché vi ha dato il maestro della giustizia (Gl 2,23), che vi istruirà affinché conosciate tutto ciò che riguarda la salvezza. 
E poco prima il Signore promette: “Ecco, io vi manderò frumento, vino e olio, e ne avrete in abbondanza” (Gl 2,19). Lo Spirito Santo è detto frumento, perché sostiene colui che cammina verso la patria, affinché non venga meno lungo la via (cf. Mt 15,32); è detto vino perché solleva e allieta nella tribolazione; è detto olio perché attenua le asperità. 
Queste tre azioni dello Spirito erano assolutamente necessarie agli apostoli che andavano a predicare in tutto il mondo; e perciò, come oggi, il Signore mandò loro lo Spirito Santo che infuse in essi questi tre doni e dei quali furono ricolmi. 
Ecco quindi che si canta: “Tutti furono pieni di Spirito Santo”(At 2,4; 4,31), affinché in essi non potesse entrare lo spirito del mondo: infatti un vaso ben pieno di una cosa non può riceverne alcun’altra.
“E vi ricorderà tutte le cose”, cioè vi presenterà, vi farà ritornare alla mente “tutto ciò che io vi avevo detto”. Vi istruirà affinché conosciate, vi ispirerà affinché vogliate.
Ecco dunque che lo Spirito Santo ci dà il conoscere e il volere: aggiungiamoci da parte nostra, per quanto ci è pos­sibile, tutto ciò che dipende da noi, e così diverremo il tempio dello stesso Santo Spirito. Lo mandi anche su di noi il Figlio, che è benedetto nei secoli. Amen.
 cfr: 640. "L'Evangelo come mi è stato rivelato"

VENI SANCTE SPIRITUS

sabato 14 maggio 2016

Ave candidum Lilium

Sum <<QUAE EST>> ab aeterno in Mente Patris
COR MARIAE IMMACULATUM INTERCEDE PRO NOBIS
“Ave candidum Lilium fulgidae semperque tranquillae Trinitatis,
Rosaque praefulgida coelicae amoenitatis

“Ti saluto, o candido Giglio della luminosissima e sempre tranquilla Trinità,
O Rosa fulgidissima della celeste beatitudine
De qua nasci
Da Te nascere
Et de cuius lacte pasci
Da Te suggere il latte volle
Rex Coelorum voluit.
Colui che è Re di tutti i cieli.                    
Noi pure allatta con doni divini!"
Divinis influxionibus animas nostras pasce!"




Al estar en Mi Tierra fue inundado e iluminado de Mi Luz


EL PAPA DE MI CORAZÓN 
11-2-2016 

      Madre mía, habiendo ofrecido a mi Dios esta primer reparación sacerdotal como nos lo ha solicitado Mi amado Salvador en días pasados, viendo tú la confusión y las dudas en tantos corazones, recibiendo a Jesús Eucaristía, el cuerpo y la sangre del Salvador, me diriges unas palabras para aclarar las dudas de Tus consagrados. Amen. 

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         El Papa de Mi Corazón Inmaculado es Benedicto XVI, porque a su llegada a México, poco antes de su renuncia, el Vicario de Cristo fue inundado por Mi gracia, por Mi Intercesión de Madre, que viendo su corazón, sincero y turbado por el estado de Mi Iglesia, que él bien conocía, se humilló a si mismo reconociendo su pecado de debilidad ante ciertos acontecimientos que estaban sucediendo dentro de la Jerarquía de la Iglesia, y él guardó silencio por temor y cobardía, pero su corazón estaba limpio en su verdadera esencia. 

       Lo mismo que a Pedro frente a Jesús, se sintió acobardado frente a sus enemigos, los traidores de Mi Hijo, y guardó silencio por temor a la muerte, negando a Su Divino Maestro por tres veces, pero Mi HIJO Jesús SABÍA QUE SU CORAZÓN ESTABA PURO Y QUE SIMÓN PEDRO AMABA LA VERDAD. 

       Esto mismo ha sido para Mi Benedicto, pero al estar en Mi Tierra fue inundado e iluminado de Mi Luz, EL SOL QUE ME RODEA, LA LUZ DE CRISTO, LA LUZ QUE DISIPA TODA TINIEBLA Y OBSCURIDAD, y supo, Benedicto, que ésta es la Tierra de María, Tierra de Santos Mártires, y aquí aceptó su martirio, aquí lo calcé Yo, Su Madre, como a un niño, sus pies con LA VERDAD DEL EVANGELIO DE CRISTO. 

       Saliendo de México tras las huellas del Crucificado, sabiendo ya lo que le aguardaba de los mismos suyos, así este Siervo de Dios, regresa al Vaticano arrepentido de su pecado de omisión, como el de Simón Pedro, al haber negado a Su Maestro, porque todo el que oculta la verdad y no denuncia la mentira abandona la Verdad, que ES JESUCRISTO. 

       En sus lágrimas y amargura he sido Yo, Su Santísima Madre, quien lo ha consolado, intercediendo Yo por él ante Mi Hijo; y desde ese momento quedó resguardado en Mi Corazón de Madre, habiendo Yo Misma herido su corazón en la Fe, la Verdad, y su corazón arrepentido quedó traspasado con la misma Espada de Dolor que atraviesa Mi Corazón de Madre de la Iglesia y de Corredentora. 

        Desde ahí Benedicto quedó en el corazón de los Mexicanos y de esta Morenita del Tepeyac. 

      En México comprendió Benedicto el culmen de su misión con la MUJER VESTIDA DE SOL. Los tiempos ya estaban maduros, los tiempos del Apocalipsis. 

    Por eso, Mi HIJO LE HA DICHO A Benedicto Su Vicario, SELLANDO CON SUS PALABRAS EL DESTINO DE LA Iglesia, que con el mismo Pedro se instituía la verdadera Iglesia, la Iglesia de siempre, la que fundó Mi Hijo sobre la Roca firme; así este Pedro cerrará temporalmente y simbólicamente la historia de la Iglesia, la Verdadera Iglesia. 

        Por eso, se le ha dicho a este Siervo de Dios, Mi Benedicto, palabras del mismo Hijo: 

        YO TE DIGO QUE TÚ ERES PEDRO Y SOBRE TÍ EDIFICO MI IGLESIA, Y LAS PUERTAS DEL MAL NO PREVALECERÁN CONTRA ELLA. YO TE DIGO A TÍ, BENEDICTO XVI, QUE TÚ ERES PEDRO, SOBRE TÍ EDIFICO MI IGLESIA. 

        Él tiene aún las Llaves de la Iglesia, es el Papa de Mi Corazón Inmaculado, en quien culminará este Final de los Tiempos en la Iglesia de Mi HIJO, HASTA SU SEGUNDA VENIDA EN GLORIA PARA ESTABLECER DE NUEVO SU REINADO AQUÍ EN LA TIERRA, ESOS CIELOS NUEVOS Y TIERRA NUEVA. 

        Sostened a Benedicto con vuestra oración, pedidme a Mí de fortaleced su espíritu y conducirle al cumplimiento fiel de su Pontificado en la Voluntad del Padre y de Mi HIJO, QUE LE ENTREGÓ LAS LLAVES DE SU Iglesia. 

         Nada temáis vosotros, Mis hijitos, los que estáis con la Verdad, Apóstoles y discípulos de estos tiempos. 
       
        ¿Acaso no estoy Yo aquí que SOY SU MADRE? 

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      gracias Madre mía, gracias por velar con nosotros e instruirnos para no quedar confundidos y extraviarnos del camino y la Verdad. 

     Cubre con Tu manto a nuestro Benedicto XVI y a toda su Iglesia Fiel, el rebaño que el guía en medio de esta tribulación. Amen.



LA CORREDENCIÓN DE MARÍA


QUINTO DOGMA MARIANO: LA CORREDENCIÓN DE MARÍA

12.13- 5-2016 

        Señor mío, acabando de pasar unas horas contigo en este jueves de Getsemaní, buscando tan solo Alabarte y darte un poco de nuestro consuelo y amor por cuanto desamor recibes de tantos hombres. Quiero agradecerte el llamarnos al congregarnos en la oración que tanto bien hace a nuestras almas. 

       Bendice al sacerdote que nos enseñó a hacerte compañía en estos jueves de Getsemaní, bendice su entrega, sus desvelos y su ministerio sacerdotal. Guárdanos en Tu santa y Divina Voluntad para que busquemos a diario permanecer fieles a Ti, a la Verdad y perseverantes en esta hora que Tu Iglesia Fiel entrara en su Getsemaní, en la noche obscura, la noche de la traición, la noche en que ya vemos llegar lo que está por venir y está ya a la puerta, así como Tú en aquella noche de jueves Santo contemplaste Tu pasión dolorosa, todos los crímenes, pecados y la iniquidad de todos los hombres, EL CUMPLIMIENTO DE TU MISION y ahora nosotros Tu Iglesia Fiel, lo contemplamos en el cumplimiento de nuestra misión para cada uno de nosotros, los que seguimos Tus huellas y deseamos cumplir como Tu nuestro Divino Maestro LA SANTA VOLUNTAD DEL PADRE ETERNO. Amen. 

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         Mis amados: cuánto agrado encuentro en vuestra compañía y oración sincera, oración que brota de vuestros corazones y da consuelo a vuestro Salvador, porque, en esta hora, el Hijo de Dios sufre terriblemente por ver la noche obscura que ya llega para Mi Iglesia, y pocos son los que parecen percatarse de esta hora. 

         Vosotros, Mis Fieles, que tanto Me amáis y Me dais consuelo por el desamor de tantos hombres, os digo: que también vosotros seréis consolados en vuestra pasión dolorosa, y el bálsamo de Mi Amor, que es Mi Sangre preciosa derramada, os fortalecerá para que también vosotros bebáis el Cáliz amargo, que ya está por derramarse en los hombres de esta generación malvada y perversa, porque los pecados de esta generación ya sobrepasan los pecados de Sodoma y Gomorra. 

         Uno hay quien es el Pastor Universal de Mi Iglesia, Mi Vicario, a quien el Padre Celestial, en una noche obscura como a Mí, le dará a beber el Cáliz amargo, y bebiéndolo, Él se entregará a la muerte, porque caerá en manos de sus enemigos, quienes le darán muerte, para qué con su sangre, derramada como Mártir y Santo, selle a la Verdadera Iglesia, al Rebaño Fiel, el cual él pastorea en Espíritu, porque la Silla de Pedro la ocupa el impostor, el traidor, Judas de este tiempo, el obispo de Roma, el falso profeta. 

        El poder del Altísimo lo cubrirá, a Mi Verdadero Vicario, haciéndole saber que la hora ha llegado para exaltar a María, la Reina del Cielo y Tierra, la Madre del Salvador, cumpliéndose, con este anuncio y proclamación, EL ÚLTIMO DOGMA DE LA IGLESIA, para que María sea exaltada como CORREDENTORA, quien por Ella y en Ella, Esposa del Espíritu Santo, el Paráclito y Consolador, se manifieste nuevamente al mundo entero en un segundo Pentecostés, para darle a Su Amada Esposa, EL TRIUNFO DE SU CORAZÓN INMACULADO, que debe triunfar en este final de los tiempos, junto a Mi Sagrado Corazón del Hijo del Hombre. 

         Así, Mi Siervo y Vicario, habrá cumplido fielmente su misión, la misión que se le confió de lo Alto, en este acto de amor, de valentía y fidelidad al Único y Verdadero Dios y a la Única y Verdadera Iglesia, que Yo, Jesucristo, el Hijo de Dios, fundé sobre Roca firme. Con esto marcará, Mi Vicario, el inicio de la noche obscura, el Getsemaní de Mi Iglesia, para que se cumpla todo cuanto les ha sido anunciado de parte del Altísimo, y anunció Mi Madre. 

         El Pastor y Vicario de Mi Santa Iglesia, la que Me es Fiel, anunciará y proclamará a María, Mi Santísima Madre, como la Corredentora, en una festividad de la Iglesia a la Mujer Santa y Bendita, a quien en la Cruz del Calvario, siendo traspasado Su Corazón, queda Ella, la Madre de Dios, como MADRE DE LA IGLESIA, Madre de los hombres, la nueva Eva, que también Ella, con Su Fiat, Su Humildad y Obediencia, redime al mundo, siendo Conmigo, el Hijo de Dios, la Corredentora, Madre de todos los Hombres, Madre de todos los Pueblos. 

        Cuando vuestro Santo Vicario rompa el silencio, será visible al mundo entero la oposición entre dos papas, quedando al descubierto y cumpliéndose a los ojos del mundo entero, el Tercer Secreto de Fátima. 

       La consecuencia de este hecho hará que se derrame la Ira de Mí Padre, porque Me habrán crucificado a Mí en Pedro, a quien di las Llaves de Mi Iglesia. 

       Oh, Madre Mía, Madre Dolorosa al pie de la Cruz, llega ya el día en que Tu Corazón traspasado sea exaltado en la Cruz de Redención. 

       Velad y orad con María, que Ella os traerá ese Fuego ardiente, al Paráclito, el que os revela todo que aún estaba oculto y velado, porque Él es el Consolador, Renovador y Dador de Vida, LA TERCER PERSONA DE LA TRINIDAD, EL ESPIRITU SANTO, ESPOSO DE MARIA. 

        Dejaos abrazar por este dulce Huésped del alma, Señor y Dador de Vida, el Fuego ardiente en los corazones de los Hijos del Altísimo. 

        Aclamad, con gozo y jubilo, la llegada del Espíritu Santo, porque este segundo Pentecostés para toda la humanidad es también EL TRIUNFO DEL PARÀCLITO, LA SANTISIMA TRINIDAD EN MARÍA, LA CORREDENTORA. Dejaos abrazar y habitar por el Espíritu Santo, y así sabréis reconocer, cada uno, cuál es la misión que se os ha sido confiada y llevarla a cabo. 

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       Mi Jesús, cuantos consuelos para nuestras almas, tan llenas de dudas y cuestionamientos humanos. Tus palabras son bálsamo de amor, de paz y esperanza para nuestros corazones. Envíanos el Espíritu Santo y seremos renovados y guiados por su luz y Fuego Divino, a fin de cumplir fielmente con la misión que se nos ha sido confiada. 

       Ven, Espíritu Santo, fuente de Luz y de amor, Ven Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, Ven Espíritu Santo, dulce esposo de LA SANTISIMA VIRGEN MARIA. 

       Padre Santo y Eterno, Tu palabra es vida, santifícanos en la Verdad, envía ya sobre los hombres Ese Fuego Divino que nos renovará y encenderá de nuevo los corazones ya apagados de todos los hombres. 

       Padre Eterno, Yo me ofrezco como penitencia, os ofrezco Padre eterno, mi alma en penitencia a vuestra justicia y Misericordia Divina, en expiación de mis propio pecados, los pecados de mi familia y de vuestros sacerdotes, y os ofrezco, Padre Eterno, EL SANTO CUERPO, EL ALMA, LA SANGRE Y LA DIVINIDAD DE NUESTRO AMADISISMO SEÑOR JESUCRISTO, EN EXPIACION DE NUESTROS PECADOS, para lavar en estos tiempos a la Iglesia, la Esposa del Cordero Inmaculado, y darles consuelo a los corazones de Jesús y de María. Amen.

venerdì 13 maggio 2016

Beata Vergine Maria di Fatima e il Segreto


Beata Vergine Maria di Fatima
Il 13 maggio si celebrano le apparizioni della Vergine Maria a Fatima, in Portogallo nel 1917. A tre pastorelli, Lucia di Gesù, Francesco e Giacinta, apparve per sei volte la Madonna che lasciò loro un messaggio per tutta l’umanità. Il vescovo di Leiria, nella sua lettera pastorale a chiusura del cinquantenario, ha affermato che messaggio di Fatima "racchiude un contenuto dottrinale tanto vasto da poter certamente affermare che non gli sfugge alcuno dei temi fondamentali della nostra fede cristiana...".
Martirologio Romano: Beata Maria Vergine di Fatima in Portogallo, la cui contemplazione nella località di Aljustrel come Madre clementissima secondo la grazia, sempre sollecita per le difficoltà degli uomini, richiama folle di fedeli alla preghiera per i peccatori e all’intima conversione dei cuori.



   



Dopo tre apparizioni di rilievo della Vergine Maria, verificatesi durante il XIX secolo, a La Salette nel 1846, a Lourdes nel 1858, a Castelpetroso nel 1888, la Madonna apparve nel 1917, la prima nel XX secolo, a Fatima in Portogallo.
In tutte queste apparizioni, come pure nel 1432 a Caravaggio e nel 1531 a Guadalupe in Messico, la Vergine si rivolse a ragazzi o giovani di umili condizioni sociali, per lo più dediti alla pastorizia; indicando così la sua predilezione per le anime semplici e innocenti, a cui affidare i suoi messaggi all’umanità peccatrice, invocandone il pentimento, esortandola alla preghiera, chiedendone la consacrazione al suo Cuore e la riparazione alle offese fatte al divin Figlio.


I luoghi – I veggenti

Fatima era allora un villaggio della zona centrale del Portogallo (Distretto di Santarém) sugli altipiani calcarei dell’Estremadura a 20 km a SE di Leìria, (il nome Fatima, prima degli avvenimenti delle apparizioni, era conosciuto esclusivamente come quello della figlia di Maometto, morta nel 633).
Ad un km e mezzo da Fatima, vi era una frazione chiamata Aljustrel e qui nacquero e vissero i tre protagonisti della storia di Fatima; Lucia Dos Santos nata nel 1907 e i suoi due cugini Francesco Marto nato nel 1908 e Giacinta Marto nata nel 1910; le due famiglie erano numerose, i Dos Santos avevano 5 figli ed i Marto 10 figli.
Come molti ragazzi del luogo, i tre cuginetti-amici, portavano a pascolare i piccoli greggi delle rispettive famiglie, verso i luoghi di pascolo dei dintorni ogni volta a loro scelta e con le pecore trascorrevano l’intera giornata; a mezzogiorno consumavano la colazione preparata dalle loro mamme e dopo recitavano il rosario.
Nel 1916 fra aprile ed ottobre, i tre ragazzi stupiti, furono testimoni di un fenomeno prodigioso; apparve loro un angelo sfavillante di luce, che si qualificò come l’Angelo della Pace e che li invitò alla preghiera; le apparizioni furono in tutto tre, due volte alla “Loca do Cabeço” e una volta al pozzo nell’orto della casa paterna. Queste apparizioni, narrate da Lucia, vengono classificate come ‘Il ciclo angelico’.


La prima apparizione, 13 maggio 1917


Era la domenica 13 maggio 1917; i tre cuginetti dopo aver assistito alla Santa Messa nella chiesa parrocchiale di Fatima, tornarono ad Aljustrel per prepararsi a condurre al pascolo le loro pecore.
Il tempo primaverile era splendido e quindi decisero di andare questa volta fino alla Cova da Iria, una grande radura a forma di anfiteatro, delimitata verso nord da una piccola altura.
Mentre allegri giocavano, nel cielo apparve un bagliore come lampi di fulmini, per cui preoccupati per un possibile temporale in arrivo, decisero di ridiscendere la collina per portare il gregge al riparo.
A metà strada dal pendio, vicino ad un leccio, la luce sfolgorò ancora e pochi passi più avanti videro una bella Signora vestita di bianco ritta sopra il leccio, era tutta luminosa, emanante una luce sfolgorante; si trovavano a poco più di un metro e i tre ragazzi rimasero stupiti a contemplarla; mentre per la prima volta la dolce Signora parlò rassicurandoli: “Non abbiate paura, non vi farò del male”.
Il suo vestito fatto di luce e bianco come la neve, aveva per cintura un cordone d’oro; un velo merlettato d’oro le copriva il capo e le spalle, scendendo fino ai piedi come un vestito; dalle sue dita portate sul petto in un atteggiamento di preghiera, penzolava il Rosario luccicante con una croce d’argento, sui piedi erano poggiate due rose.
A questo punto la più grande di loro, Lucia, chiese alla Signora “Da dove venite?” “Vengo dal Cielo” e Lucia “Dal cielo! E perché è venuta Lei fin qui?”, “Per chiedervi che veniate qui durante i prossimi sei mesi ogni giorno 13 a questa stessa ora; in seguito vi dirò chi sono e cosa desidero, ritornerò poi ancora qui una settima volta”.
E Lucia, “E anch’io andrò in cielo?”, “Si”, e “Giacinta?”, “anche lei”, “e Francesco?”, “anche lui, ma dovrà dire il suo rosario”.
La Vergine poi chiese: “Volete offrire a Dio tutte le sofferenze che Egli desidera mandarvi, in riparazione dei peccati dai quali Egli è offeso, e per domandare la conversione dei peccatori?”. “Si lo vogliamo” rispose Lucia, “Allora dovrete soffrire molto, ma la Grazia di Dio sarà il vostro conforto”. 
E dopo avere raccomandato ai bambini di recitare il rosario tutti i giorni, per ottenere la pace nel mondo e la fine della guerra, la Signora cominciò ad elevarsi e sparì nel cielo.
Lucia durante tutte le apparizioni, sarà quella che converserà con la Signora, Giacinta la vedrà e udirà le sue parole ma senza parlarle, Francesco non l’udirà, ma la vedrà solamente, accettando di sapere dalle due bambine, quello che la Signora diceva.


La seconda e terza apparizione e le vicende dei tre veggenti


Al ritorno da Conca da Iria, Lucia raccomandò ai due piccoli cugini di non dire nulla a casa, ma Giacinta si lasciò sfuggire il segreto e da allora la loro vita quotidiana cambiò.
Si era in un tempo di affermazione di un diffuso materialismo, sia ideologico, sia politico, il cui maggior filone era il bolscevismo sovietico; inoltre il 5 maggio 1917, quindi otto giorni prima, papa Benedetto XV, visto il perdurare della sanguinosa Prima Guerra Mondiale, scoppiata nel 1914 in Europa, aveva invitato i cattolici di tutto il mondo ad unirsi in una crociata di preghiera, per ottenere la pace per intercessione della Madonna e l’apparizione di Fatima sembrò la risposta della Vergine a tale iniziativa.
Nell’alternarsi delle notizie e delle relative valutazioni, i tre ragazzi subirono sgridate, opposizioni, incredulità e prese in giro, prima dagli spaventati genitori, poi dalle autorità ecclesiastiche e politiche.
Comunque all’appuntamento del 13 giugno i tre veggenti non erano soli, già una sessantina di persone curiose l’avevano accompagnati.
Dopo aver recitato il rosario, la Signora apparve di nuovo, e fra l’altro raccomandò di recitare il rosario tutti i giorni, chiese a Lucia d’imparare a leggere e scrivere, per essere così in grado di trasmettere i suoi messaggi.
Rivelò le sofferenze del suo Cuore Immacolato per gli oltraggi subiti dai peccati dell’umanità; disse che Giacinta e Francesco sarebbero andati in cielo a breve, mentre Lucia sarebbe restata nel mondo per far conoscere e amare il suo Cuore Immacolato.
Il 13 luglio 1917, dopo avere affrontato ogni tipo di disprezzo e scherno da parte dei loro concittadini, Lucia, Francesco e Giacinta ritornarono alla Cova da Iria per il terzo incontro con la Signora, e questa volta erano in compagnia di più di duemila persone, desiderose di vedere i veggenti che dicevano di vedere la Signora.
Dopo la recita del rosario, ella apparve di nuovo e questa volta Lucia le chiese di dire chi era e di fare un miracolo affinché tutti potessero credere. La Signora assicurò: “Continuate a venir qui tutti i mesi: Ad ottobre dirò chi sono, quel che voglio, e farò un miracolo che tutti potranno vedere bene per credere”.
E in quest’occasione la Celeste Visione aprì le mani come le altre volte, da dove uscì un raggio di luce, che penetrò nella profondità della terra e per un attimo i tre veggenti ebbero la visione spaventosa dell’inferno o meglio dire della condanna delle anime peccatrici.
In questa terza importante apparizione, vi furono anche messaggi basilari, che la Signora trasmise ai veggenti con la consegna del silenzio e che Lucia svelerà per obbedienza nel 1941 le prime due parti, che riguardano “La salvezza delle anime” e “La devozione al Cuore Immacolato di Maria”, mentre la terza parte rimase avvolta nel mistero per 83 anni, solo ai Sommi Pontefici fu svelata, finché il ‘Terzo Segreto di Fatima’ non è stato rivelato dalla Chiesa che nel 2000.
Ancora la Bianca Signora disse, che era necessario la consacrazione della Russia al suo Cuore Immacolato e la comunione riparatrice dei primi sabati di cinque mesi, se si voleva la pace nel mondo; la guerra stava per finire ma un’altra peggiore poteva cominciare con fame, miseria e persecuzioni contro la Chiesa e il Papa.
Concluse dicendo: “Quando recitate il rosario, dite alla fine di ogni diecina: O Gesù mio, perdonate le nostre colpe; preservateci dal fuoco dell’inferno; portate in cielo tutte le anime e soccorrete specialmente le più bisognose della Vostra misericordia”.


La quarta e quinta apparizione


Il 13 di agosto 1917 non ci fu l’apparizione, nonostante che un gran numero di fedeli si fossero radunati alla Cova da Iria, perché i tre ragazzi furono impediti di andarci dal sindaco del paese, fortemente anticlericale, il quale con un inganno le aveva trasferiti da Aljustrel alla Casa Comunale di Fatima e poi visto che non volevano ritrattare nulla sulle apparizioni, né svelare eventuali trucchi, li fece mettere in prigione per intimorirli.
La domenica successiva 19 agosto, i tre ebbero la bella sorpresa di vedere la Madonna nel luogo chiamato Valinhos, Ella volle placare la loro angoscia per aver saltato l’appuntamento del 13 alla Cova.
In quest’occasione, la Vergine fra l’altro, chiese che fosse eretta una cappella sul luogo delle apparizioni con le offerte lasciate dai pellegrini.
Il 13 settembre la Signora apparve di nuovo ai tre pastorelli, che erano circondati da una folla di circa 30.000 persone; anche questa volta la Celeste Signora promise che il 13 ottobre avrebbe fatto un miracolo per tutti, poi sparì in un globo luminoso che partendo dal leccio si elevò verso il cielo.


Il giorno più importante, l’apparizione del 13 ottobre 1917


La notizia di un miracolo visibile a tutti, fece il giro del Portogallo; all’appuntamento di ottobre ci fu così una folla valutata sulle 70.000 persone provenienti da tutto il Paese, con giornalisti e fotografi della stampa nazionale ed internazionale inviati per registrare l’avvenimento.
Non mancavano fra loro gli scettici ed i beffardi, pronti ad assaporare la cocente delusione di quanti erano in preghiera, se non fosse avvenuto nulla. Il tempo da parte sua, non prometteva niente di buono, quel giorno era scuro e freddo, la pioggia cadde copiosamente, mentre la gran folla di pellegrini cercava di ripararsi alla meglio.
Anche questa volta, appena apparsa la Signora, Lucia domandò “Signora chi siete e cosa volete da me?”; e Lei subito rispose: “Io sono la Signora del Rosario; voglio una cappella costruita qui in mio omaggio; che continuino a recitare il rosario tutti i giorni. La guerra finirà e i soldati torneranno presto alle loro case; gli uomini non devono offendere il Signore che è già troppo offeso”.
La Vergine a questo punto aprì di nuovo le mani e lanciò un raggio di luce in direzione del sole e mentre Lei si elevava verso il cielo, i tre veggenti poterono così vedere accanto al sole i tre membri della Sacra Famiglia, Gesù Bambino, S. Giuseppe e la Madonna; in pochi attimi ebbero anche la visione di un uomo adulto che benediceva il mondo e la Madonna che a Lucia parve essere la Madonna Addolorata, e infine una terza scena in cui vi era la Madonna del Carmelo con lo scapolare in mano.
Alla fine avvenne lo strepitoso prodigio del sole; riportiamo qui la descrizione fatta dal giornalista, libero pensatore Avelino d’Almeida, direttore del giornale di Lisbona “O Seculo”, presente al fenomeno e che pubblicò nell’edizione del mattino di lunedì 15 ottobre 1917. 
“Abbiamo assistito ad uno spettacolo unico ed incredibile, per chi non era presente… il sole sembrava un disco d’argento opaco… non riscaldava, non offuscava. Si poteva dire che fosse un’eclissi. Si sentì allora un grido:
‘Miracolo, Miracolo!’. Di fronte agli occhi sbalorditi della gente, il cui atteggiamento ci riportava ai tempi Biblici, e che, pallidi di paura e con le teste scoperte, guardavano il cielo azzurro, il sole che tremava, che faceva movimenti rapidi, mai visti prima, estranei alle leggi cosmiche, il sole ‘cominciò a ballare’ come dicono i contadini…
C’era solo una cosa da fare, cioè che gli scienziati spiegassero con tutta la loro sapienza il fantastico ballo del sole che oggi, a Fatima, ha levato un ‘Osanna’ dal cuore dei fedeli e che, secondo testimoni affidabili, ha impressionato perfino i liberi pensatori ed altri senza convinzioni religiose, che sono venuti a questo luogo d’ora in poi celebre”. 
Quando tutto ciò finì, gli abiti di tutti prima bagnati dall’insistente pioggia, erano perfettamente asciutti; alla Cova da Iria la Madonna era veramente apparsa e si era manifestata con un miracolo visto dai presenti stupiti e terrorizzati.


Il messaggio della Vergine – La conferma della Chiesa

I tre veggenti con la loro semplicità e tenacia, raccontarono la sollecitudine di questa tenera Mamma per le sorti dell’umanità, minacciata da diversi flagelli e che per impedirli occorreva: Penitenza – Recita del Rosario – Consacrazione al suo Cuore Immacolato, specie da parte di una Nazione europea potente ma travagliata dal materialismo – La costruzione di una Cappella in suo onore per trasformarla in meta di pellegrinaggi di poveri, sofferenti e penitenti
Naturalmente, per un lungo periodo la vicenda e il messaggio restarono nell’oblio e nel ristretto orizzonte di un semisconosciuto ambiente di poveri pastori e contadini.
Il 28 aprile 1919 si diede inizio alla costruzione della Cappellina delle Apparizioni; il 13 ottobre 1930 il vescovo di Leira dichiarò “degne di fede le visioni dei bambini alla Cova da Iria”, autorizzando il culto alla Madonna di Fatima; il 13 maggio 1931 l’episcopato portoghese, secondo il messaggio di Fatima, fece la prima consacrazione del Portogallo al Cuore Immacolato di Maria.
Il 31 ottobre 1942 papa Pio XII, in un radiomessaggio consacrò il mondo al Cuore Immacolato di Maria e il 7 luglio 1952 consacrò a Maria i popoli della Russia, come aveva chiesto la Celeste Signora a Fatima.

L’avverarsi della minaccia con la Seconda Guerra Mondiale, fece ricordare ai cristiani il messaggio di Fatima; il 13 maggio 1946 con la presenza del legato pontificio, cardinale Benedetto Aloisi Masella, davanti ad una folla di ottocentomila pellegrini, ci fu l’incoronazione della statua della Vergine di Fatima.

I papi attraverso loro delegati, come fece Pio XII, o recandosi personalmente in pellegrinaggio, come fece Paolo VI il 13 maggio 1967, in occasione del 50° anniversario delle Apparizioni e Giovanni Paolo II il 13 maggio 1982, un anno esatto dopo l’attentato subito in Piazza S. Pietro, il cui proiettile è incastonato nella corona della statua in segno di riconoscenza, hanno additato Fatima come un faro che ancora oggi continua a gettare la sua luce, per richiamare il mondo disorientato verso l’unico porto di salvezza; Fatima dunque non vuole essere uno spauracchio per l’umanità, né un’occasione forte per gente morbosamente curiosa e assetata di catastrofi, vuole essere invece un invito alla speranza che nasce dalla certezza che Dio vuole il nostro bene ad ogni costo.
Il santuario mariano di Fatima è uno dei luoghi più venerati dal Cattolicesimo e in questo luogo, sacro per l’apparizione di Maria, papa Giovanni Paolo II volle recarsi di nuovo il 13 maggio 2000, per procedere alla beatificazione dei fratelli Marto, 

(e al termine della celebrazione il cardinale Segretario di Stato, Angelo Sodano diede lettura della comunicazione in lingua portoghese, sul terzo segreto di Fatima; ed appena un mese dopo, il 26 giugno 2000, il papa ne autorizzò la divulgazione pubblica da parte della Congregazione per la Dottrina della Fede, accompagnata da opportuno commento teologico del Prefetto, cardinale Joseph Ratzinger . ///  Poi però  Papa Benedetto XVI affermò l’esatto opposto: «Si illuderebbe chi pensasse che la missione profetica di Fatima sia conclusa». Disse queste parole nel pieno dello scandalo pedofilia, durante un improvviso pellegrinaggio a Fatima, il 13 maggio 2010, davanti al Santuario. In quella circostanza egli inserì nella profezia del Terzo segreto proprio lo scandalo della pedofilia, culmine di una drammatica crisi del sacerdozio e della Chiesa. Ed è evidente che tale scandalo non poteva essere compreso nella visione rivelata nel 2000 (dove non c’è traccia di esso), ma in un’altra parte che è tuttora da pubblicare.
Benedetto XVI disse infatti: «Oltre questa grande visione della sofferenza del Papa, che possiamo in prima istanza riferire a Papa Giovanni Paolo II, sono indicate realtà del futuro della Chiesa che man mano si sviluppano e si mostrano... e quindi sono sofferenze della Chiesa che si annunciano... Quanto alle novità che possiamo oggi scoprire in questo messaggio, vi è anche il fatto che non solo da fuori vengono attacchi al Papa e alla Chiesa, ma le sofferenze della Chiesa vengono proprio dall’interno della Chiesa, dal peccato che esiste nella Chiesa». 
Come si vede Benedetto XVI evitò di indicare l’attentato del 1981 come «la» realizzazione del terzo segreto e collocò il compimento del Terzo segreto steso negli anni successivi all’attentato del 1981 e nel nostro stesso futuro: «Sono realtà del futuro che man mano si sviluppano e si mostrano... sofferenze della Chiesa che si annunciano». 
È il contrario di quanto affermato dal Segretario di Stato. Benedetto XVI addirittura fece capire che il «trionfo del Cuore Immacolato di Maria» annunciato a Fatima dalla Madonna stessa, come conclusione della sua profezia, non poteva essere identificato nella mera caduta del comunismo del 1989, ma doveva ancora realizzarsi.  Il Papa infatti nel maggio 2010 disse: «Possano questi sette anni che ci separano dal centenario delle Apparizioni (2017) affrettare il preannunciato trionfo del Cuore Immacolato di Maria a gloria della Santissima Trinità».
Evidentemente per Benedetto XVI stavano per arrivare gli anni decisivi. /// ). 


Il “Terzo segreto di Fatima” 
[Non essendo quindi mai stato rivelato pienamente da chi doveva farlo a suo tempo negli anni 60, ora per conoscerlo si veda qui e qui e qui - nonché questo medesimo blog]


I tre veggenti dopo le apparizioni


Purtroppo, prima Francisco Marto, poi la sorellina Giacinta Marto, morirono prestissimo come aveva predetto la Vergine; ambedue vittime della terribile epidemia di febbri influenzali detta “la spagnola”, che desolò l’Europa negli anni 1917-20, con numerosissimi morti di tutte le età, in prosieguo alla catastrofe appena terminata della Prima Guerra Mondiale.
Francisco morì il 4 aprile 1919 nella sua casa di Aljustrel (Fatima) a quasi 11 anni, mentre Giacinta morì il 20 febbraio 1920 in un ospedale di Lisbona a quasi 10 anni.
Ambedue riposano nella grande Basilica della Vergine di Fatima e sono stati proclamati Beati il 13 maggio 2000 da papa Giovanni Paolo II.
Lucia Dos Santos invece proseguì la sua missione di veggente-confidente della Vergine e custode del suo messaggio al mondo; fu per anni Suora di Santa Dorotea e poi passò a 41 anni, come carmelitana scalza nel Carmelo di Coimbra; ritornò varie volte per brevi visite a Fatima sul luogo delle Apparizioni. ...
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Autore: Antonio Borrelli