15-6-2018
Mi Dios, tu sierva te escucha al disponerme a descansar esta noche, sabiendo que lo que vienes a anunciarme es dolor y llanto, lamentos para los hombres de esta nación mexicana, tierra de María. Habla, Señor, que tu sierva te escucha.
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Hablo a vuestro corazón desde el dolor que hay en Mi Corazón de Padre amoroso, y así como un padre, que ama a sus hijos, los corrige y los lleva por buenos caminos, así hago Yo, Dios Padre, con Mi Creación y con el hombre, a fin que sea salvo y viva eternamente.
Dios Padre Soy, amoroso para con los Míos, compasivo y lento para enojarme y enviar Mis juicios, a fin de un bien en todo cuanto existe y he creado.
Esta generación se burla de Mí, se ha apartado de Mis Santos caminos, deseando el hombre de esta generación vivir sin Dios y sin ley Divina.
¡Oh, Tierra de María, ¡cuánto dolor llega a tu nación!, dolor y llanto será para los hombres de esta tierra, porque se obstinan en vivir sin Mí, se apartan del camino de Santidad y la vida eterna.
Una a una las naciones serán castigadas según su actuar y su proceder.
Juicio he decretado para ti, México, por cuánto olvidaste a la Madre del verdadero Dios, por quien se vive, dejando que el mal tome terreno contaminando esta nación y sus habitantes; llanto de los inocentes por tus numerosos crímenes.
Te haré sentir Mi enojo, porque con tu conducta me has ofendido y has echado de Tu tierra a la Madre del Salvador.
Te removeré desde las entrañas, te haré temblar a ver si así despiertas y te vuelves a Mí, Tú Dios, convirtiéndote de corazón, porque con los labios decís amarme, pero vuestros corazones están lejos de Mi.
Como un Padre amoroso vengo a Ti a removerte, para que despiertes del letargo, de los engaños que el enemigo ha puesto en vuestros corazones y pensamientos; vengo como Rey de Justicia para que volváis vuestra mirada a Mí, Justo Juez, Dios Padre amoroso de todo cuanto he creado.
Nadie escapará a Mis juicios, una a una he de purificar a todas las naciones y sus moradores, una a una os llamaré de nuevo a volver a Mí, y doblar rodilla ante el Rey del Universo, Dios Padre que os ama.
Arrepiéntete, ahora, que aún hay tiempo, sal de la injusticia, la idolatría, el paganismo, antes de que envíe Mi juicio sobre Ti.
Porque la maldad que hay en los hombres de esta generación pesa más que las obras buenas de unos cuantos justos, almas víctimas, los justos que sufren la Pasión Dolorosa de Mi Hijo en la Cruz.
Una a una he de juzgar a todas las naciones de la tierra; entonces el hombre clamará a Mí, Su Dios, y en el clamor yo lo he de oír para purificar su corazón de sus malas obras.
Arrepiéntete hoy que puedes hacerlo.
Vuestro Padre celestial.
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Misericordia, Dios Mío, misericordia, porque hemos pecado contra ti. Compadécete de nosotros que estamos llenos de miseria, envíanos Tu Luz para reconocer nuestros numerosos pecados, y con un corazón sincero volvernos a Ti, que Eres nuestro Padre del cielo y con amor nos reprendes para ser renovados, purificados y alcanzar la vida eterna. Envíanos Tu luz y Tu asistencia Divina, porque solos nada somos y nada podemos hacer. Amén,amén,amén.