Hermosa doncella delicia de Dios camina hacia mi alma con paso veloz. en mi cruel amargura en pena y dolor sois Vos mi consuelo y dadme valor. Cual hoja marchita del arbol de Dios me arrastro muy lejos del arbol Menor. Oh! arbol bendito querido de Dios faltando tu sombra me falta el armor. Cual debil barquilla en mar tempestuoso fluctua mi alma sin remo y sin luz. En sauce extranjero colgando mi lira me miro cautiva y empiezo a llorar. Mas alla, en lontananza pasados los siglos a Francisco y sus hijos los veo venir. Trayendo la dicha la paz, la ventura que en tanta tristura se encuentra mi hogar. Mi dia dichoso de santa alegria! venid presuroso que ansio por ti! Pidiendote Madre sosten en mi lucha, consuelo en mi pena, alivio en mi mal. Que salves tu Casa! fundada por Ti, do ocultos residen la paz y el amor. Oh! Padre Llagado Francisco de Asis sed Vos mi abogado en lance fatal. Cuidad de tus hijas que tristes llorosas te piden,amorosas valor y fervor. Maldito mil veces quien no ame a Francisco, Alferez de Cristo mi Padre y mi amor. Mas yo, en este suelo de tanto quebranto do bebo el llanto no espero gozar. Cuando haya acabado mis dias mortales terminan mis males y empiezo a gozar. Y ya desde el Cielo con santo desvelo la santa observancia de aqui celare. Y en todos los siglos tendre buenas hijas que, amantes, prolijas, a Dios serviran.