lunedì 19 novembre 2018

GRANDE GIOIA VI INVADERA'




Messaggio di Dio Padre per tutta l’umanità, ricevuto nella città di Panama, da Discipulo, il 7 ottobre 2018
Amati figli, prestate attenzione ai Miei urgenti appelli, capite che vivere nella Mia Volontà implica un totale abbandono alla Mia amorevole Provvidenza.
Chi confida in Me, non avrà né timore, né paura, né angoscia.
Ascoltate con attenzione, poiché presto la Mia Giustizia vi abbraccerà e una Grande Gioia vi invaderà! Presto il Mio Spirito sarà sparso su tutta la circonferenza della terra, sui Miei figli e sulle Mie figlie spargerò i più meravigliosi tesori della conoscenza e della sapienza.
Vi invaderà una Grande Gioia… il Mio Spirito verrà effuso!!!
Tutti, assolutamente tutti, sapranno che Io Sono! E che al di fuori di Me non c’è altro Dio; tutti quelli che si definiscono dei in questo mondo saranno umiliati, perché hanno alzato il loro braccio arrogante contro di Me, hanno disprezzato le Mie Leggi e non hanno fatto caso ai Miei Avvertimenti.
Reclamerò la Mia Gloria, quella Gloria che Mi hanno rubato, la gloria che Io non ho ricevuto da parte delle Mie Creature!
E che cos’è l’uomo?
Oh …  solo un sospiro che è sgorgato dal Mio Cuore!

Un giorno tonerà a Me… abbandonando le sue miserie nel seno della terra da dove è stato creato.
L’orgoglio e la superbia delle sue opere, dei suoi piani e dei suoi progetti crolleranno. Saranno abbattute le alte torri ed i grattacieli, quando la terra obbedirà al Mio Ordine e sarà scossa e gli elementi si dissolveranno.
Allora se Mi ascolterete e se piangerete, vestendovi di sacco e coprendovi il capo di cenere e contriti di cuore Mi invocherete, Io vi risponderò e stabilirò le Mie Legge ed i Miei decreti in forma definitiva nei Cieli Nuovi e nella Terra Nuova che Io creerò!
Quindi parlerò chiaramente con i Miei figli e farò scendere su di loro la conoscenza e la sapienza.
Così sarà… se Mi sarete fedeli e se ascolterete la Mia Voce e se non vi darete alla compiacenza dei vostri vizi e peccati, che tanto Mi offendono.

Dopo… nessuno ruberà, né mentirà, ameranno solo Me ed Io li proteggerò sotto la Mia Potente Mano dalla confusione che è prossima e nella quale si vedranno immersi popoli e nazioni.

L’umanità presto riceverà una correzione! Questa correzione vi farà comprendere che tutto quello che sta succedendo è prodotto dai vostri peccati e dalle vostre ribellioni.

Io ho stabilito l’ordine degli eventi e non lo cambierò per riguardo alla Mia Sacra Eredità, quella di Giuda, di Giuseppe, di Beniamino e di Ruben, della Sacra Casa di Abramo, di Isacco e di Giacobbe, per riguardo a Davide e per le preghiere e per le suppliche dei Miei servi i profeti.

Conserverò il Mio Patto e la Mia Alleanza che si riassumono nella Promessa di Cieli Nuovi e Terra Nuova.

Ah… amati figli… Il Mio Cuore di Padre si affida a voi.
Avete ottenuto la Grazia e la Benedizione mediane il Sacrificio del Mio Amato Figlio che ha dato la Sua Vita sulla Croce per voi, la Vita Sacra del Mio Figlio amato, il cui Sangue calpestate di continuo.
Questo stesso Sangue ora grida a Me, chiedendomi Giustizia.

Per amore al Mio Nome, la Mia Giustizia verrà su ogni carne e tutto quello che abbia vita e conoscenza della Sua vita, Mi renderà Gloria e produrrà frutti di vera fede, di speranza e di carità…
E nessuno potrà negare che Io Sono un Dio d’amore e che non gradisco né la morte né il dolore.
 … Ecco, figli Miei, che sta arrivando la relegazione temporanea del Mio Silenzio…

 Oh amata umanità… Cosa vi costa volgere il vostro cuore a Me?...
 Venite, sì venite a Me!... Io aspetto con ansia l’anelato ritorno…
Io Sono il vostro Dio e disidero soltanto effondere su di voi il Mio Amore e la Mia tenerezza di Padre.

Ricevete la Mia Amorevole Benedizione. Ricreerò l’Universo, infondendovi il Mio Spirito… e farò tornare gli esiliati ed avrò compassione della Mia Eredità.
Tutti i sopravvissuti che Ho scelto in molti paesi, vedranno la Mia Gloria quando si compirà la Mia Promessa e rinnoverò il Patto con il Mio Popolo.
Nessuno allora camminerà più nelle tenebre ed Io Mi mostrerò così come Sono alla Mia creatura.

Stabilirò di nuovo saldamente le basi della terra, rafforzando il suo asse e tutti sapranno che non c’è niente di più forte del Mio Amore e della Mia Parola.

Io, Yahvè Ho parlato, Io l’Ho firmato, Io l’Ho detto!

En especial me dirijo a vosotras, mis pequeñitas hijas




MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN
(21-03-2000)
Hijitos míos, soy vuestra Madre Santísima, la siempre Virgen María, la Madre del Hijo de Dios hecho Hombre para la Redención del género humano.
Hijitos míos, Yo soy la Pura, la Santa, la Inmaculada, virtudes con las que me dotó Nuestro Padre Dios para la misión que debía desempeñar.
El Hijo de Dios no podía descender del Cielo y encarnarse de cualquier mujer, yo fui preservada del Pecado Original para mantener una situación de pureza, tanto de alma, como de cuerpo, para que mi Dios pudiera vivir y desarrollarse sus primeros meses, de un cuerpo y un alma acorde a Su categoría de Dios. Yo fui Tabernáculo purísimo y viviente para albergarLo aquí en la Tierra, gracia inmensa que recibí de mi Dios y Señor.
Con esta introducción os quiero hacer resaltar la importancia que da Nuestro Padre Dios a la Pureza, virtud que nuestro enemigo el maligno ataca con toda su furia, y procura, de ella, arrancar a todo ser que viene a la Tierra a servir a mi Señor.
Ya les hemos hablado de esta virtud tan excelsa, pero ahora quiero profundizar más en ella para poder explicaros la diferencia entre amor y deseo, las cuales van íntimamente ligadas a la pureza.
El maligno, con sus múltiples engaños os ha llevado a una situación de error gravísimo, el cual daña gravemente el corazón de mi Dios. Os ha hecho creer que vuestro cuerpo - vuestra belleza exterior - es lo que cuenta, y de ahí que os lleva a malgastar vuestro tiempo, el tiempo de Dios, tanto en el tomar demasiados cuidados para mantener bello vuestro exterior, como en el hacer mal uso de vuestro cuerpo impidiéndole llevar a cabo la obra de la procreación que Él os ha pedido, para poder seguir mandando almas a la Tierra para que con Su Amor en vosotros podáis vencer a las fuerzas del mal.
En especial me dirijo a vosotras, mis pequeñitas hijas, almas a las que os ha tocado el exterior femenino.
El pudor ya no es parte de vuestra vida. Creéis que si no mostráis vuestras forma corporal no podréis atraer al sexo opuesto, y de aquí se derivan infinidad de errores que van minando vuestra vida espiritual y desperdiciando el tiempo de Dios, buscando el cómo mostraros más bellas al mundo. Vuestra vida se consume en sólo ver por vuestro exterior, en buscar los afeites mejores para resaltar "vuestra belleza". Las dietas y los cuidados en los alimentos a consumir, se vuelven toda una ciencia para la gran mayoría de vosotras.

 

Platicáis de cosas superfluas y pecaminosas, y sólo con la finalidad de ser admiradas, consentidas y mostradas como trofeo en manos de vuestro "hombre". Buscáis las modas provocativas; tratáis de asistir a los lugares de perversión aun a pesar de sufrir humillaciones en esos antros de vicio y de maldad. Permitís que vuestro cuerpo sea tratado como cosa, como instrumento de placer humano, con tal de presumir ante las demás mujeres que vosotras sí sois capaces de "amar".
Os habéis dejado engañar por el gran engañador, padre de la mentira y del mal, para no llevar a cabo la obra de Dios en vosotras. Le negáis a vuestro Padre Dios la Gracia Divina de la maternidad por no afectar vuestra belleza exterior y para no afectar "compromisos de ama de casa", porque os sentís seres libres que podéis hacer de vuestro cuerpo y de vuestra alma lo que queráis.
¡En que error tan grande habéis caído! ¡Vuestra falta de espiritualidad no os permite daros cuenta del engaño en el que ahora vivís!. Vosotras sabéis que vuestro cuerpo no va a durar mucho tiempo con la juventud y lozanía que ahora tenéis. Habéis cambiado el amor por el deseo, error que os hace caer del Cielo al abismo, de la virtud al vicio. Os llenáis de joyas y oropel externamente y vaciáis vuestro interior de lo más bello, puro y santo que toda mujer pudiera cultivar, el amor. El amor que dará unidad en la familia, el amor que será como dique de contención contra las fuerzas del mal, el amor que hará perdurar la especie humana bajo las Leyes y Decretos de vuestro Dios.
Ahora puedo ver una gran cantidad de jovencitas, que al dejarse llevar por el mundo y sus desvíos, se han vuelto como muñequitas de porcelana.
  • Muy bellas por fuera y muy frías y vacías por dentro. Ya no hay material usable en la gran mayoría de vosotras para lograr hacer una familia estable.

Si os llegáis a casar, al enfrentaros a las primeras responsabilidades que se tienen normalmente al fundar una familia, no sabéis cómo resolverlas, y cuando os dais cuenta de que vuestro esposo ya no busca a la "muñequita" solamente, sino a la mujer y madre para formar una familia, entonces sentís que ya no podéis con el "paquete", ya que preferisteis sólo cómo embelleceros exteriormente, no embellecisteis vuestra alma y sus cualidades y no acrecentasteis los dones que Dios os dio para poder llevar a cabo vuestra misión de esposa y madre de familia.
Entended, hijitas mías, que el amor y el deseo son dos situaciones muy diferentes. El amor es alimento y vida del alma, que une y hace crecer al alma y a la persona en su totalidad.
El deseo es una pasión desordenada del cuerpo, desligado totalmente del alma; es un apetito animal, es un instinto que debe ser controlado por las fuerzas espirituales propias del ser humano.
  • Si a veces os sentís observadas suciamente por un hombre, es porque vuestra forma de vestir, vuestra apariencia lo incitan a ello. Él no podrá observar más allá de lo que vosotras permitáis.

  • Si muchas de vosotras sois atacadas en vuestra virginidad, es por vuestra misma culpa, habéis perdido el pudor y el recato.

  • Si muchas de vosotras sois tomadas como instrumentos de placer por un tiempo y luego apartadas como deshecho, es por causa de vuestra vaciedad y materialismo.
Buscáis comprar todo lo posible y llenaros de monedas, lo cual sólo os ayudará a ganar vuestra perdición eterna, cuando para conseguirlas "vendéis" vuestro exterior al mejor postor. Ya no os respetáis en nada. Vuestro cuerpo se ha vuelto mercancía, y vuestro trato superfluo y vacío. Vuestra conversación se ha llenado de palabras obscenas y de temas pecaminosos, vacíos y mundanos.
Ya sois muy pocas de vosotras, mis pequeñas, en las que el recato y la virtud aún están presentes. Sois muy pocas ahora las que vais con la idea por la vida de servir a vuestro Dios en la familia y en la continuidad del amor en vuestros pequeños. Sois muy pocas ahora las que vais con la idea por la vida de servir a vuestro Dios en la familia y en la continuidad del amor en vuestros pequeños. Sois muy pocas ahora, mis pequeñas que miráis primero por los intereses de mi Señor que por los vuestros propios.
Sois muy pocas ahora, mis pequeñas, las que buscáis hacer familia y proteger los tesoros espirituales de mi Dios y poderlos transmitir a Sus pequeños, a vuestros hijos. Sois tan pocas ahora, mis pequeñas, las que pasáis por el mundo sin contaminaros de sus bajezas y pecados.
La vanidad y la inseguridad personal, por falta de espiritualidad y de oración, os pierden, os hacen caer fácilmente. ¡Cómo no va a estar éste mundo como ahora está, si vosotras, mis pequeñas, mis mujercitas, las encargadas principales de transmitir los valores en la familia, ya no los poseéis!
El mundo os ha encadenado a su vaciedad y a su bajeza y ya no deseáis levantar la vista a vuestro Creador, porque ya no queréis ser las mujeres "caducas, abnegadas y aburridas de tiempos pasados". Ahora os sentís mujeres "modernas", que podéis hacer lo que queráis con vuestro cuerpo, que tenéis el "derecho" de asesinar con los medios anticonceptivos y con el aborto, a los bebés que se están desarrollando en vuestro vientre.
  • Yo os digo que ahora el infierno está lleno de almas, como vosotras, que se sintieron modernas y con derechos para ir en contra de vuestro Dios.

El derecho de dar y quitar la vida sólo corresponde a vuestro Dios y Creador, y vosotras os estáis tomando una prerrogativa que os está encadenando para la eternidad en el abismo infernal.
El don de la maternidad es una bendición tan grande que en la antigüedad se le consideraba maldita a la que no podía procrear, y era bendita de Dios la que sí podía concebir.
Hijitas mías, recapacitad, el tiempo es corto y mi Hijo ha de volver. ¿Podríais dar cuentas favorables de vuestra vida a vuestro Dios? ¿Ha sido vuestra vida acorde a la voluntad de vuestro Dios? ¿Habéis dado vida corporal y espiritual al aceptar la maternidad y al observar y transmitir las Leyes y el Amor de vuestro Dios a vuestros hijos? ¿Estáis viviendo en el mundo, como una verdadera alma hija de Dios lo debe hacer?
Vinisteis todos vosotros al mundo a dar ejemplo y vida de Amor Santo y de virtud, y no a destruir la Obra de Dios al volveros cómplices del mal. Arrepentíos en éste tiempo que se os ha dado para reflexionar, y enderezad vuestro camino. Recordad que de vuestro Dios-amor podréis obtener todo el perdón necesario para que después podáis encaminar vuestra vida futura por los caminos del bien que Él mismo ha trazado para cada uno de vosotros.
Atended a los deseos de vuestro Dios y Él atenderá los vuestros para toda la eternidad. Vuestro tiempo sobre la Tierra es demasiado corto, comparado con la eternidad que Él os dará como premio a vuestras buenas acciones y al buen desempeño de vuestra misión.
Recordad que vinisteis a la Tierra a servir a vuestro Dios, ¡Honor grandísimo que se concede a las almas que Él escoge; y todos vosotros, a los que se os dio el don de la vida, fuisteis escogidos! Agradeced a vuestro Dios este Don tan grande, enmendad vuestra vida y atended a sus deseos con toda vuestras voluntad y corazón, que Él os recompensará con creces.
Tomad de mí, hijitas mías, mi ejemplo, mi guía y mi amor por nuestro Dios, para que yo os pueda llevar a la meta final de la mejor manera, y para que pueda obtener un gran premio eterno de mi Señor para cada una de vosotras.
En vosotras, mis pequeñas, está principalmente volver a restaurar lo perdido por el pecado original. Buscad y actuad en la Pureza, en la Sobriedad, en el Amor verdadero, y así el resto será fácil para la restauración del Reino de Dios en la Tierra.
Llenaos de vida interior, para que ésta se refleje en vuestro exterior para bien de todos. Sois almas al servicio de vuestro Dios; orad profundamente para que el maligno no os engañe más. Daos cuenta de vuestro valer, tanto para la propagación de la vida, como de las buenas costumbres hacia todo el género humano. Sin vosotras, mis pequeñas, la vida de oración, de unión familiar y de transmisión de las buenas costumbres de devoción cristiana, no se pueden dar. ¡Valéis mucho más de lo que os imagináis!, pero sólo cuando veis hacia vuestro interior, buscando la guía Divina, y lo engrandecéis hacia vuestro exterior. El tesoro que Dios puso en vuestro interior es GRANDÍSIMO, no lo desperdiciéis.
Yo os bendigo en el nombre de Nuestro Padre, en el nombre de mi Hijo Jesucristo y en el nombre de mi Esposo, el Santo Espíritu de Dios-Amor. Y yo os bendigo en mi santo nombre, de Madre, de Sierva e Hija de mi Dios y Señor.
Venced mi Justicia con vuestro cambio sincero

AVE MARIA PURISSIMA!

Discipulo (14.10.2018)


Messaggio di Nostro Signore Gesù Cristo ricevuto da Discipulo – il 14 ottobre 2018 alle ore 12:15 – nella Cattedrale di San Luis Potosì

Nostro Signore Gesù dice che la via della Sua Croce è un cammino angusto, attraverso il quale si giunge alla Vita Eterna.

Invece la strada della perdizione è ampia e molti stanno camminando su questa strada. Hanno perso la speranza e la fede e non vivono più per Me, ma per loro sessi, per le comodità e per i piaceri, perché hanno rifiutato Me, che Sono il Dio della Vita ed hanno riposto la loro fiducia nelle cose, nelle persone, negli oggetti che non garantiscono loro la Salvezza Eterna, ma che li incatenano e li intrappolano, talvolta con catene indistruttibili.

Ah… figli Miei, solamente con la preghiera, con il digiuno e con la penitenza, con il sacrificio offerto con il cuore, si riesce a rompere queste catene indistruttibili, perché la forza del sacrificio, del digiuno e della preghiera, hanno grande importanza e valore alla Mia Presenza.

Amati figli Miei, il profeta, colui che ha ricevuto questo Dono per mezzo del Mio Spirito, trasmette fedelmente quello che il Cielo desidera dire ad ogni anima sulla terra ed il sacerdote è colui che spiega il senso del messaggio con parole umane, comprensibili ad orecchi umani.

I messaggi che Io do attraverso i Miei profeti e strumenti, vanno però direttamente all’anima e al cuore… e ci si attende una risposta nello stesso modo in cui ci si attende una risposta dalla terra, quando viene bagnata dalla rugiada del cielo che la rende fertile e produttiva.

Quando un profeta parla, lo fa nel Mio Nome, ma quando si spiega il senso del Messaggio o dell’avvertimento in modo umano, in cui gli uomini lo possono capire… allora… si realizza esattamente il Mio Piano ed il Piano di Mio Padre, vostro Padre.

Parole in lingua…

La voce del pastore è la voce di colui che spiega con chiarezza ai Miei figli sulla terra, quello che il messaggio e l’avvertimento vogliono dire.

Amati figli Miei, state in allerta e vigili in ogni tempo ed in ogni momento, perché gli eventi tragici che stanno succedendo, uno dopo l’altro, qui sulla terra, sono segnali della fine prossima della storia di una generazione adultera e perversa, che ha tolto la Legge di Mio Padre dal proprio cuore per impiantarvi la sue proprie leggi e le fa come un carico difficile e impossibile da sopportare per le anime docili, pure e limpide, che nella loro coscienza e dentro di loro riconoscono quando il Vero Dio sta parlando ai loro cuori o quando lo spirito della menzogna le tocca e le fa dubitare della Mia Parola.

Si sta perdendo la fiducia in Me ed è per questo che il Mio nemico riesce a intrappolare più anime nella rete sottile delle sue macchinazioni perverse, per portare le anime alla condanna eterna, dalla quale non torneranno mai più.

In Europa, Io ho destinato solo 3 nazioni, per preservare le Vera Fede nel mondo.
Ho dato una discendenza santa e pura, attraverso San Luigi, Re di Francia, una discendenza che raggiungerà i Paesi Bassi dell’Est, il Portogallo, la Spagna e la Francia.

Io Sono il Giusto Giudice di tutte le Nazioni.

Il Mio Giudizio sarà implacabile contro le generazioni colpevoli, quelle che si sono allontanate del Vero culto al Mio Padre Celeste, da quello che è il culto in Spirito e Verità, affinché tutti gli esseri umani vivano nell’amore.

Era necessario che comprendeste Chi è l’Amore!

Io Sono l’Amore Vero disceso dal Cielo, nella Sua Totalità, nella Sua Pienezza. Ricevendo il Mio Corpo ed il Mio Sangue, vi santificate quotidianamente.

domenica 18 novembre 2018

Lingotto d'oro


184:  .... parabola del granello di senape
...................
Gli apostoli scherzano sull'accaduto, poco lusinghiero per l 'Iscariota. Intanto ecco che torna la donna con una dozzina di persone e poi, ancora, ecco altre e altre. Saranno cinquanta circa. Tutta povera gente. «Parleresti loro? Almeno un pochino. Questa è la madre di mio marito, questi i miei figli. E quell'uomo là è mio marito. Una parola, Signore » supplica la donna. «Per dirti grazie dell'ospitalità. Sì. La dico ». La donna entra in casa dove la reclama il poppante e si siede sulla soglia dando il seno da succhiare. «Udite. Qui sulle mie ginocchia ho un bambino che ha parlato molto saggiamente. Ha detto: "Tutte le cose ottenute con inganno divengono paglia". La sua mamma gli ha insegnato questa verità. Non è favola. E’ verità eterna. Non riesce mai bene quanto si fa senza onestà. Perché la menzogna nelle parole, negli atti, nella religione, è sempre segno della alleanza con Satana, maestro di menzogna. 

Non vogliate credere che le opere atte a conseguire il Regno dei Cieli siano opere fragorosamente vistose. Sono atti continui, comuni, ma fatti con un fine soprannaturale d'amore. L'amore è il seme della pianta che nascendo in voi cresce fino al Cielo, e alla cui ombra nascono tutte le altre virtù. 

Lo paragonerò ad un minuscolo granello di senape. Come è piccino! Uno dei più piccoli fra i semi che l'uomo sparge. Eppure guardate, quando è compita la pianta, quanto si fa forte e fronzuta e quanto frutto dà. Non il cento per cento, ma il cento per uno. Il più piccolo. Ma il più solerte nel lavorare. 

Quanto utile vi dona. Così l'amore. Se voi chiuderete nel vostro seno un semino d'amore per il nostro santissimo Iddio e per il vostro prossimo e sulla guida dell'amore farete le vostre azioni, non mancherete a nessun precetto del Decalogo. Non mentirete a Dio con una falsa religione, di pratiche e non di spirito. Non mentirete al prossimo con una condotta di figli ingrati, di sposi adulteri o anche solo troppo esigenti, di ladri nei commerci, di mentitori nella vita, di violenti verso chi vi è nemico. Guardate in quest'ora calda quanti uccellini si rifugiano fra le ramaglie di quest'orto. Fra poco quel solco di senape, per ora ancora piccina, sarà un vero passeraio. Tutti gli uccelli verranno al sicuro e all'ombra di quelle piante così folte e comode, ed i piccoli degli uccelli impareranno a fare sicura l'ala proprio fra quel rameggiare che fa scala e rete per salire e per non cadere. Così l'amore, base del Regno di Dio. 

Amate e sarete amati. Amate e vi compatirete. Amate e non sarete crudeli volendo più di quanto non sia lecito da chi vi è sottoposto. Amore e sincerità per ottenere la pace e la gloria dei Cieli. Altrimenti, come ha detto Beniamino, ogni vostra azione, fatta mentendo all'amore e alla verità, vi si muterà in paglia per il vostro letto infernale. 

Io non vi dico altre cose. Vi dico solo: abbiate presente il grande precetto dell'amore e siate fedeli a Dio Verità ed alla verità in ogni parola, atto e sentimento, perché la verità è figlia di Dio. Una continua opera di perfezionamento di voi, così come il seme continuamente cresce fino alla sua perfezione. Un'opera silenziosa, umile, paziente. Siate certi che Dio vede le vostre lotte e vi premia più di un egoismo vinto, di una parola villana trattenuta, di un'esigenza non imposta, che non se, armati in battaglia, uccideste il nemico. 
Il Regno dei Cieli, di cui sarete possessori se vivrete da giusti, è costruito con le piccole cose di ogni giorno. Con la bontà, la morigeratezza, la pazienza, col contentarsi di ciò che si ha, con il compatimento reciproco, con l'amore, l'amore, l'amore. Siate buoni. Vivete in pace gli uni con gli altri. Non mormorate. Non giudicate. Dio sarà allora con voi. Vi do la mia pace come benedizione e ringraziamento della fede che avete in Me ». 

Poi Gesù si volge alla donna dicendo: «Dio benedica te in particolare, perché sei una santa moglie e una santa madre. Persevera nella virtù. Addio, Beniamino. Sii sempre più amante della verità, e ubbidisci a tua madre. La benedizione a te e ai tuoi fratellini, e a te madre ». Un uomo si fa avanti. E confuso e balbetta: «Ma, ma… io sono commosso di quanto dici di mia moglie… Non sapevo. » « Non hai occhi e intelletto forse? ». «Li ho ». «Perché non li usi? Vuoi che te li snebbi? ». «Lo hai già fatto, Signore. Ma le voglio bene, sai? È che... ci si abitua… e… e…» «E ci si crede lecito pretendere troppo perché l'altro è più buono di noi… Non lo fare più. Sei sempre in pericolo col tuo mestiere. Non temere delle burrasche se Dio è con te. Ma se con te è l'Ingiustizia, temi fortemente. Hai capito? ». «Più che Tu non dica. Ma cercherò di ubbidirti… Non sapevo… Non sapevo…» e guarda la moglie come la vedesse per la prima volta. 
Gesù benedice ed esce sulla stradetta. Riprende il cammino verso la campagna. 

http://www.potenzadellacroce.it/contenuti/materiali/Maria_Valtorta_-_LEvangelo_come_mi_e_stato_rivelato.pdf  - capitolo 184 -