mercoledì 29 agosto 2018

MOLTE PERSONE -ciecamente- RESTANO AFFASCINATE DALL'ARTIFICIALE "PROGRESSO" SCIENTIFICO E TECNICO dei nostri giorni!!!!

En la fecundación artificial no hay alma

Me gustaría entender por qué la fecundación artificial no permite la encarnación de un alma en el cuerpo engendrado. ¿Es porque Dios así lo quiere? ¿Hay algún otro motivo?

Respuesta:
Dios, al formar la naturaleza humana, puso en ella, inscrita en su ser, un orden natural, una ley de la naturaleza, que no nace del pensamiento humano ni puede ser cambiado ni por la mente humana ni por la voluntad humana. Y, por lo tanto, qué  clase de hombre pertenece a la naturaleza humana no lo decide ni la ciencia humana ni la técnica humana. El hombre es un ser compuesto de alma, espíritu y cuerpo. Para pertenecer a la naturaleza humana tienen que entrar en juego estas tres cosas. El ser humano no tiene capacidad de crearse a sí mismo, sino que está obligado a seguir las leyes de Dios si quiere ser hombre, engendrar un hombre y obrar como hombre. La humanidad que Dios quiere nace de la obra sexual del hombre y de la mujer, no surge del arbitrio de los hombres.
Esto que es esencial, la base de todo, muchas personas no lo comprenden, porque están fascinadas por lo artificial, por el mal llamado avance científico y técnico, propio de nuestros días.
La obra sexual del varón exige un alma:
Un hombre nace de la obra de un varón dentro de una mujer. Un hombre no nace de la sola unión del esperma y del óvulo.
El origen del ser humano está en la obra sexual del varón, no en la obra biológica del esperma. Así, un varón es el que llama a un alma a encarnarse. No es la mujer la que exige la encarnación de un alma.
Y depende si el hombre entró en la mujer -conforme o no a la Voluntad de Dios- así bajará -al cuerpo que se concibe en el seno de la mujer- un alma u otra. Así el primer hombre, fuera de la Voluntad de Dios, engendra a Caín al entrar en Eva, es decir llama a un alma -que ya sirve a Satanás- a encarnarse. Cuando, en la Voluntad de Dios, entra en su Mujer, engendra a Abel, es decir, llama a un alma -que ya sirve a Dios- a encarnarse. La obra sexual del varón exige la encarnación del alma. Sin la obra activa del varón nunca se encarnará un alma.
La obra sexual de la mujer exige el espíritu:
Y la obra sexual de la mujer es dar al hijo que ha concebido -en la actuación del varón dentro de ella- el Espíritu de Dios, para que ese hijo sea Hijo de Dios, es decir pertenezca a la Familia Divina.
Por tanto, Eva dio al hijo, que concibió del primer hombre, el espíritu del demonio (Eva carecía del Espíritu de Dios, pues era un animal prehumano). Y la Primera Mujer dio al hijo, que concebió del primer hombre, el Espíritu de Dios.
Por el pecado original, la mujer da el espíritu del demonio. Y, por eso, todo hombre que nace está poseido, en su cuerpo, -en mayor o menor grado- del demonio.
La obra de los gametos masculino y femenino exige el cuerpo:
La unión del esperma y del óvulo sólo exige una carne, un cuerpo físico, con un ADN propio, pero no exige ni el alma ni el espíritu. Y, por eso, en toda fecundación artificial se engendra un ser que no pertenece a la naturaleza humana, es decir ese ser no tiene alma ni Espíritu Divino, porque no han obrado activamente -en la concepción- ni el varón ni la mujer. No hubo obra sexual. Sólo han obrado el esperma y el óvulo, que se los ha manipulado para alcanzar una unión no natural, antinatural y artificial. En esa fecundación artificial siempre encarnará un espíritu del Mal en un cuerpo físico de hombre.

2 Replies to “En la fecundación artificial no hay alma”

  1. Y esos individuos sin alma, son cómo si fueran animales cuya alma vegetativa se aniquila al morir o están habitados por ángeles caídos o sea demonios encarnados? Porque un espíritu siempre es un ser en si mismo y tiene persona, con individualidad, conciencia y voluntad, tanto si es bueno cómo si es malo?
    1. Tanto el espíritu como el alma son seres completos en sí mismos, con inteligencia, voluntad y libertad sin depender del cuerpo físico.
      La diferencia estriba en que el alma está ordenada a un cuerpo, es decir tiene capacidad para poseer una vida humana, y el espíritu no está ordenado a un cuerpo, es decir no tiene esa capacidad.
      Esta capacidad de tener una vida humana consiste en ser principio de vida para el cuerpo en el cual se encarna el alma. De esta manera, el hombre con alma no necesita de un alma sensitiva para dar vida a su cuerpo. Con su alma da vida al cuerpo.
      Como el Espíritu no tiene esta capacidad de ser principio de vida para el cuerpo, por eso en la fecundación articicial se produce la formación de un alma sensitiva, propia del animal, pues en el ADN humano, en esos gametos masculinos y femeninos, hay mezcla del ADN animal, que da a lugar a esa alma vegetativa. Sin esta mezcla no se podría dar esta alma sensitiva.
      El espíritu que toma ese cuerpo, cuyo principio de vida es animal, le pone la inteligencia para aparecer como hombre que tiene inteligencia.
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AMDG et DVM

Cloruro di Magnesio: CURA PRATICAMENTE TUTTO

Magnesio per curare quasi tutto e costa pochissimo, perché lo usano in pochi?

Le sue proprietà, come spesso accade, furono scoperte per caso nel lontano 1915 dal prof. Pierre Delbet .

 
 
 
 
 
Il magnesio, la panacea per tutti i mali  o quasi, solo che ad usarlo sono veramente in pochi. Eppure, pur trattandosi di un prodotto di scarto del sale, quindi dal costo irrisorio, il cloruro di magnesio è in grado di risolvere una gran quantità di malanni, trattandosi di un elemento fondamentale per la vita di oltre 300 enzimi, e quindi anche per l’organismo. 

Le sue proprietà, come spesso accade, furono scoperte per caso nel lontano 1915 dal prof. Pierre Delbet che, da allora, ha dedicato buona parte della sua attività professionale a trovare sempre nuovi utilizzi per questa sostanza a dir poco sorprendente. Il professore in questione, utilizzando per la prima volta una soluzione di cloruro di magnesio per lavare le ferite, si accorse che non solo queste guarivano più in fretta, ma i tessuti non subivano alcun tipo di danno.

Ed ecco quindi che, con il tempo, il prof. Pierre Delbet si rese conto che il cloruro di magnesio era in grado di curare una gran quantità di mali, anche semplici acciacchi e, non solo, visto che riusciva anche a ridurre l’incidenza di alcune malattie. L’elenco è lunghissimo e va dalla cura dell’epilessia, alla distrofia, sclerosi, poliomielite, tumori, asma, bronchite cronica, broncopolmonite, enfisema polmonare, pertosse, raucedine, affezioni intestinali, malattie cervicali, tensioni muscolari, artriti, sciatiche, dolori ai muscoli, calcificazioni, osteoporosi, depressioni, ansie, paure, mali di testa, febbri, fuoco di sant’Antonio, orticarie, tetano, rabbia, parotite, rosolia, morbillo e numerose altre malattie dell’infanzia.
Pierre DelbetL’elenco, come si vede, è bello lungo e non comprende nemmeno tutte le patologie sulle quali il cloruro di magnesio è in grado di agire, perché ve ne sono anche altre, di minor importanza, ma che tuttavia rappresentano molto per coloro che ne soffrono. Nelle sue tante ricerche, il prof.  Pierre Delbet sperimentò il cloruro di magnesio anche sotto forma di pomata, per applicazioni esterne, e con sua grande sorpresa, poté constatare che i pazienti sottoposti al trattamento, se incanutiti dal tempo, riuscivano a riprendere un po’ di colore su capelli e peli  ormai bianchi.

Anche nella cura della pelle si erano fatti registrare dei risultati sorprendenti e, per la precisione, eczemi, psoriasi, verruche, ma anche in altre legate a stati allergici come le orticarie, raffreddori da fieno, emorroidi e tanto altro ancora. Nelle sue osservazioni, Delbet poté anche verificare come l’incidenza del cancro nei contadini egiziani che assumevano regolarmente il cloruro di magnesio era del 10% più bassa rispetto agli europei o agli americani e che, nel caso del cancro allo stomaco, la percentuale arrivava addirittura al 50%.
Insomma, tutte queste osservazioni e sperimentazioni non facevano che confermare quanto fosse importante il cloruro di magnesio per l’organismo, cosa che non poteva e non doveva essere ignorata, mentre lo era, e lo è tutt’ora, di fatto da parte del mondo scientifico.

malpensanti attribuiscono la colpa di questo allo strapotere delle aziende farmaceutiche, quelle che spendono miliardi in ricerche, che si troverebbero a dover fare i conti con un sensibile abbassamento dei loro guadagni se, alla fine, il magnesio cominciasse ad essere assunto con maggior frequenza, sempre da un numero maggiore di persone. Ma si tratta veramente di malpensanti o semplicemente di persone più smaliziate che non hanno più molta fiducia in  chi detiene il potere, sia economico che di altro genere.

Il magnesio è presente regolarmente in vai alimenti naturali, prodotti della terra, il che  non fa che avvalorare il concetto che la natura è in grado, da sola, di risolvere la maggior parte dei mali dell’uomo. Cereali integrali, soia, fagioli, vegetali in genere sempre se di coltivazione biologica, frutti di mare e, meno male, cioccolato e  cacao. In tutti i casi è reperibile regolarmente in farmacia o nelle erboristerie come integratore. I principali sintomi di una carenza di magnesio sono  ansia, ipereccitabilità muscolare, mal di testa, vertigini, insonnia, asma, alterazioni del ritmo cardiaco, stanchezza eccessiva e inspiegabile, disturbi del ciclo mestruale.

Cosa serve all'uomo guadagnare il mondo intero se perde la sua anima?


anima salvata dall'inferno


«Cosa serve all'uomo guadagnare il mondo intero se perde la sua anima? Cosa può dare in cambio della sua anima»?

- dal Vangelo di Marco (8, 36-37).
 Il fine della vita

Non si possono negare questi due fatti:

1º - Un certo numero di giorni fa tu non esistevi.
2° - Fra un certo numero di giorni tu sarai morto.
Da ciò due questioni.

Da dove veniamo? Da Dio. Inutile insistere. Bisogna provare che un falegname ha fatto questo tavolo? Un tipografo questo foglio di giornale? Che un autista conduce quel taxi che sta sorpassando quel camion sulla strada? Bisogna provare che è stato necessario Dio per creare il cielo stellato, disegnare le foglie di questa foresta, dare gli occhi candidi a questo bambino, per darvi la conoscenza del Bene e del Male? Ma se noi veniamo da Lui, chi può dire: «Io non devo nulla a nessuno, io sono indipendente»? Infelice, puoi bere un bicchiere d'acqua, respirare una boccata d'aria, fumare una sigaretta senza di Lui? La neutralità verso di Lui è una mostruosità.

Seconda questione. Dove andiamo? Cosa succede dopo la morte? Possiamo saperlo? La ragione ci dice che non siamo delle bestie; che la nostra anima ha delle operazioni indipendenti dalla materia perché non subisce la distruzione della materia, ma è immortale; che il bene deve essere ricompensato e il male punito (ciò che spesso non succede quaggiù); che aspiriamo ad una felicità infinita non soddisfatta dalle cose terrene. Ma possiamo saperne di più sull'aldilà? Con certezza? Si, perché Dio ha parlato. Egli ha rivelato il fine della vita e ciò che ci attende dopo la morte. Egli ha parlato e ha confermato la sua parola con miracoli innegabili. Non si può dubitare. La nostra vita ha un fine (...era da prevedere).

giudizio di dio

Qual'è dunque il fine della vita? Dio ha parlato. Gesù Cristo Nostro Signore, ci ha detto: «I giusti andranno alla vita eterna... i dannati al supplizio eterno» (Mt25, 46). Ci ha inoltre avvertiti: «Renderò a ciascuno secondo le sue opere» (Mt 16, 27).

Il fine della vita, il fine ultimo dell'uomo. Qual fine aveva Dio creandoci? Qual fine ha assegnato all'uomo? Dio ci ha creati per la sua gloria e per la nostra eterna felicità. Dio non aveva bisogno di noi, Egli ci ha creato in un pensiero d'amore per farci partecipi della Sua infinita felicità, per farci vivere la Sua vita eterna. «Quia bonus est Deus nos sumus», dice Sant'Agostino (354-430), «perché Dio è buono, noi esistiamo». Il Bene Infinito al quale ci destina è Lui stesso.

Il fine della vita: una felicità indescrivibile. Siamo stati creati per godere eternamente Dio. Ma Dio è Spirito. Dio è Amore. Può essere posseduto solo con la conoscenza e con l'amore; per questo ci ha dotati di intelligenza e volontà. Ci ha creato per possederlo, Lui, il Bene Infinito, in un'estasi ineffabile. Noi lo vedremo faccia a faccia tale quale Egli è dice San Giovanni. Noi non possiamo farci un'idea di questa felicità sulla terra, perché nulla, quaggiù, ci può dare un'idea del Bene Infinito (noi non ne abbiamo che un'idea indiretta, per analogia. Ciò costituisce, quaggiù, il merito della nostra fede. Perché quando noi lo vedremo faccia a faccia, noi saremo attirati irresistibilmente da questo Bene Infinito). San Paolo, che aveva intravisto questa felicità, diceva: «Quelle cose che occhio non vide, né orecchio udì, né mai entrarono in cuore di uomo, queste ha preparato Dio per coloro che lo amano» (1 Cor 9). Tale è il nostro destino, la ragione della nostra esistenza. Il fine ultimo della vita, il nostro fine ultimo (Dio ci ha creato per questo) è il beato possesso di Dio nell'eternità, ossia la nostra eterna felicità 1.


 Il fine della vita, cioè il nostro fine prossimo

- Perché questa vita di alcuni anni quaggiù sulla terra?
- Questa felicità eterna Dio non vuole donarcela per forza. Egli vuole farcela, in qualche modo, meritare (benché senza la grazia di Cristo noi non possiamo meritarla in giustizia). É la ragion d'essere del nostro passaggio su questo pianeta. Per godere in cielo di questa felicità eterna, bisogna, sulla terra, guadagnarla. «L'uomo è creato - ci dice Sant'Ignazio di Loyola (1491-1556) - per lodare, onorare, e servire Dio e, in questo modo, salvare la sua anima». In altri termini: Dio ci ha dato un'intelligenza e una volontà per conoscerlo come Creatore onnipotente e Maestro sovrano, per riconoscerlo come nostro Maestro e come nostro Padre infinitamente buono e darGli prova del nostro amore obbedendo ai Suoi Comandamenti.

E in questo modo, noi meriteremo la felicità eterna. É troppo giusto che noi Gli obbediamo perché noi Gli apparteniamo. É essenzialmente ragionevole, perché Egli è il Creatore del Mondo. Non è al contrario una mostruosità pretendere di restare neutri verso il Padre al quale tutto dobbiamo? É del tutto conforme alla nostra natura che nulla possa soddisfarci quaggiù. «Tu ci hai fatti per te, mio Dio - dice Sant'Agostino - e il nostro cuore è inquieto fintanto che non riposa in Te». É anche il tuo interesse, infelice, perché si tratta della tua eternità! In una parola, è tutta la ragione della nostra esistenza quaggiù.

 Il fine della vita?

É conoscere, amare e servire Dio in questa vita per meritare di goderLo, come Bene Infinito, per tutta l'eternità 2.

Ma c'è una terribile alternativa: la salvezza o la dannazione«É necessario che io cada in una o nell'altra eternità», nota Sant'Ambrogio (339-397). O il cielo, o l'inferno. O la felicità eterna, o il supplizio eterno. Di Dio non ci si prende gioco, dice San Paolo. Creati per Dio, se qualcuno si allontana da Lui, nostro ultimo fine, per preferire qualunque altra cosa... se un uomo, essere intelligente e libero, creatura di un giorno, osa, mettersi al di sopra del Creatore, dell'Onnipotente, dell'Eterno, sappia, e Dio ci ha già preavvisati, che intenderà nel giorno del Giudizio questa parola terribile e definitiva: «Allontanatevi da me, maledetti, andate nel fuoco eterno» (Mt 25, 41). E non facciamo i sentimentali dicendo che Dio è troppo buono per dannarci.

É lui che ci ha avvertiti. Dio non ritira più quello che ha detto (a meno che non ci si converta). «lo sono il Signore e non ho che una parola» (Ml 3, 6). Ecco perché questa felicità eterna, questa vita eternamente felice è chiamata «salvezza». Perché se noi la perdiamo, tutto è perduto. Se noi la guadagniamo, siamo salvi. A cosa ci servirà aver avuto ricchezze e piaceri; essere stati ministri, re, dittatori, ecc... se dopo qualche mese dobbiamo perdere tutto e bruciare eternamente nell'inferno? «Cosa serve all'uomo guadagnare l'Universo - ripeteva Nostro Signore - se poi perde la sua anima? Cosa potremo dare in cambio della nostra anima?


 Il nostro grande problema: salvare l'anima

Ecco il nostro grande problema: salvare la nostra anima. Molti dicono: «Ho degli affari: l'ufficio, l'officina, la politica, il commercio, gli studi, le ferie, ecc... Cos'è tutto ciò in paragone alla salvezza? Di tutte queste cose noi dobbiamo servircene per acquisire la salvezza, usandone quel tanto che Dio vuole che ce ne serviamo. Ma anteporre ciò alla salvezza eterna? Quale follia! «Lavorate alla vostra salvezza, con timore e tremore», scriveva San Paolo ai Filippesi (Fil 2, 12). E altrove insiste ancora perché non si attacchino a questo mondo, ma si occupino della loro salvezza. «Il tempo è breve - dice ancora San Paolo - la scena di questo mondo passa» (1 Cor 7, 37).

Non comportiamoci come i bambini che preferiscono i divertimenti alle cose serie. «I trastulli dei bambini - dice Sant'Agostino - li chiamano trastulli; i trastulli dei grandi sono chiamati affari». Guardiamo le cose alla luce dell'eternità e ne avremo una nozione più vera. Quale affare vorreste aver realizzato, quando domani per voi tutto se ne andrà in fumo e quando lascerete questo mondo? Sì, il grande affare, l'unico affare, quello che è prima di ogni altro: lavorare per salvare la propria anima.

 L'importanza della salvezza

La salvezza a cui si fa così poco caso, è così importante che Dio vi ha pensato da tutta l'eternità.
Per la nostra salvezza, la creazione
Par la nostra salvezza, l'Incarnazione: «Propter nos homines et propter nostram salutem, descendit de cœlis» («per noi uomini e per la nostra salvezza è disceso dal cielo»), cantiamo nel Credo.
Per la nostra salvezza, la sanguinosa Passione e la morte sulla Croce del Figlio di Dio fatto uomo.
Egli ha voluto significarlo con il suo nome: «Gesù», cioè «Salvatore». «Oggi vi è nato un salvatore, il Cristo» (Lc 2, 11), disse l'Angelo ai pastori. Lui stesso diceva di Sé: «Il Figlio dell'Uomo è venuto per salvare ciò che era perduto» (Lc 19, 10). Giovanni Battista è inviato a portare al suo popolo la scienza della salvezza. All'uomo di affari che pensa solo a procurarsi ricchezze per dei lunghi anni, dice: «Stolto, questa notte stessa, ti sarà chiesta l'anima» (Lc 12, 20). La salvezza è la perla preziosa in cambio della quale ci si può disfare di tutto, perché nulla eguaglia il suo valore.

Consideriamo le preghiere e le penitenze dei Santi per salvare la loro anima. Tu non vuoi occuparti della tua salvezza? Forse, pensi di salvarti senza preoccupartene. Ciò che ti rassicura è che gli altri (molti altri) non pensano alla loro salvezza. E dietro questa massa che corre verso l'Inferno, come dice SantAgostino, tu preferisci intrupparti e seguire, come in un branco di pecore, senza riflettere più degli altri. Il numero degli stolti è infinito dicono le Sacre Scritture. Un uomo che riflette vale più di mille altri che non hanno riflettuto. Il grande numero non dà loro ragione. La terra è desolata dalla desolazione, diceva il Profeta Geremia, perché nessuno riflette in fondo al suo cuore. Quale risveglio, quando «prestissimo» essi lasceranno questo mondo che passa! Allora tu, lettore, pensa alla tua anima. Occupati della tua salvezza. Guarda quanta cura hai messo negli altri tuoi affari. Non trascurare il grande problema della tua vita: salvare l'anima.

morte del giusto e morte del peccatore
Morte del giusto e morte del peccatore.
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Note

1 Ecco perché si dice: «L'uomo è creato per la gloria di Dio». La Gloria è una Perfezione conosciuta ed apprezzata nel suo giusto valore. Dio solo può. conoscersi e stimarsi adeguatamente, amarsi in modo perfetto nella sua santa Trinità (è ciò che si chiama «Gloria interna»). Per un favore gratuito, Egli vuole innalzare la creatura alla possibilità, alla felicità di godere questo Bene Infinito che non può essere posseduto che per via di conoscenza e di amore (è ciò che si chiama «Gloria esterna»). Ciò non aggiunge nulla a Dio come il riscaldarci ai raggi del Sole non aggiunge nulla al suo fuoco ardente, o il bere alla sorgente nulla aggiunge alla sorgente stessa. Ma è in questo godimento di Dio che consisterà la nostra eterna felicità. Ricercare la «Gloria di Dio» o cercare la nostra felicità eterna è una sola e medesima cosa. (Considerata per rapporto a Dio, noi la chiamiamo: Gloria (esterna) di Dio; considerata per rapporto a noi la chiamiamo la nostra eterna felicità).

2 Non solamente non c'è imperfezione nel ricercare questa felicità eterna, questo godimento eterno di Dio, come è preteso da taluni pagani moderni, ma in ciò consiste ogni perfezione dell'uomo. Egli è creato per questo. É il suo fine ultimo. Se non lo persegue, è come un orologio o una macchina che non funziona; ce ne sbarazziamo, la gettiamo: Non ha più la sua ragione di esistere.


AMDG et DVM

martedì 28 agosto 2018

EL TIEMPO MAS DIFICIL


Mensaje a Discípulo, 24 julio 2018



Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo, recibido por Discípulo 
Amados hijos Míos…
Habéis entrado en el tiempo más difícil que se ha vivido desde el principio de la Humanidad. Y éste se extenderá y cubrirá muchas regiones del mundo en donde la fe parecerá haber desaparecido.
En donde muchos, habiéndose consumado la Traición por el Impostor, habrán dejado de creer en Mi, que Soy La Vida, que Soy la Paz, el Camino y la Verdad!
En esos momentos de confusión en el mundo, en esos momentos de dudas, nadie sabrá escoger el camino correcto ni andar por él.
Puesto que habiéndose abandonado a las prácticas de los paganos y de los pueblos idólatras, me habrán sacado muchos de su corazón. Y habré sido profanado y arrojado de Mis templos!
Los cuales se han sostenido a lo largo del tiempo de la historia, porque Mi Sagrada Presencia está ahí constantemente.
De tal forma, que puedan recibir de Mí, toda la fortaleza y la capacidad para que puedan resistir hasta el fin.
Pero habiendo abandonado el camino de la gracia, muchos abrasarán doctrinas perversas Y extrañas.
El Evangelio y mi Cruz será trastocado, cambiado, suplantado por un evangelio de comodidad, un evangelio mundano que no traerá ningún progreso espiritual. Sino que traerá la ruina sobre el mundo.
Cuando esté pronta a caer la Justicia de Mi Padre, sobre el mundo, en ese momento, realmente se conocerán los hijos de Dios. Y serán Mis hijos, todos aquellos, que han permanecido en la Verdad. Porque nada ni nadie fue capaz de desviaros de su fe.
Esta fe que se sostendrá para los últimos tiempos, será acrisolada mediante la tribulación y la purificación que ya está en medio de vosotros.
En cuanto se haya llevado a cabo la Herejía y se haya manifestado el Cisma, cuando se haya declarado la Apostasía Mayor, cuando muchos hayan abandonado el buen camino de las buenas obras, de la oración del sacrificio y la penitencia, entonces, estallará de improviso la Cólera justa y divina de Mi Padre! Que finalmente lo purificará todo instaurando un Reino Nuevo.
Esto es lo que llamais y conocéis como Cielos nuevos y Tierra nueva. Una época nueva en la historia de la Humanidad en la que todo mal será arrancado de raíz y todo pecado, toda falta, toda infidelidad, toda indolencia, toda imprudencia, toda indiferencia, toda frialdad será borrada por el Fuego Celestial que Mi Padre traerá al mundo a través de Mi Corazón Sagrado.
Serán traspasadas las almas, cada una de ellas con la luz de Mi Mirada, para que ante Mi Presencia veáis vuestros pecados, Veáis vuestras miserias.
Y recordad siempre estas palabras, porque no habéis permanecido fieles a Mi, porque no habéis fortalecido vuestra voluntad con la oración el ayuno y la penitencia.
El enemigo os arrancará lo poco que creen tener para sostenerse, y entrará a despojarlos de la gracia que Yo He depositado en sus almas, el vendrá a robarles la paz, el vendrá a crear confusión y división.
Desde los más altos cargos de la Iglesia se suscitará la división, la discusión, porque ha llegado la hora del gran cisma, la separación de la buena semilla y la paja de trigo, la cual será arrojada al fuego, puesto que no produjo ningún fruto en la vida espiritual.
Mis hijos: no abandonéis el camino de la Cruz y de la gracia cuando estas doctrinas perversas y extrañas sean anunciadas y sean conocidas en muchas partes del mundo, difundidas y llevadas por la boca de los falsos profetas, que en comunión con su príncipe, con su rey, habrán difamado y habrán distorsionado completamente la Verdad del Evangelio. Ya no les hablarán de Mi Cruz, ya no les hablarán del sacrificio, de la penitencia y ayuno; si no que os hablarán de una nueva forma de vida en la Tierra, que no requiere de sacrificios, compromisos.
Entonces, entendáis vosotros que habrá llegado el gran cisma en su parte final, y entonces será partida la Iglesia, Mi Iglesia, terriblemente en dos partes. Los que creen en Mí y los que Me siguen a Mí, los que siguen a Mis verdaderos profetas, y aquellos que siguen el falso profeta y que con su lengua perversa arroja maldad y veneno sobre todo el género humano.
Es la hora de la Apocalipsis, capítulo doce. Es la hora en que Mi Madre se manifestará el mundo como Aquella que ha sido coronada con la Corona de 12 estrellas, que representa a las 12 tribus de Israel, y la luna bajo sus pies, el resplandor del sol a su alrededor.
Nuestra Madre será llamada la triunfadora de todos los siglos, la vencedora de las fuerzas del mal. Ella, como buena madre, os indicará el camino para seguir de hoy en delante que vosotros debéis seguir. Ella os indicará a que profeta escuchar y a quien no escuchar. Ella les dirá también las verdades eternas de la fe, que nunca dejarán de ser, aunque muchos las hayan negado y se hayan apartado de ellas por propia voluntad y por propio conocimiento.
Este es el engaño más terrible y sutil de Satanás. Esta es la soberbia que envolverá muchos corazones para despreciar el verdadero mensaje de Mi Palabra, De Mi Evangelio.
Vosotros lleváis Mi Cruz cada día, también con vuestras propias tribulaciones y preocupaciones.
Esto es muy necesario, para que puedan entrar en el nuevo género y estilo de vida que esta Tierra tendrá, cuando sea purificada y sean purificados los países y aquellos que los gobiernan. Cuando sea desterrado el mal, cuando sea desterrado el odio, cuando sea desterrada la indiferencia, la indolencia y todo aquello que no permite que Mi Palabra arraigue en los corazones. Entonces, se habrá efectuado la parte final de este gran cisma.
Es necesario, así quiere Mi Padre, que así suceda, que así se lleve a efecto, para que se sepa quiénes son los verdaderos hijos de la luz y quiénes son los hijos de las tinieblas, los cuales desaparecerán y toda su descendencia de la faz de la Tierra, cuando aparezca Cielos Nuevos y Tierra Nueva, y empiece una nueva vida para este planeta .
Os amo, Mis hijos, con todo Mi Corazón.
Os pido en este mensaje, a toda la Humanidad, que permanezcáis atentos, alertas y vigilantes como el centinela esperando la luz de la aurora, como el guardia armado, atento a todo movimiento sospechoso, atento a toda noticia. Y estén preparados a todo aquello que está por suceder Y sepan que esta preparación viene sólo de Mi Espíritu, y que si estáis todavía en el mundo y en la carne y no entendéis las cosas del espíritu… ¿cómo entonces pretendéis entrar a Cielos nuevos y Tierra nueva si no aprendéis a discernir los signos de los tiempos?
Es el Espíritu Santo el que os va enseñar a vosotros, queridos hijos. Pedid mucho al Espíritu Santo divino de amor de gracia y paz, para que os dé fortaleza y les alumbre el entendimiento, y les haga tomar una decisión fuerte y firme en el momento en que se les pida a ustedes la razón de vuestra fe, el testimonio por el cual muchos de Mis hijos derramarán su sangre y darán su vida, por el Evangelio de Mi Cruz.
Esta Cruz los va a sostener a ustedes, esta Cruz que hoy vais a colocar, los va a sostener a ustedes y va a sostener a todos aquellos hijos Míos que no solamente lleven la Cruz como un símbolo externo, sino que la lleven en su corazón.
Esa Cruz gloriosa, que un día resplandecerá en el cielo llena de luz para determinar el tiempo del Aviso y de la Iluminación de las Conciencias.
Entonces, Me veréis ahí nuevamente… crucificado… Me veréis nuevamente sangrando de Mis manos… y de Mis pies… con Mi Corazón traspasado por la lanza del soldado…
Entonces… Yo contemplaré también vuestras almas y vosotros Me contemplareis también a Mi.
Y en esta fusión de nuestras miradas se realizará el Juicio de las Conciencias.
….Esto… está… muy Próximo queridos hijos…
…Si amada Humanidad, está muy próximo!
Entonces, no os desaniméis por las pruebas y dificultades, porque Yo todo lo permito. Pero doy una gracia muy especial para quien ha decidido permanecer fiel y no apartarse ni a la derecha ni a la izquierda. Aquel que vuela a Mi como un ave libre, vuela libre en el firmamento, así las almas que me aman vuelan sin ninguna cadena de opresión. Buscando la luz, encuentran la luz, porque la luz está reservada para las almas libres. En cambio las almas cautivas por Satanás, aquellas que han sido encadenadas, aquellas a las cuales se les ha impedido volar libremente, aquellas que se les ha inducido a entrar en una doctrina errónea, aquellas que se han dejado seducir por el espíritu de Mi enemigo, esas son las que Me duelen ahora en el alma, pensar en ellas, sentir por ellas…
Por esto, es que Yo os pido queridos hijos, que permanezcan constantemente en oración, que permanezcan constantemente atentos a las cosas que van a suceder, porque en el cielo habrá cambios en los elementos que lo conforman, en los astros, el sol, la luna y las estrellas y la conjunción de los planetas .
Está próxima la gran Guerra que llenará de luto los corazones, que pondrá un panorama obscuro en muchos lugares de la Tierra. Oren para que esta guerra no inicie en invierno, pues serían terribles sus efectos.
Doce naciones poderosas se han aliado. Y han decidido desterrarme de los templos de cada país, de cada nación. Han decidido perseguiros a vosotros para darles muerte, pero sepan que Yo os protejo, porque la hora de dar gloria y testimonio a Mi Nombre no ha llegado, pero se está aproximando muy rápidamente.
Entonces, amados hijos, toda esta preparación que ahora recibís en forma de sufrimiento y de tribulación, os hará más fuertes en la fe. Y no olviden que triunfará sólo el más valiente, aquel que tenga más fuerza de voluntad, triunfará aquel que de rodillas pase más tiempo frente a Mi Sagrada Presencia para fortalecer su voluntad su mente y su corazón.
Las montañas y los montes pronto se sacudirán. Un gran prodigio en el cielo será visible en todo el continente europeo.
En todo el mundo habrá una gran confusión, una pérdida de identidad, porque se han alejado de Mi Palabra, porque han buscado pastores que no son verdaderos pastores, porque ahora quien os guía universalmente, os guía con el espíritu del error, y os conduce a la mentira y a la muerte, a la sombra del olvido y a la condenación eterna.
No os dejéis seducir ni engañar, la única Verdad está en Mi Palabra, y los que son Míos la conocen en su corazón, porque Ella ha sido grabada con letras de oro, y nada ni nadie la borrará. Y permanecerá aún después de la muerte, y en esto darán testimonio de Mis obras, en esto darán testimonio de vuestra fe, así conoceréis que Yo existo y vivo para siempre. Soy y existo para siempre, pues Soy Dios, y fuera de Mí no podéis tener otros dioses.
Mi Padre es celoso de Su Gloria.
La gloria que Él reclama de Sus hijos ahora, servirá cómo testimonio para las naciones infieles y los que los gobiernan. Porque la masonería, porque la nueva era, porque tantas criaturas que no han conocido el amor de Mi Padre se han dejado seducir y engañar, y conducen por el camino del error a todos aquellos que se dejan conducir y seducir por ellos.
Yo, Juez, poseo únicamente La Verdad, y Mi Verdad se encuentra en la Cruz.
En la medida que cada uno de vosotros la aceptéis cada día, en la medida en que la llevéis con resignación, con silencio, sin quejaros, en esa medida, estarán libres de los ataques y las seducciones de Satán.
Os bendigo a perpetuidad con esta bendición a todos los sacerdotes que escuchen este mensaje. Y a todos Mis hijos en la Tierra, os desea Paz el Señor, Fuente de todo bien, de la gracia, de la Verdad!
Amén, amén, amén.

AMDG et DVM