mercoledì 10 maggio 2023

SALVE REGINA, MATER MISERICORDIAE

 Salve Regina: 

con commento di san Bonaventura

 Carmina super canticum 'Salve Regina'.


Carmina super canticum Salve Regina.

Canción sobre el cántico Salve Regina.

por san Buenaventura († 1274)

Salve Regina, Mater Misericordiæ, vita, dulcedo, et spes nostra, salve. Ad te clamamus exules filii Evæ: Ad te suspiramus gementes et flentes in hac lacrymarum valle. Eia ergo Advocata nostra, illos tuos misericordes oculos ad nos converte. Et Iesum benedictum fructum ventris tui nobis post hoc exilium ostende. O clemens, o pia, o dulcis Virgo Maria.

Salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Abogada nuestra, vuelve a nosotros esos, tus ojos misericordiosos. Y a Jesús, fruto bendito de tu vientre, muéstranos luego de este destierro. ¡Oh, clemente! ¡Oh, piadosa! ¡Oh, dulce Virgen María!



Salve.

Salve, Virgo Virginum, Stella Matutina,
sordidorum criminum vera medicina,
consolatrix hominum qui sunt in ruina,
O vere precaminum vero draconica.

Salve.

Salve, Virgen de las Vírgenes, Estrella de la Mañana,
verdadera medicina contra las despreciables transgresiones,
consoladora de los hombres que están en ruinas,
¡Oh, verdadera destructora de los pecados evidentes!


Regina.

Regina Regnantium, Virgo Puellaris,
peperisti Filium, Mater Singularis;
Sacratum Palatium Dei convocaris;
divinum auxilium nobis largiaris.

Reina.

Reina de los que reinan, Virgen Juvenil;
tú engendraste al Hijo, Madre Singular;
Sagrado Palacio que a Dios convocas,
concédenos tu ayuda divina.


Mater misericordia.

Fons Misericordiæ dici meruisti,
atque Mater Gratiæ, quia concepisti
summum Regem Gloriæ, quem post peperisti;
largitorem veniæ mundo contulisti.

Madre de misericordia.

Tú mereces que se te llame Fuente de la Misericordia,
y también  Madre de la Gracia, pues has concebido
al sumo Rey de la Gloria, a quien luego engendraste;
nos has dado a quien concede el perdón al mundo.


Vita.

Vita, via, veritas est de Terra nata,
et tua virginitas restat illibata;
nam tua humilitas fuit operata,
quod in te Divinitas esset incarnata.

Vida.

La vida, el camino y la verdad ha nacido de la Tierra,
y tu virginidad permaneció siendo intacta;
pues tu humildad pudo hacer
que en ti se encarnara la Divinidad.


Dulcedo.

Dulcedo dulcedinis fructus benedictus
ventris tui virginis, Agnus Dei dictus;
cuius unda sanguinis homo derelictus
lotus labe criminis est, et dæmon victus.

Dulzura.

Dulzura de las dulzuras es el fruto bendito
de tu vientre virginal, el llamado Cordero de Dios;
él, con el fluir de su sangre, del hombre abandonado
ha lavado las graves faltas; y ha vencido al demonio.


Et spes nostra.

Et spes nostra solida es, Virgo Maria;
virga Iesse florida, ut in Isaia.
Rore cœli madida, dicit prophetia,
pulchra ut nix candida, Mater Dei pia.

Y esperanza nuestra.

Y la esperanza nuestra es firme: es  la Virgen María;
la vara florecida de Jesé, según Isaías;
el húmedo rocío del cielo, según la profecía;
hermosa como la nieve límpida es la piadosa Madre de Dios.


Salve.

Salve, Lux Fidelium, fulgens ut aurora,
quæ es supra lilium pulchra et decora;
omne quod est noxium tolle sine mora,
et Dei auxilium pro nobis implora.

Salve.

Salve, Luz de los Fieles, resplandeciente como la aurora;
tú, que eres más bella y atractiva que los lirios,
retira sin demora todo lo que es nocivo
e implora a Dios para que nos ayude.


Ad te.

Ad te clamamus miseri multum desolati.
Nobis aures aperi pectoris sacrati,
ut a fauce inferi per te liberati,
consequamur liberi viam tui Nati.

A ti.

A ti clamamos los miserables y muy desolados.
Abre a nosotros los oídos de tu sagrado interior,
a fin de que, liberados por ti de las fauces del infierno,
sigamos con libertad el camino de tu Hijo.


Clamamus.

Clamamus devotius ad te suspirantes,
et affectuosius te pie precantes.
Dele quod interius male cogitantes
gessimus, exterius opere peccantes.

Clamamos.

Clamamos a ti suspirando con devoción,
y con afecto te dirigimos piadosas oraciones.
Elimina nuestros malos pensamientos internos,
que son continuos, y también nuestras pecaminosas obras externas.


Exules.

Exules exilio omnes sumus dati,
pro parentum vitio gloria privati,
paradisi gaudio, et exorbitati,
tuo beneficio sumus reparati.

Los desterrados.

Los desterrados hemos sido todos exiliados;
por el vicio de nuestros padres se nos privó de la gloria,
del gozo del paraíso; y por tus grandioso
beneficio hemos sido restaurados.


Filii.

Filii suspiria prodere coguntur,
mundi pro miseria per quam involvuntur.
Ad damnata vitia sæpe dilabuntur,
sed misericordia tua fulciuntur.

Hijos.

El suspiro de los niños se ve forzado a manifestarse
debido a la miseria del mundo que los rodea.
A los condenados vicios con frecuencia son empujados,
pero tu misericordia los ayuda.


Evæ.

Evæ lapsus intulit damnum desperatum;
et a nobis abstulit gaudium Beatum.
Et post Evam contulit Virgini incarnatum;
quomodo mortem sustulit, diluit peccatum.

De Eva.

La caída de Eva nos produjo un daño desesperante,
pero la alegría de la Bienaventurada nos restableció.
Luego de ayudar a Eva, [el Verbo] se encarnó en la Virgen;
y al ser elevado durante su muerte, diluyó el pecado.


Ad te.

Ad te clamant iugiter tui famulantes,
et in te fideliter omnes suspirantes,
Iuvamen humiliter tuum implorantes,
quos misericorditer audias, clamantes.

A ti.

A ti claman continuamente tus siervos,
y a ti suspiran llenos de confianza.
Tu ayuda humildemente imploran;
escucha con misericordia a quienes claman a ti.


Suspiramus.

Suspiramus fletibus nostris pro peccatis;
et multis gemitibus per nos perpetratis.
Sed in te confidimus, Mater Pietatis;
vere pœnitentibus veniam da gratis.

Suspiramos.

Suspiramos y lloramos a causa de nuestros pecados;
y gemimos bastante debido a nuestras transgresiones.
Pero en ti confiamos, Madre de Piedad;
concede tu gratuito perdón a los verdaderamente arrepentidos.


Gementes.

Gementes recolimus mala retroacta,
quæ inique gessimus mente non coacta.
Sed in confidimus, Maria Intacta,
ut a te, quæ petimus, sint in nobis facta.

Gimiendo.

Gimiendo recordamos nuestras faltas previas,
las que de manera inicua realizamos sin vernos obligados.
Pero confiamos en ti, María Inmaculada;
lo que te pedimos pueda cumplirse en nosotros.


Et flentes.

Et flentes doloribus mente verecunda,
lumen nostris cordibus infunde, Facunda:
vitiorum sordibus benigne tu munda;
iunge nos cœlestibus, Maria Iucunda.

Y llorando.

Y lloramos doloridos y con pensamientos humildes;
infunde la luz en nuestros corazones, Mujer Elocuente;
limpia con tu benignidad nuestros sucios vicios
y únenos al cielo, Encantadora María.


In hac valle.

In hac valle misera, multum tenebrosa,
hominum sunt genera multum fœdosa;
nam eorum opera sunt contagiosa,
propter facta scelera et opprobriosa.

En este valle.

En este valle de miseria, bajo mucha oscuridad
los hombres generan diversas acciones abominables;
y son sus obras muy contagiosas,
pues son criminales y abusivas.



Lacrymarum.

Lacrymarum cumuli non prosunt, velaque;
cum senes, et parvuli, et plebs unaquæque
timeant, quod æmuli quærunt circumquæque,
et fratres huius seculi trahunt usquequæque.

De lágrimas.

La abundancia de lágrimas no es de provecho, tampoco el fingimiento;
los ancianos, los niños y las personas tienen igualmente
miedo, pues los adversarios acechan por todas partes
y continuamente arrastran hacia lo mundano a sus hermanos.


Eia ergo.

Eia ergo digne ad te nostras mentes
atque lapsus erige; conforta trementes,
et errantes corrige te pie quærentes
miseros nos dirige in te confidentes.

Ea, pues.

Ea, pues, dignamente dirigimos a ti nuestros pensamientos;
levanta a los caídos y fortalece a los que tiemblan;
a los errantes que te buscan con piedad, corrígelos;
y a nosotros: miserables, dirígenos, pues en ti confiamos.


Advocata.

Advocata libera coram Salvatore,
postulare propera, consuetoque more;
et pro gente misera, benigno favore,
natum tuum mitigam, materno amore.

Abogada.

Abogada libre ante el Salvador,
exige con prisa, según tu familiar costumbre;
y para concederle a las miserables naciones tu benigno favor,
apacigua al nacido de ti con tu maternal amor.


Nostra.

Nostra spes fidelium semper fuit talis,
est et erit, omnium Mater Virginalis;
ut nobis præsidium civitas regalis,
sit atque remedium, pulsis procul malis.

Nuestra.

Nuestra esperanza, siempre has sido así para los fieles,
lo eres y lo serás, Madre plenamente virginal;
eres nuestro refugio en la ciudad real,
y también nuestro remedio, pues arrojas lejos al mal.


Illos tuos misericordes oculos ad nos converte.

Illos pios oculos et misericordes
converte ad famulos in bono discordes,
et ad malum sedulos fortius concordes,
nostræ carnis stimulos deleas, et sordes.

Vuelve a nosotros esos, tus ojos misericordiosos.

Esos, tus ojos piadosos y misericordiosos,
dirígelos a tus siervos, que no logran acordar en lo bueno,
mientras que para lo malo acuerdan celosa y fuertemente;
elimina los estímulos de nuestra carne y también su bajeza.


Et Iesum benedictum fructum.

Et Iesum unigenitum fructum benedictum
monstra nobis inclytum, pium et non fictum;
per quem genus perditum, a Deo, in ævum victum,
datum in interitum, revixit invictum.

Y a Jesús, fruto bendito.

Y a Jesús, tu bendito fruto unigénito,
muéstranos en su gloria, que es piadosa y no ficticia;
a él, Dios le concedió el perdido género humano a edad adulta,
en su muerte, reviviéndolo después como invencible.


Ventris tui.

Ventris tui viscera Iesum portaverunt,
et beata uvera ipsum lactaverunt;
cui Iudæi vulnera dira intulerunt,
et ipsum post verbera cruci tradiderunt.

De tu vientre.

El interior de tu vientre albergó a Jesús,
y tus bienaventurados pechos lo amamantaron;
a él, los judíos le produjeron graves heridas
y luego de azotarlo lo entregaron a la cruz.


Nobis post exilium ostende.

Nobis post hoc exilium benignum ostende
Iesum tuum Filium; et nobis impende
verum patrocinium, et maternum extende;
et cum ad iudicium erimus, defende.

Muéstranos luego de este destierro.

Muéstranos después de este destierro, ¡Oh, generosa!,
a tu Hijo: Jesús; y concédenos
tu verdadera protección y extiéndenos tu maternidad;
y cuando estemos frente al juicio [divino], defiéndenos.


O clemens

O clemens clementia summæ bonitatis,
Adonai Filia, Flos Virginitatis,
damnatorum venia, Mater Pietatis,
Virginum Lætitia, Stola Caritatis.

¡Oh, clemente!

¡Oh, clemente!, suma bondad de la clemencia,
Hija de Adonai, Flor de la Virginidad;
perdona a los condenados, Madre de Piedad,
Gozo de las Vírgenes, Estola de Caridad.


O pia

O pia piisima Regina Cœlorum,
omnium digna ditissima Dei sæculorum,
Virgo Prudentissima, Gemma Confessorum,
atque iucundissima laus apostolorum.

¡Oh, piadosa!

¡Oh, piadosa!, excelsamente piadosa Reina de los Cielos,
absolutamente digna de la riqueza de Dios a lo largo de los siglos;
Virgen Prudentísima, Gema de los Confesores
y la más encantadora alabanza de los apóstoles.


O dulcis

O dulcis dulcissima super favo melle
Columba Castissima, carens omni felle,
Mater Benignissima, iuxta nostrum velle;
cuncta fœtidissima a nobis repelle.

¡Oh, dulce!

¡Oh, dulce!, excelsamente más dulce que la miel de panal,
Paloma excelsamente casta, desprovista de toda amargura;
Madre excelsamente bondadosa, acompaña nuestro deseo,
elimina de nosotros toda corrupción.


Virgo Maria.

Maria Eximia, Natum deprecare;
ut quicumque omnia hæc vult recitare,
in tui memoria, et te collaudare,
dignetur in gloria sua collocare.

Virgen María.

María Admirable, ruega a tu Hijo
para que a quienquiera y donde sea que proclame
tu memoria, y te alabe,
se digne a situarlo en su gloria.

...


VERBUM DOMINI

 


Annuncio della Parola di Dio e i poveri

107. La sacra Scrittura manifesta la predilezione di Dio per i poveri e i bisognosi (cfr Mt 25,31-46). 

Frequentemente i Padri sinodali hanno richiamato la necessità che l’annuncio evangelico, l’impegno dei Pastori e delle comunità siano rivolti a questi nostri fratelli. 

In effetti, «i primi ad avere diritto all’annuncio del Vangelo sono proprio i poveri, bisognosi non solo di pane, ma anche di parole di vita».[348] 

La diaconia della carità, che non deve mai mancare nelle nostre Chiese, deve essere sempre legata all’annuncio della Parola e alla celebrazione dei santi misteri.[349] 

Nello stesso tempo, occorre riconoscere e valorizzare il fatto che gli stessi poveri sono anche agenti di evangelizzazione. Nella Bibbia il vero povero è colui che si affida totalmente a Dio e Gesù stesso nel Vangelo li chiama beati, «poiché di essi è il regno dei cieli» (Mt 5,3; cfr Lc 6,20). 

Il Signore esalta la semplicità di cuore di chi riconosce in Dio la vera ricchezza, ripone in Lui la propria speranza, e non nei beni di questo mondo. 

La Chiesa non può deludere i poveri: «I pastori sono chiamati ad ascoltarli, ad imparare da essi, a guidarli nella loro fede e a motivarli ad essere artefici della propria storia».[350]

La Chiesa è anche consapevole che esiste una povertà come virtù, da coltivare e da scegliere liberamente, come hanno fatto tanti Santi, ed esiste una miseria, esito spesso di ingiustizia e provocata dall’egoismo, che segna indigenza e fame e che alimenta i conflitti. Quando la Chiesa annuncia la Parola di Dio sa che occorre favorire un «circolo virtuoso» tra la povertà «da scegliere» e la povertà «da combattere», riscoprendo «la sobrietà e la solidarietà, quali valori evangelici e al tempo stesso universali… Ciò comporta scelte di giustizia e di sobrietà».[351]

[348]Propositio 11.

[349] Cfr Benedetto XVI, Lett. enc. Deus caritas est (25 dicembre 2005), 25: AAS 98 (2006), 236-237.

[350]Propositio 11.

[351] Benedetto XVIOmelia (1° gennaio 2009)Insegnamenti V, 1 (2009), 5.

https://www.vatican.va/content/benedict-xvi/it/apost_exhortations/documents/hf_ben-xvi_exh_20100930_verbum-domini.html

AMDG et DVM