giovedì 20 ottobre 2016

*COMO MI PROFETA, ANUNCIA Y DENUNCIA LO QUE MIS PREDILECTOS CALLAN 28-6-2016

COMO MI PROFETA, 
ANUNCIA Y DENUNCIA 
LO QUE MIS PREDILECTOS CALLAN 
 28-6-2016 


Mi buen Jesús, Tú que todo lo sabes y todo lo ves y nada queda oculto a Tus ojos, descúbrenos Tus Caminos, Guíanos en la Verdad porque el mal se disfraza de bien para seguir engañando las almas, y en la confusión se alejen del Verdadero camino y la salvación. 

Apiádate de nosotros, de Tu Iglesia y nuestro Vicario Benedicto XVI, levanta Tu brazo de poder y ven a Salvarnos, para que la confusión no siga creciendo, y los que buscamos sostenernos en la Fidelidad no nos desalentemos en medio de tantas pruebas y lastrampas de nuestros enemigos. Amén.

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Estáis en la Barca que, agitada por la tempestad, pareciera hundirse, pero en verdad os digo que en medio de la tempestad, Yo estoy con vosotros, no temáis. 

Benedicto está rodeado de lobos, controlado y vigilado por la masonería dentro del mismo Vaticano, obligado a hablar por las fuerzas del mal, que lo aprisionan para seguir engañando a las almas y confundir a los que Me guardan fidelidad. 

Ahora triunfa el mal aparentemente, mas no por mucho tiempo, porque a Mi Voz de Mando MI VICARIO SE LEVANTARÁ CON FUERZA Y PODER, QUE LE DARÁ COMO UN SOPLO DIVINO EL ESPÍRITU SANTO, EL ESPÍRITU DE LA VERDAD, PARA ANUNCIAR Y DENUNCIAR todos los crímenes de Mi Iglesia, la que me es infiel y se prostituye, la falsa iglesia que lleva Francisco, EL FALSO PROFETA, EL SERVIDOR DEL DIABLO Y ANTICRISTO. 

Vosotros, Mis verdaderos testigos, Mis Apóstoles y Discípulos, no os desaniméis, ni tengáis miedo en medio de la tempestad, seguid adelante cumpliendo Mis deseos, atendiendo Mis llamados, y luchando con fe, cada día, los combates espirituales que os dan Mis enemigos, todos los seguidores de Francisco, todos los que están en la falsa Iglesia. Os dije que vuestra mejor batalla y la victoria es vuestra obediencia a Mí, Vuestro Dios, vuestra fidelidad, escuchando y recibiendo los Mensajes Divinos a través de Mis profetas y enviados, que la falsa Iglesia quieren callar, y rechazan toda revelación dada a Mis mensajeros y profetas de estos tiempos. 

Vuestra mayor protección es EL SANTO SACRIFICIO DEL ALTAR, VUESTRA MISA ESPIRITUAL, EN HUMILDAD, EN LA SOLEDAD, EN ESE ENCUENTRO íntimo de cada alma Conmigo, Su Dios y Señor. Ya que es la Santa Misa que me agrada, y en la que Me hago presente para derramar Gracias y Bendiciones, hacedla unidos a Benedicto XVI, ofrecedlo todo por Él y por vosotros, Su rebaño, Mis pequeños corderitos, que sois mansos y humildes de corazón. 

Con esto estaréis siempre protegidos aun cuando sintáis los ataques del enemigo, que serán muchos y se multiplicarán en estos tiempos; pero no desconfiéis: con vuestras comuniones espirituales y vuestros sufrimientos del alma, por estar ya en el desierto, ayudaréis a Benedicto a levantarse con firmeza en defensa de su Rebaño, porque las fuerzas del mal están actuando sin descanso, buscando atacar mi obra. 

Vosotros, los que sois el Rebaño Fiel, los que en verdad me amáis, no seáis tibios, porque a los tibios Yo los vomito de Mi Boca; cuando mayor sea el número de almas y sacerdotes unidos a MI VERDADERO VICARIO BENEDICTO XVI, más se acortará el tiempo en que llegue EL TRIUNFO DE MI IGLESIA, el triunfo que llega con la Cruz; la Cruz pesada es para Benedicto, y él sabe bien que ya llega su hora, mas el verdadero Pastor da la vida por sus ovejas. No hay triunfo sin Cruz, no hay victoria sin Cruz. 

¡Ay de aquellos sacerdotes que callan la Verdad y oprimen a Mi Iglesia, persiguiendo a Mis Verdaderos Apóstoles y Discípulos! ¡Ay de aquellos hipócritas que dicen conocer mi ley y servirme, porque el día de Mi Cólera llega pronto, y como ladrón en la noche os sorprenderá y serán juzgados severamente! 

¡Ay de vosotros pastores que dejasteis extraviar a las ovejas del rebaño, porque el día que seáis juzgados os pediré cuentas de esas almas que se extraviaron y se perdieron por vuestra causa e infidelidad! 

¡Ay de vosotros pastores de Mi Iglesia, que sois como los escribas y los fariseos de aquellos tiempos, conocedores de la ley pero incapaces de cumplirla! Vosotros mismos no veis los signos de los tiempos ni preparáis a las almas a Mi encuentro, dudáis de Mi Palabra y buscáis ponerme a prueba. ¡Con qué dureza seréis tratados en el día del juicio, porque sois duros de corazón, soberbios y orgullosos, pretendéis tener todo el Conocimiento Divino, pero os digo que, en verdad, no Me conocéis! 

Yo no he venido por todos, he venido por unos cuántos, por los que Mi Padre me ha dado y YO HE COMPRADO CON MI SANGRE DERRAMADA, MURIENDO EN LA CRUZ, UN RESTO FIEL, un pequeño Resto Fiel que se salvará, porque en verdad os digo que no todos sois hijos de Mi Padre e hijos de la Luz. Los que están con el verdadero Vicario, Benedicto XVI, sois hijos de la Luz e hijos de Mi Padre, porque abrazáis la Cruz y os laváis con mi Sangre Redentora; mas los que están con Francisco y siguen al falso papa, son hijos de la mentira, del engaño, tenéis como padre al príncipe de este mundo, y sois seguidores de satanás, porque amáis la mentira y el engaño, y rechazáis la Luz de Cristo. 

La persecución se incrementará contra todos MIS TESTIGOS, LOS QUE EN VERDAD ESTÁN CONMIGO Y ME AMAN, PORQUE VOSOTROS SOIS TESTIGOS DE LA VERDAD, anunciáis la Verdad y denunciáis la mentira. Muchos son tibios, ni fríos ni calientes, y a esos los vomito de Mi Boca. 

No se puede servir a dos amos: o se está Conmigo, o se está en contra Mía. Esto es en la falsa Iglesia: el que la guía y sus seguidores, están en contra Mia, porque detestan la verdad y van tras todos los placeres del mundo. 

Pedid la intercesión de vuestros hermanos los santos, acudid a la Iglesia Triunfante para combatir esta batalla, porque como nunca antes se ha visto será esta batalla espiritual, que ya ha comenzado. Todas las fuerzas del mal están actuando, todos los espíritus malignos, demonios desencarnados y encarnados, os combaten a diario. Permaneced en estado de Gracia, ésa es la derrota contra todo demonio y espíritu maligno. 

Guardaos en Mi Paz y en comunión con Benedicto XVI. Aguardad la hora y el día. 

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Jesús: cuida Tú mismo de Nuestro Vicario, EL PAPA BENEDCITO XVI, hasta que llegue el día y la hora que sólo Nuestro Padre del cielo ha determinado para la Iglesia. Que nuestros hermanos, los santos, nos ayuden en este combate espiritual para mantenernos Firmes y Fieles, para ser ese pequeño Resto Fiel, ovejas del rebaño de Benedicto XVI, Vicarios de Cristo y su Iglesia. Amen.

*EL AVISO DEL CIELO, UN PURGATORIO EN LA TIERRA

EL AVISO DEL CIELO, UN PURGATORIO EN LA TIERRA 


 10-7-2016 


Tres semanas, mi Dios, de una lucha espiritual constante y muy fuerte, grande desolación para mi pobre alma que siempre está en busca de Ti, y pareciera haberte perdido de vista en medio de tanta obscuridad que me encuentro, porque esta nación vive sin Dios, guiados por el modernismo, los placeres y las vanidades de este mundo. 

Gran tormento para mi alma, pero firme estoy, mi Dios, para cumplir la misión y el propósito con el que me has mandado a este país, por el tiempo que Tu lo determines, todo para Tu Gloria y Honor, para que conozcan que TU ERES EL SEÑOR, EL DUEÑO DE TODO CUANTO EXISTE, y no tarden más las almas en volverse a Ti que, en un acto de amor y de Misericordia, Tú los llamas a recibir de nuevo la Gracia, a ser de nuevo bautizados, verdaderos hijos tuyos, porque si bien han sido ya bautizados con agua, mas te pido para ellos un bautismo de fuego que trasforme sus corazones, a fin de que sean Salvados. Amén. 

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Conocerán que Yo SOY EL UNICO SEÑOR, EL CREADOR DE CIELOS Y TIERRA Y DE TODO CUANTO EXISTE, DIOS DE ABRAHAM, DIOS DE ISAAC, DIOS DE JACOB, EL DIOS DE SUS PADRES, ÚNICO SEÑOR, REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES. 

Era necesario que vivieseis la obscuridad en que viven en esta nación, que sintieseis el peso sofocante del pecado, del vivir sin Dios, la opresión del enemigo que se ha apoderado de muchas almas, y en medio de tanta obscuridad os sintieseis oprimida, sola y abandonada, porque este es el estado que experimentan muchas almas, este es el estado de las almas purgantes que se encuentran solas, sofocadas por el pecado y el dolor de experimentar mi lejanía y ausencia. 

Es el estado en donde las almas ya no pueden remediar sus actos, ya no pueden escapar de su estado y la condición en la que se encuentran, hasta ser purificadas; es estar en soledad, frente a sí mismo, y el único deseo que les consume el alma es EL PODER ENCONTRARSE CONMIGO, y este dolor terrible para el alma es PURIFICADOR. 

Esta experiencia que habéis vivido será la sensación que experimentarán miles de almas al término del encuentro personal que tendrán cada una Conmigo, durante EL AVISO UNIVERSAL, que ya está por caer; será un purgatorio en la tierra, una purificación muy fuerte según los pecados de cada alma y el estado en que se encuentre Conmigo en el momento del Aviso, lo cual muy pocas almas están preparadas para MI ENCUENTRO. 

Nada será igual: en un abrir y cerrar de ojos todo habrá cambiado, el mundo actual ya no será igual, todo será caos y catástrofes para los que han vivido lejos de Mí, sin Dios ni ley Divina. Aun para mis Elegidos, Mis almas fieles, será -en cierta manera- un acontecimiento de gran magnitud que trasformará el alma. 

Mis pastores callan la situación actual de Mi Iglesia, y de lo que está por venir, por temor y cobardía a la excomunión; pecan gravemente de omisión al dejar las almas en la confusión, en el desconocimiento de lo que está por venir, por no causar escándalo, o ser reprimidos por la Alta Jerarquía, los obispos y superiores; mas si estos han faltado a MI LEY SANTA Y DIVINA, si aceptan la herejía y el pecado, se hacen cómplices de la apostasía, y reos son de muerte, condenándose ellos mismos como pastores, y condenando las almas que les confié. No hay obediencia a quien ya no está Conmigo y se ha vuelto en Mi contra. NO HAY VOTO DE OBEDIENCIA a quien ha dejado de enseñar MI LEY y enseña su propia ley, o la de los hombres. 

Por lo tanto, maldito sea el que Me desobedece a Mí y se justifica en la ley de los hombres; maldito sea por apartarse de Mi LEY Y MI VOLUNTAD, haciéndose amigo de voluntades humanas y de sus propias leyes, como lo hace MI ENEMIGO, el llamado OBISPO DE ROMA, Bergoglio, EL VICARIO DEL ANTICRISTO. 

Son muchos vuestros enemigos, los que os desean la muerte, por denunciar la mentira y defender la Verdad. El falso profeta y sus seguidores tienen conocimiento de la Santa Misa espiritual, la Misa de Mi agrado, EL SANTO SACRIFICIO DEL ALTAR, que sigue salvando almas, donde Yo ME HAGO PRESENTE Y SE UNE EL CIELO Y LA TIERRA como en el monte calvario, TODO EN UNA VOLUNTAD SANTA Y DIVINA DE MI PADRE, y vosotros os unís a Mí en la Cruz, os hacéis UNO CONMIGO. 

Cada vez es más la infestación demoniaca en mis templos y parroquias donde permanecen unidos al falso papa, al falso profeta, pues son templos profanados por el engaño y la mentira, donde se nombra al vicario del anticristo, perdiendo toda validez la misa, dándole poder al vicario del anticristo, y aumentando el número de sus seguidores. 

Vosotros, mis Verdaderos Apóstoles y Discípulos, los que habéis elegido OBEDECER A DIOS ANTES QUE A LOS HOMBRES, para guardar MI LEY DIVINA en vuestros corazones y no ser engañados por el enemigo, os estáis purificando ya en vida, os estáis preparando para la gran batalla, que ya ha empezado contra Satanás y sus secuaces, y por vuestra donación, fidelidad y obediencia a Mis mandatos divinos y a las revelaciones de Mi Santísima Madre, seréis preservados de toda la maldad de satanás en contra de Mis fieles y elegidos, para ser Mis Verdaderos testigos en estos últimos tiempos, porque por vuestra docilidad y humildad, YO os reservo para ser lámparas en los días de obscuridad, que ya caen sobre esta humanidad; seréis MI REBAÑO PROTEGIDO, MI RESTO FIEL, y cumpliréis, bajo la protección de mi Brazo poderoso, la misión que os confío: ser guardianes de MI SANTA IGLESIA, mi Iglesia escondida y perseguida, y al mismo tiempo resguardada dentro de MI SAGRADO CORAZON. 

Orad incansablemente, conmemorad a diario MI SANTA MUERTE Y RESURECCION en la Santa Misa que me agrada y salva tantas almas. Vosotros sois el consuelo de mi agonizante Corazón y el triunfo del Inmaculado Corazón de María, Madre de la Iglesia. 

Una vez cumplidos los deseos de mi Corazón, regresaréis a la tierra de María, tierra de santos mártires mexicanos. 

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Mi Dios, aquí estoy para dar testimonio tuyo y dar a conocer la Verdad. Bendito seas por servirte de mí, por hacerme Tu instrumento y mensajera. Sé que sola nada puedo y nada soy, me basta Tu gracia Divina para poder realizar en Tu Santo Nombre todo lo que Tú me pides de llevar a cabo, y todo para Gloria tuya y la conversión de las almas. En Ti confío mi ser y las almas y los corazones de Mis seres queridos y de las personas con quienes me envías, para que te conozcan y sepan que Tú eres el Señor, su Dios, DIOS ALTISIMO, Y QUE FUERA DE TI NO HAY OTROS DIOSES, no hay salvación ni gloria eterna. Amén.

*LA GLORIA DEL OLIVO: BENEDICTO XVI Pastor que da la vida por sus ovejas

Maria Santissima Nostra Signora di Guadalupe, La Perfetta

LA GLORIA DEL OLIVO: BENEDICTO XVI 
 14-10-2016 


Señor mío, esta noche del viernes 14-de octubre del 2016, poco antes del comienzo de mi oración y encuentro contigo, me llevas al encuentro espiritual con el papa Benedicto XVI, siendo conducida por Tu Santo y Divino Espíritu, me unes a él, principalmente, en un acto de despedida, también de agradecimiento por su pontificado y servicio como Tu Vicario aquí en Tu Iglesia. 

Al mismo tiempo, ha sido un encuentro de unión mística de su Iglesia para dar continuidad a lo que él termina. Habiéndolo Tu purificado y llevado a una preparación para este final de su carrera y misión aquí en la tierra, en paz está ya su alma aguardando solamente el día y la hora que Tú ya le tienes destinada para cumplir con su última encomienda, antes de dar la vida por ti, en testimonio de la Verdad por amor a la cruz. 

Él sabe que su hora esta ya próxima, y por eso has permitido este encuentro de almas que Tú, mi Dios, ya habías venido preparando, en días pasados, en mis ofrecimientos por el papa Benedicto XVI. 
Amén  

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Yo conozco todos los caminos del hombre y el fondo de vuestros corazones, voy preparando todos los acontecimientos a fin de que todo se cumpla como os lo he anunciado y en Mi Voluntad. 

Próxima está ya la hora para Mi Benedicto, alma víctima del Amor Santo; por eso, Yo he deseado esta unión de almas víctimas, encuentro de despedida, siendo también un acto de agradecimiento y un pacto de amor, entre Mi Vicario y vosotras, almas unidas místicamente a Él, Pastor que da la vida por sus ovejas; y también de agradecimiento, por parte de Benedicto, con vuestra alma que generosamente asume y tomáis como propio parte de su sufrimiento en su martirio, al igual que otros de mi profetas y almas victimas por amor y fidelidad a Benedicto XVI. Lo mismo es para los dos pilares que ahora sostienen a Mi Iglesia, Juan de Dios Mi ungido, y Joseph. 

El alma de Benedicto comunica a vuestra alma en esta unión mística, unas palabras para su Rebaño y vos, como mensajera, debéis comunicar y hacer llegar su mensaje. 

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Benedicto XVI 

La paz y el amor de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo esté con todos vosotros, pueblo de Dios, rebaño fiel del PASTOR Eterno de las almas, Jesucristo, el Señor. 

El Señor me eligió como Pastor de Su Rebaño aquí en la tierra, Vicario de Su Iglesia, llevando el emblema LA GLORIA DEL OLIVO; y es ahora, al final de mi carrera, cuando ya mis días están contados, que Jesucristo Misericordioso ha tenido gran Misericordia de mí, su siervo, pues postrado me he encontrado yo a los pies de Mi Salvador; y ante todos vosotros, hermanos míos, me reconozco un gran pecador, habiendo sucumbido a numerosos engaños, tentaciones y trampas del enemigo del alma, que nos sabe bien poner en el camino mientras vamos peregrinos en esta tierra. 

Mi corazón siempre fue recto, siempre fue para el Señor, quien me llamó a servirle y ser pescador de hombres, Jesucristo Salvador, Rey de Reyes, Señor de Señores y Rey de la Gloria. 

Como mi antecesor, Juan Pablo II, yo también llegué a comprender las palabras proféticas para este final de los tiempos: MEXICO SIEMPRE FIEL; lugar en donde quiso establecer su casita la Santísima Virgen María, la Guadalupana, que como a Juan Diego ME SALIÓ AL ENCUENTRO a mi llegada a esta tierra mexicana, porque no sólo el Tepeyac es de María sino toda la nación que tanto la venera. 

Fue como si el Tepeyac, tierra de gracia y bendición, tierra de Santos Mártires, me estuviese revelado a Mi, Siervo de Dios, mi Calvario, porque la Gracia de la gran Madre de Dios me salió al encuentro, y desde ahí marcó, en mi alma, el principio del final de mi misión como Vicario de Cristo. 

Todo estaba ya dicho y elegido por el Cielo, y el que tiene todo el poder, el honor y la gloria, pero mi hora aún no estaba señalada; y la señaló el mismo Dios por medio de la Santísima Virgen María; y el día de mi renuncia a la falsa Iglesia, a la Iglesia apóstata, así lo quiso y lo permitió en mi el Altísimo, a fin de dar todo cumplimiento a este final de los tiempos y a todas la profecías y apariciones de la Santísima Virgen María en el mundo entero. 

EL OLIVO ES EL SEÑOR, EL HIJO DE DIOS, que quiso entregarse en la Cruz para salvarnos y darnos vida eterna. Hay que pasar y subir al Calvario para darle Gloria a Dios, al Señor que nos eligió para completar en nosotros su Obra Divina. 

El Señor, que es siempre fiel, bondadoso y rico en Misericordia, me ha sumergido con Él en sus agonías, en su Pasión dolorosa, que debo yo también, al igual que el Divino Maestro, culminar en el monte calvario, en el huerto de los olivos, en donde he estado este tiempo y en donde debe terminar mis días en esta tierra de paso, para luego ir al encuentro definitivo con el Señor, por la eternidad, donde Él me espera, habiendo sido purificada mi alma por mis numerosos pecados y negligencias en la misión que el Señor me confió. Pueda yo, hermanos míos, darle LA GLORIA AL OLIVO, AL SEÑOR, AL PASTOR SUPREMO DE LAS ALMAS. 

He sufrido con gozo y paz esta purificación para mi propia alma y por el rebaño que se me ha confiado y el depósito de la fe. La Santísima Virgen María ha sido mi fiel compañera del calvario, y lo será hasta mi último suspiro, que será en la cruz del Señor, dando un Verdadero testimonio del amor a la Cruz, para que también cada uno de vosotros, mis hermanos en la Fe, sigan no mis pasos sino los de Aquél que me llamó a servirle, AL HIJO DE DIOS VIVO, DEL DIOS VERDADERO, que murió y resucitó en la cruz por mi, pobre pecador, e indigno siervo suyo, y por cada uno de vosotros, mis queridos hermanos. 

No desfallezcáis, porque ahora, comenzando conmigo como Pastor y Vicario de Cristo, es nuestra pasión, la pasión de la Iglesia de Cristo; tenéis a María como LA CORREDENTORA, SEÑORA Y ABOGADA, MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS, caminemos, pues, de la mano de MARIA, LA MADRE DE DIOS ALTISIMO, LA QUE ES CORREDENTORA EN ESTA HORA, CORREDENTORA DE LA VERDADERA IGLESIA, la que ahora está escondida conmigo, la que persevera en la verdad, la que va rumbo al calvario. 

YO, BENEDICTO XVI, VICARIO DE CRISTO, último Papa y Pastor universal del Rebaño de Cristo, declaro ya desde ahora, a vosotros Iglesia, que EL TRIUNFO YA ES DE MARIA, LA CORREDENTORA, la que en estos tiempos guía y lleva a la Iglesia al monte Calvario, a dar la vida y morir por Cristo Jesús. 

Mis días están ya contados y voy gustoso a dar la vida por Mi Salvador, pidiendo, al que me llamó, a darle Honor y Gloria: que mi purificación, mi martirio del alma, que ya he padecido por tres años y medio en este exilio, sirva para rescate de las almas que Dios Misericordioso me confió a mi, indigno siervo suyo. 

Agradezco a cada uno de vosotros, mis hermanos, los que amáis al Señor y buscáis de todo corazón la verdad, dar testimonio de quien es la Verdad y la Vida, la Luz del mundo y sal de la tierra, JESUCRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA, ÚNICO medio y camino para la salvación del alma. Sólo por Él se llega al PADRE Y AL CONOCIMIENTO DE LA VERDAD; Y LA VERDAD ES UNA, COMO UNO SOLO ES EL SEÑOR. 
El que nos espera a cada uno en la Cruz, en el huerto de los olivos, en el monte calvario. 

La oración nos une en la Voluntad  Divina, único medio de salvación. Vayamos, pues, hermanos míos al encuentro de Jesús en compañía de María, la Santísima Madre del Salvador; Ella la elegida desde siempre, LA CORREDENTORA EN ESTA HORA. 

Reciban mi Bendición. 

BENEDICAT VOS OMNIPOTENS DEUS, PATER, ET FILIUS ET SPIRITUS SANCTUS. 

Amén, amén, amén.

AVE MARIA PURISSIMA
NOSTRA DIVINA MEDIATRICE 
E CORREDENTRICE 

martedì 18 ottobre 2016

Gli Angeli del Segno non hanno ancora posto il sigillo glorioso su tutte le fronti di coloro che hanno meritato d’essere eletti alla gloria.

Dice Gesù:

Se si osservasse per bene quanto da qualche tempo avviene, e specie dagli inizi di questo secolo che precede il secondo mille, si dovrebbe pensare che i sette sigilli sono stati aperti.

Mai come ora Io mi sono agitato per tornare fra voi con la mia Parola a radunare le schiere dei miei eletti per partire con essi e coi miei angeli a dare battaglia alle forze occulte che lavorano per scavare all’umanità le porte dell’abisso.

Guerra, fame, pestilenze, strumenti di omicidio bellico – che sono più che le bestie feroci menzionate dal Prediletto – terremoti, segni del cielo, eruzioni dalle viscere del suolo e chiamate miracolose a vie mistiche di piccole anime mosse dall’Amore, persecuzioni contro i miei seguaci, altezze d’anime e bassezze di corpi, nulla manca dei segni per cui può parervi prossimo il momento della mia Ira e della mia Giustizia.

Nell’orrore che provate, esclamate: ‘Il tempo è giunto; e più tremendo di così non può divenire!’. E chiamate a gran voce la fine che ve ne liberi.
La chiamano i colpevoli, irridendo e maledicendo come sempre; la chiamano i buoni che non possono più oltre vedere il Male trionfare sul Bene.
Pace miei eletti! Ancora un poco e poi verrò.

La somma di sacrificio necessaria a giustificare la creazione dell’uomo e il Sacrificio del Figlio di Dio non è ancora compiuta.
Ancora non è terminato lo schieramento delle mie coorti e gli Angeli del Segno non hanno ancora posto il sigillo glorioso su tutte le fronti di coloro che hanno meritato d’essere eletti alla gloria.

L’obbrobrio della terra è tale che il suo fumo, di poco dissimile da quello che scaturisce dalla dimora di Satana, sale sino ai piedi del trono di Dio con sacrilego impeto.

Prima della apparizione della mia Gloria occorre che oriente e occidente siano purificati per essere degni dell’apparire del mio Volto.
Incenso che purifica e olio che consacra il grande, sconfinato altare – dove l’ultima Messa sarà celebrata da Me, Pontefice eterno, servito all’altare da tutti i santi che cielo e terra avranno in quell’ora – sono le preghiere dei miei santi, dei diletti al mio Cuore, dei già segnati del mio Segno: della Croce benedetta, prima che gli angeli del Segno li abbiano contrassegnati.

E’ sulla terra che il segno si incide ed è la vostra volontà che lo incide.
Poi gli angeli lo empiono di un oro incandescente che non si cancella e che fa splendere come sole la vostra fronte nel mio Paradiso.
Grande è l’orrore di ora, diletti miei; ma quanto, quanto, quanto ha ancora da aumentare per essere l’Orrore dei Tempi ultimi!

E se veramente pare che assenzio sia mescolato al pane, al vino, al sonno dell’uomo, molto, molto, molto altro assenzio deve ancora gocciare nelle vostre acque, sulle vostre tavole, sui vostri giacigli prima che abbiate raggiunto l’amarezza totale che sarà la compagnia degli ultimi giorni di questa razza creata dall’Amore, salvata dall’Amore e che si è venduta all’Odio.
Che se Caino andò ramigando sulla terra per avere ucciso un sangue, innocente, ma sempre sangue inquinato dalla colpa d’origine, e non trovò chi lo levasse dal tormento del ricordo perché il segno di Dio era su di lui per suo castigo – e generò nell’amarezza e nell’amarezza visse e vide vivere e nell’amarezza morì – che non deve soffrire la razza dell’uomo che uccise di fatto e uccide, col desiderio, il Sangue innocentissimo che lo ha salvato?

Dunque pensate pure che questi sono i prodromi, ma non è ancora l’ora.
Vi sono i precursori di colui che ho detto potersi chiamare: ‘Negazione’, ‘Male fatto carne’, ‘Orrore’, ‘Sacrilegio’, ‘Figlio di Satana’, ‘Vendetta’, ‘Distruzione’, e potrei continuare a dargli nomi di chiara e paurosa indicazione.

Ma egli non vi è ancora.
Sarà persona molto in alto, in alto come un astro umano che brilli in un cielo umano. Ma un astro di sfera soprannaturale, il quale, cedendo alla lusinga del Nemico, conoscerà la superbia dopo l’umiltà, l’ateismo dopo la fede, la lussuria dopo la castità, la fame dell’oro dopo l’evangelica povertà, la sete degli onori dopo il nascondimento.

Meno pauroso il vedere piombare una stella dal firmamento che non vedere precipitare nelle spire di Satana questa creatura già eletta, la quale del suo padre di elezione copierà il peccato.
Lucifero, per superbia, divenne il Maledetto e l’Oscuro.

L’Anticristo, per superbia di un‘ora, diverrà il maledetto e l’oscuro dopo essere stato un astro del mio esercito.
A premio della sua abiura, che scrollerà i cieli sotto un brivido di orrore e farà tremare le colonne della mia Chiesa nello sgomento che susciterà il suo precipitare, otterrà l’aiuto completo di Satana, il quale darà ad esso le chiavi del pozzo dell’abisso perché lo apra. Ma lo spalanchi del tutto perché ne escano gli strumenti d’orrore che nei millenni Satana ha fabbricato per portare gli uomini alla totale disperazione, di modo che da loro stessi invochino Satana Re, e corrano al seguito dell’Anticristo, l’unico che potrà spalancare le porte d’abisso per farne uscire il Re dell’abisso, così come il Cristo ha aperto le porte dei Cieli per farne uscire la grazia e il perdono, che fanno degli uomini dei simili a Dio e re di un Regno eterno in cui il Re dei re sono Io.

Come il Padre ha dato a Me ogni potere, così Satana ha dato ad esso ogni potere, e specie ogni potere di seduzione, per trascinare al suo seguito i deboli e i corrosi dalle febbri delle ambizioni come lo è esso, loro capo. Ma nella sua sfrenata ambizione troverà ancora troppo scarsi gli aiuti soprannaturali di Satana e cercherà altri aiuti nei nemici del Cristo, i quali, armati di armi sempre più micidiali, quali la loro libidine verso il Male li poteva indurre a creare per seminare disperazione nelle folle, lo aiuteranno sinchè Dio non dirà il suo ‘Basta’ e li incenerirà col fulgore del suo aspetto.
Molto, troppo – e non per sete buona e per onesto desiderio di porre riparo al male incalzante, ma sibbene soltanto per curiosità inutile – molto, troppo si è arzigogolato, nei secoli, su quanto Giovanni dice nel Cap. 10 dell’Apocalisse. 
Ma sappi, Maria, che Io permetto si sappia quanto può essere utile sapere e velo quanto trovo utile che voi non sappiate.
Troppo deboli siete, poveri figli miei, per conoscere il nome d’onore dei ‘sette tuoni’ apocalittici.

Il mio Angelo ha detto a Giovanni:
“Sigilla quello che han detto i sette tuoni e non lo scrivere”.
Io dico che ciò che è sigillato non è ancora ora che sia aperto e se Giovanni non lo ha scritto Io non lo dirò.
Del resto non tocca a voi gustare quell’orrore e perciò…
Non vi resta che pregare per coloro che lo dovranno subire, perché la forza non naufraghi in essi e non passino a far parte della turba di coloro che sotto la sferza del flagello non conosceranno penitenza e bestemmieranno Iddio in luogo di chiamarlo in loro aiuto.
Molti di questi sono già sulla terra e il loro seme sette volte sette più demoniaco di essi.
Io, non il mio angelo, Io stesso giuro che quando sarà finito il tuono della settima tromba e compito l’orrore del settimo flagello, senza che la razza di Adamo riconosca il Cristo Re, Signore, Redentore e Dio, e invocata la sua Misericordia, il suo Nome nel quale è la salvezza, Io, per il mio Nome e per la mia Natura, giuro che fermerò l’attimo dell’eternità. Cesserà il tempo e comincerà il Giudizio. Il Giudizio che divide in eterno il Bene dal Male dopo millenni di convivenza sulla terra.

Il Bene tornerà alla sorgente da cui è venuto. Il Male precipiterà dove è già stato precipitato dal momento della ribellione di Lucifero e da dove è uscito per turbare la debolezza di Adamo nella seduzione del senso e dell’orgoglio.

Allora il Mistero di Dio si compirà. Allora conoscerete Iddio. Tutti, tutti gli uomini della terra, da Adamo all’ultimo nato, radunati come granelli di rena sulla duna del lido eterno, vedranno Iddio Signore, Creatore, Giudice, Re.

“I Quaderni del 1943” 20.8.43. Pagine da 145 a 149

“La battaglia fra Me e lui non avrà fine altro che quando l’uomo sarà giudicato in tutti i suoi esemplari. E la vittoria finale sarà mia ed eterna. Ora la Belva infernale, sempre vinta e sempre più feroce per esser vinta, mi odia di odio infinito e sconvolge la Terra per ferire il mio Cuore. Ma Io sono il Vincitore di Satana. Là dove egli insozza, Io passo col fuoco dell’amore a mondare. E se con inesausta pazienza non avessi continuato la mia opera di Maestro e Redentore, ormai sareste tutti dei demoni”.
“I Quaderni del l943”, pag. 615

TESORI ... di MARIA VALTORTA