lunedì 17 dicembre 2012

Los pobres. (“A mis Sacerdotes” de Concepción Cabrera de Armida)


MENSAJES DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO PARA SUS PREDILECTOS.


(“A mis Sacerdotes” de Concepción Cabrera de Armida)


XXVII

LOS POBRES


Otro delicado punto que lacera mi alma en algunos sacerdotes, por no decir que en muchos, es el poco aprecio de los pobres como si no fueran todos, pobres y ricos, hijos de Dios. Y antes bien, la preferencia en caso de haberla, salvo excepciones, debía inclinarse a proteger a los desvalidos, a los ignorantes, a los que cargan el peso del trabajo material y que tanto necesitan de quienes los sostengan.

¡Hay muchas almas tan hermosas entre los pobres! ¡Hay almas tan dispuestas a recibir el roció del cielo, probadas por las inclemencias de la tierra! ¡Hay almas tan puras, tan sacrificadas, que se ven despreciadas por su posición social y su miseria!

No; este punto hay que remediarlo en muchos sacerdotes que solo quieren rozarse y ejercer su ministerio con la clase que brilla, que no siempre es la que me da más gloria. Para la naturaleza no es agradable ese trato con la gente pobre, ruda, sucia y poco inteligente. Pero Yo vine a salvar a todos sin distinción: a pobres y a ricos, y mi caridad prefirió a los menesterosos, a los desvalidos, a los pobres. Y Yo mismo fui pobre para atraerlos a Mí sin que se avergonzaran. Y si los sacerdotes tienen que ser Yo, la misma caridad, abnegación y humildad tienen que tener, y el mismo sentir que Yo.

Hay que atenderlos con calma y vida: hay que evangelizarlos como Yo lo hice; hay que abrirles los brazos y el corazón, abajándose para levantarlos; hay que atraerlos por el cariño y por los ejemplos para llevarlos a Mí; hay que formar el criterio y el corazón del pobre desde pequeño hasta mayor, desde la cuna hasta la muerte. Mi Iglesia es Madre, y sus sacerdotes deben tener para con los pobres entrañas maternales.

No hay que ahuyentar a los pobres con durezas y malos modos, sino soportarlos, enseñarles pacientemente el amor a Dios y al prójimo. ¿Por qué los ricos han de tener más Dios que ellos? ¿Por qué esas distinciones que los humillan y los ofenden? ¡Me duele a Mí lo que a ellos les hacen! Claro está que se les debe dar el pan de mi doctrina a su alcance; pero ¿cuántas veces se estremece mi corazón de pena ante las injusticias con que humillan mis sacerdotes a esas amadas almas! ¡Hay que educarlas, soportarlas, defenderlas, protegerlas y amarlas!

Un sacerdote debe ser todo para todos; y recuerde que Yo amo tanto a los pobres, que me hice pobre, que viví entre los pobres, que distinguí a los pobres y que a los pobres prometí el reino de los cielos. Y me igualé de tal manera con ellos, que ofrecí eterna recompensa a los misericordiosos que tuvieran misericordia, y dije que lo que a ellos hicieran, me lo harían a Mí.

Yo amo mucho a los pobres; y falta en mi Viña, en mi Iglesia, quien los ame como Yo. Hay sus deficiencias, sus grandes lagunas en este punto capital para mi Corazón de amor, y hay muchos sacerdotes culpables sobre este particular, acerca del cual llamo la atención.

Todas son almas; todas me costaron la Sangre y la Vida; a todas sin distinción de clases me doy en la eucaristía, y un mismo cielo cobijará eternamente a pobres y ricos, donde se premian virtudes y no categorías mundanas. Muy bien que en el mundo tenga que haber escalas sociales; más para mis sacerdotes no debe haber sino almas, almas que darme y por quienes sacrificarme.

Más de lo que se supone tengo que lamentar en mi religión –que es toda caridad- sobre este punto; y pido, y quiero y mando que se remedie lo que hubiere sobre este punto tan importante y que deseo remediar, que precisamente por su ignorancia, por sus malas inclinaciones, por el medio en que vive, necesita de más caridad, de doble paciencia, de grande generosidad y aun de heroicas abnegaciones.

Pero Yo sé premiar esos heroísmos con una gloria eterna. Para Mí no pasas desapercibidos los sacrificios sobre este punto tan importante y que deseo remediar. Y si lo hacen por mi amor., Yo premio esas liberalidades y vencimientos; Yo me regalo a Mi mismo con muchas formas en esta vida, con inefables consuelos, y derramo en las almas caritativas con los pobres mis más delicadas caricias.

Y no sólo los premio las limosnas para los cuerpos (que deben hacerse según las fuerzas de cada cual), sino más la limosna a las almas, los consejos a los pobres, la amabilidad con ellos, la formación de sus corazones para el cielo.

¡Cuántos de mis sacerdotes tratan a los pobres en los confesonarios con cierto desprecio e impaciencia! ¡Cuántas veces se quedan corridos y avergonzados los pobres, porque dan la preferencia a las personas de otra posición! ¡Cuántas veces esperan la comunión que a todos pertenece con humillante paciencia hasta que va otra persona rica a pedirla!

En el mismo ejercicio del ministerio se distingue la manera de hacer los bautismos, los matrimonios, los viáticos, etc., de los pobres y de los ricos; y Yo quiero llamar la atención sobre este punto que lastima la caridad de mi Corazón.

Yo busco almas, no posiciones; Yo amo las almas en cualquier escala social en que se encuentren. El Espíritu Santo no distingue. Mi Padre el sol sobre todos, y quiero que los míos me imiten y tengan un mismo corazón con todas las almas y vena en ellas sólo a Mí, porque reflejan las Trinidad cuya imagen llevan. Con este pensamiento, que es realidad, se les facilitará a los sacerdotes la igualdad en el trato caritativo y santo para con los pobres a quienes he ofrecido el reino.”

Que el Espíritu Santo y la Virgen María los transforme en otros Jesús,

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“A los Sacerdotes, hijos predilectos de la Virgen Santísima.”

Os invito a todos a uniros a la oración que vuestra Madre Celeste dirige cada día al Padre, unida al Espíritu Santo, su esposo Divino: “Ven Señor Jesús” 

AVE MARIA!
CAUSA NOSTRAE LAETITIAE,
ORA PRO NOBIS!

Beata Madre Teresa di Calcutta




La beata Madre Teresa di Calcutta ripeté mille volte, in "Occidente": 

"Voi parlate di pace ogni momento, ma sterminate i nascituri ogni giorno: siete in piena guerra".


COR MARIAE IMMACULATUM
INTERCEDE PRO NOBIS

Viribus unitis








WWW.TUTELAEUCARESTIA.ORG

Proposta di una iniziativa a tutela delle Sacre Specie eucaristiche

Viribus unitis
(Confederazione del Corpo di Cristo)

La concessione del Sacro Corpo Eucaristico sulla mano è un tentativo di ritorno alla prassi liturgica in uso i primi secoli del Cristianesimo. La consuetudine fu rettificata nel corso dei secoli (il Sinodo che si celebrò a Rouen verso il IX secolo sotto Ludovico il Pio impose il rito della Comunione sulla lingua), così come nel corso dei secoli sono state rivisitate o corrette disposizioni e precetti ora caduti in disuso e annullati. Per esempio, la prescrizione del digiuno da effettuare prima di recarsi a ricevere la Sacra Particola: nei primissimi secoli occorreva esentarsi dal cibo nelle 24 ore antecedenti alla partecipazione alla Santa Messa; successivamente il precetto prevedeva il digiuno dalla mezzanotte del giorno precedente; ora la norma impone di non mangiare cibo un’ora prima della Santa Messa, anzi, la cogenza è rimasta per l’ora calcolata dalla distribuzione dell’Eucarestia. 
La Chiesa, insomma, ha derogato al rigore delle origini, confidando nell’amore che il popolo cristiano dovrebbe avere nei confronti della “cosa più preziosa in cielo e sulla terra” (San Giovanni Crisostomo). Ma il rigore –non il rigorismo- ha anche dei lati buoni, e forse si impone un passo indietro rispetto a una liceità che porta a fenomeni di disamore quando non di peggio. Tornando al caso di specie, da cui questo articolo trae scaturigine e mi auguro valenza, la concessione della Comunione sulla mano sembra AVERE ATTENUATO NEI FEDELI, stando a ciò che è dato non di rado vedere quando si assiste alla distribuzione dell’Ostia consacrata, LA COSCIENZA DELLA PRESENZA DEL CORPO GLORIOSO DI CRISTO e della presenza del Creatore dell’Universo nelle sacre specie eucaristiche. La compunzione che anni fa i fedeli avevano nel recarsi all’altare, è sparita: taluni non formano il trono con la mano prima che il sacerdote (o chi per lui) vi depositi il Corpo di Cristo (ed è davvero il minimo che bisognerebbe fare), quasi mai mettono in bocca l’Ostia consacrata davanti al Ministro (che si esime dall’esigerlo, come sarebbe suo diritto), e sovente non lo fanno nemmeno quando si spostano di lato (il gesto viene oramai identificato in un tutt’uno con il girarsi per tornare al proprio posto), bensì quando sono già di spalle a colui che distribuisce il Pane di Vita.

Ammesso poi che lo deglutiscano, il suddetto Pane! E’ risaputo infatti che le Messe nere sono aumentate da un decennio a questa parte, e che il trafugamento del Corpo Eucaristico è oggetto di un mercato che, allo stato attuale, offre 250 € per un’Ostia consacrata. La cosa più preziosa in cielo e sulla terra viene, nei riti satanici, messa nella pipì e ficcata nell’ano (scusate la crudezza del linguaggio, ma è la stessa crudezza e crudeltà che usano con Gesù, inutile nasconderselo). A prescindere dai satanisti, è innegabile, comunque, l’attenuazione nei fedeli del senso di sacralità dell’Offerta che si accingono a introiettare dentro di sé. Le cause sono molteplici: la scristianizzazione della società, una considerazione appannata dell’Ufficio e della dignità del sacerdote, visto come “uno di noi” e non come una persona consacrata che da Dio è investito di particolari poteri (vedasi Sacramento della penitenza). Il premere su “sono uno di voi” (che orribile quel “ci benedica Dio onnipotente”) e le altre ragioni che gli esperti conoscono bene hanno ottenebrato nel popolo cristiano la consapevolezza che il prete agisce in persona Christi (oltreché dei Sacramenti). Vi era una maggiore partecipazione emotiva quando i fedeli, riconoscendo la gerarchia del sacerdote e sentendosi fragili creature bisognose di vita eterna, con abbandono filiale accettavano dalle mani del presbitero il Sacro Pane Eucaristico. Ma la prassi attuale modifica questi rapporti.

Tuttavia, va rilevato che le istruzioni per distribuire la Santissima Eucaristia sono una enunciazione di disposizioni SPROVVISTA DEI MECCANISMI DI CONTROLLO per l’attuazione delle disposizioni medesime. Tale mancanza fa sì, ut exemplum, che il precetto di portare alla bocca il Corpo di Cristo davanti al Ministro o spostandosi dilato è risultato essere un provvedimento anodino, che non viene preso nella dovuta considerazione. E non solamente nelle celebrazioni solenni o in quelle con una partecipazione considerevole di fedeli; anche nelle piccole chiese, spesso non viene rispettato. Tra l’altro, con i satanisti e i confusi che ci sono in giro, anche una maggior attenzione del presbitero non porterebbe a grandi risultati. Anche i ministri che servono il sacerdote celebrante, occupati come sono a tenere la patena (dove ancora questa si usa) o a controllare la fila (è precipuamente questo che fanno ora), non possono prestare la dovuta attenzione acchè vengano osservate le prescrizioni in vigore, e soprattutto che l’Ostia venga deglutita. Occorre trovare un rimedio. Un rimedio –non la soluzione –può scaturire con il contributo dei laici, e precisamente dei laici appartenenti alle associazioni cattoliche. Le aggregazioni di fedeli quali i Terz’Ordini, le Confraternite o le Pie Unioni, ma anche l’Azione Cattolica o le Conferenze di San Vincenzo o le Associazioni private il cui atto costitutivo è stato approvato dall’autorità ecclesiastica, potrebbero inviare durante una Santa Messa due loro rappresentanti i quali, ponendosi ai lati destro e sinistro di chi distribuisce la Sacra Particola, STANDO A POCHI METRI da esso, dovrebbero verificare che l’Ostia venga deglutita (inserita in bocca e inghiottita. Potrebbe essere sufficiente che sia introdotta in bocca, vista la riluttanza e il rifiuto a compiere questo atto, quando chi stava per trafugare il Pane di vita è stato costretto a metterlo in bocca. Però chi ha intenti negativi inventa mille sotterfugi per porre in essere i propri propositi, pertanto sarebbe più opportuno che si verifichi l’avvenuta deglutizione).

Per inciso: NON E’ SUFFICIENTE CHE CONTROLLI SOLAMENTE UNA PERSONA DA UN LATO, se chi va a ricevere l’Eucarestia inghiotte l’Ostia. Si è notato che anche se c’è una persona che vigila vicino al presbitero, non è sicuro che la medesima riesca ad accertare bene cosa succede. D’altronde è capitato a tanti di noi di fermare più volte delle persone che a un altare (a un altare, quindi in uno spazio ristretto, figuriamoci negli spazi ampi) stavano trafugando un’Ostia consacrata, quindi organizzare un servizio vero e proprio in tal senso avrebbe una sua logica. La sovraesposta procedura è molto più semplice di come può apparire di primo acchito. Non bisogna però aggravare i parroci di lavoro, ragion per cui devono essere i laici cattolici a organizzare e regolamentare detto servizio. Perché ciò avvenga, è sufficiente che le Associazioni si uniscano in una Confederazione, la cui denominazione potrebbe essere Confederazione del Corpo di Cristo (il Corpo di Cristo è la Chiesa, paolinamente parlando. Ma è anche l’Ostia consacrata, pertanto vi sarebbe un doppio significato). A capo di questo Istituto vi dovrebbe essere un sacerdote nominato dal Santo Padre (come Vicario di colui che ha istituito l’Eucaristia, sarebbe moralmente giusto che fosse lui a nominarlo. Starebbe anche a indicare la sottomissione delle Associazioni al rappresentante di Cristo in terra).
Quanto ho proposto è un atto di amore a Gesù che non richiede alcun correttivo della legislazione vigente, bensì una integrazione (che non è apparentata con l’integralismo) della stessa, alla luce dei tratti fisionomici della società in cui viviamo. C’è chi consiglia di accentuare l’educazione al culto eucaristico, invece di pensare a tutelare il pane diventato Persona divina. Ovviamente una cosa non esclude l’altra. Però il fenomeno del trafugamento dell’Ostia consacrata e delle Sue profanazioni è talmente esteso, coinvolgendo anche categorie che volutamente rifiutano l’autorità di Cristo (non è realistico pensare di convertire i satanisti con della buona catechesi. Allora tanto vale fare come quelli che “si lavano le mani” di fronte a problemi per loro scomodi ma non insolvibili, affidando il problema alla Madonna. La Madonna si serve dei nostri corpi per l’edificazione del regno di Suo figlio. E ora il Corpo e il Sangue di suo figlio, offertoci per la nostra salvezza, è gravemente e grevemente oltraggiato, anche da chi forse non ha coscienza di quello che fa ovvero di quello che non fa: perché anche il non ossequio e non la non dovuta devozione sono un oltraggio. Di cui ognuno di noi dovrà rendere conto), che occorre intervenire con fatti decisi, fatti forti, fatti aggreganti. Si sa: viribus unitis.

Sorella Angela Musolesi

Sacro Cuore

domenica 16 dicembre 2012

IN DIFESA DEL POEMA DELL'UOMO-DIO DI MARIA VALTORTA



IN DIFESA DEL POEMA DELL'UOMO-DIO DI MARIA VALTORTA

+ Roman Danylak, Vescovo titolare di Nissa

P. Philip Pavich, OFM, sacerdote francescano americano-croato, nel 1991 spedì una lettera circolare ai devoti di Medjugorje, mettendo in questione le presunte visioni di Maria Valtorta e i volumi da lei scritti, intitolati Poema del Uomo-Dio- l'Evangelo Come mi e stato Rivelato, pubblicato in inglese in 5 volumi (10 volumi in italiano E già uscita la quarta edizione ampliata di quest'opera, pubblicata dal Centro Valtortiano in Isola dei Liri, in Italia. Le tre ultime edizion sono state curate dal editore, dott. Emilio Pisani.)

Mi resi conto di sovrabbondanza di pareri simili tra vari autori, sacerdoti, cattolici impegnati, fedeli tradizionali, e non solamente cattolici radicali o liberali, che erano pronti a rigettare tali visioni e rivelazioni su due piedi. La mia prima reazione a questa lunga lettera circolare fu quella d'apprensione. E ritornai alle origini: il testo de Il Poema dell'Uomo-Dio, in originale italiano e nella traduzione inglese, alle sue esaurienti introduzioni, annotazioni in calce e appendici, al decreto della Sacra Congregazione per la Dottrina della Fede sull'abolizione dell'Indice di libri proibiti; e in particolare le sezioni che causarono a P. Pavich tale impegno. Rividi un'altra volta l'opera principale di P. Gabriele Roschini: La Vergine Maria negli scritti di Maria Valtorta.

Riflettendo sui punti di riguardo alla luce delle difficoltà sollevate da P. Pavich, e dal gran numero di scrittori per i diversi bollettini o settimanali, come ad. es. The Wanderer, presto mi divenne chiaro che tutti i riserbi di P. Pavich e degli altri scrittori provengono dalle loro interpretazioni dei commenti per sentito dire e delle interpretazioni degli episodi né Il Poema dell'Uomo-Dio, e in particolare della loro cattiva lettura e del fatto che la prima edizione de Il Poema era stata messa sull'Indice dei libri proibiti. Nessuno di questi scrittori, comunque, si applicò a studiare il decreto, e meno ancora a studiare a fondo Il Poema dell'Uomo-Dio, e le affermazioni di studiosi e delle autorità della Chiesa e le buone cose che teologi rinomati avevano da dire de Il Poema dell'Uomo-Dio.

Parlerò delle maggiori questioni per esteso.Gli scrittori menzionati sopra non erano nemmeno a conoscenza della notevole letteratura degli anni cinquanta, delle dichiarazioni favorevoli dei contemporanei di Maria Valtorta, e specialmente dell'approfondimento teologico e del commento scientifico di P. Corrado Berti, un teologo Servita, alla seconda edizione italiana de Il Poema dell'Uomo Dio.

Le principali obiezioni dei censori, che misero Il Poema dell'Uomo-Dio sull'Indice dei libri proibiti, furono che gli editori della prima edizione, facendo intendere di presentare visioni e rivelazioni private, non sottomisero l'opera alla precedente censura ecclesiastica, la quale cosa è vera. Inoltre loro accusarono il libro d'inaccuratezze archeologiche e geografiche, teologia sbagliata, sentimentalismo affettato, etc., etc. 

Due teologi Serviti, P. Corrado Berti, che allestì un commento scientifico teologico e scritturale per la seconda edizione de Il Poema, e P. Gabriele Roschini, un noto mariologo, l'autore de La Vergine Maria negli scritti di Maria Valtorta, attestano l'ortodossia della fede cattolica, l'accuratezza dei fatti delle descrizioni della geografia biblica descritta nel Poema, e la profondità del discernimento teologico di questi scritti. P. Roschini fece uso degli scritti di Valtorta per il suo corso di mariologia degli anni 1970, e le annotazioni per il suo corso divennero la base per il suo finale e definitivo libro di mariologia, La Vergine Maria negli scritti di Maria Valtorta. Inizialmente P. Roschini si era dimostrato molto riservato verso gli scritti di Valtorta. Ma cambiò opinione, superò il suo iniziale riserbo, per scoprire un tesoro immenso di cognizione del mistero di Maria, egli commenta nell'introduzione al suo ultimo libro su Maria (pg. 21 nella traduzione inglese).

L'Osservatore romano pubblicò il 6 gennaio 1960, un articolo su // Poema dell'Uomo Dio assieme ad un'aspra critica contraria. Tuttavia lo stesso articolo apertamente ammise che era possibile trovare in quest'opera delle lezioni di teologia mariana le che dimostrano conoscenza completa di studi ulteriori d'odierni specialisti nella materia. Queste lezioni teologiche sono scritte in termini uguali a quelli che un professore contemporaneo userebbe ora. Nella nota in calce, P. Roschini aggiunge che questi ufficiali non erano nemmeno a conoscenza della dichiarazione del Papa Pio XII del 26 febbraio 1948, durante la speciale udienza che aveva concesso a P. Berti e a due testimoni P. Andrea M. Cecchini, Priore, e P. Romualdo Migliorini (tutti e tre teologi). (Cf. Osservatore Romano, 27 febbraio 1948) — con la raccomandazione: "Pubblicate quest'opera così come è. Non c'è bisogno di dare un'opinione sulle sue origini, se siano straordinari o no."

Le successive edizioni, sebbene similmente stampate senza il Nihil Obstat, furono pubblicate dopo che l'indice era stato annullato. P. Pavich era a conoscenza soltanto dei commenti per sentito dire di P. T. Pervan sulla dichiarazione attribuita al Cardinale Ratzinger. Sfortunatamente, né P. Pavich né P. Pervan indicano le sorgenti di questo riferimento alle presunte dichiarazioni del Cardinale. Altri scrittori ugualmente fanno menzione alla risposta del Cardinale Ratzinger ai quesiti del Cardinale Siri di Genova; eppure nessuno di loro propone riferimenti precisi, cosicché i lettori possano valutare l'impatto della risposta del Cardinale Ratzinger.
Con risposta a queste obiezioni semplicemente citerò e commenterò il testo del nuovo decreto e il pubblico pronunciamento della Congregazione per la Dottrina della Fede, pubblicato in Acta Apostolicae Sedis del 1966. Presento la traduzione inglese del testo latino di ambedue i documenti, cosicché i lettori possano da soli avere un'idea dell'impatto di questi due documenti.

Il decreto che ha annullato l'indice dei libri proibiti, distingue tra quei libri che furono collocati sull'indice a causa della loro morale riprovevole, il carattere teologico anti-ecclesiale, e quell'altra letteratura relativa agli scritti sulle rivelazioni private o presunte visioni che furono pubblicate senza previa approvazione dell'" autorità ecclesiastica. Il desiderio profondo di Maria Valtorta, che rifiutava qualsiasi personale paternità del Poema dell'Uomo-Dio a parte quella di essere la portavoce o la segretaria annotatrice — dichiarando che gli scritti erano un dono del Signore — era che la Chiesa approvasse quest'opera. Una delle sue croci più grandi, era che questa approvazione non fu mai ottenuta, anche se l'edizione finale dell'intero corpo del Poema dell'Uomo-Dio fu pubblicato in adesione alle nuove regole stabilite dalla Santa Sede. Né fu lei di persona responsabile per la prima, né, in quanto a ciò, per le successive pubblicazioni. Ciò è stato il lavoro d'amici zelanti che desideravano di condividere una buona cosa con il mondo.

Non c'è stata né c'è alcuna cosa moralmente, teologicamente o scritturalmente riprovevole, nulla che fosse contrario all'insegnamento della Chiesa o in opposizione all'autorità della Chiesa, nelle opere della Valtorta. Questa fu la conclusione delle diverse autorità che io ho citato, come pure i critici delle sue opere, responsabili per l'articolo nell'Osservatore Romano del 1960.

In secondo luogo, P. Pavich è in disaccordo con il titolo del libro: Il Poema dell'Uomo-Dio arguendo che il Cristo dovrebbe più propriamente essere chiamato il Dio-Uomo. Desidero riferirmi all'opera di San Alfonso Liguori "La passione e la morte di Gesù Cristo". Citando Santo Agostino, Santo Alfonso inverte le parole di Santo Agostino, 'Deus-Homo', e scrive: "Nulla è più salutare del pensare quotidianamente di quanto l'Uomo-Dio ha sopportato per noi." (p. 159). Questo nome di Cristo, l'Uomo-Dio è di comune uso in italiano. Il Cardinale Pietro Parente, uno dei più eminenti teologi italiani prima e durante il Concilio vaticano II, segretario del Sant'Ufficio sotto il Card. Ottaviani, nel suo articolo sul Verbo Incarnato in Euntes Docete (1952) intitola la sua tesi "Unità ontologica e psicologica dell'Uomo-Dio"; quest'espressione si trova spesso in molti suoi scritti di cristologia.

P. Pavich afferma la propria autorità in merito in quanto già professore di seminario, tuttavia lui rifiuta le autorità citate dagli editori del Poema, uomini reputati non solo per la loro scienza ecclesiastica, ma anche per la loro autorità in seno alla Chiesa. Ne addurrò solo alcuni: Il Cardinale Agostino Bea, l'Arcivescovo Carinci, segretario della Congregazione per i Santi, Mons. Ugo Lattanzi, il Prof. Camillo Corsanego, avvocato concistoriale per le cause dei santi; i Padri Corrado Berti, Romualdo Migliorini, Gabriele Roschini, tutti teologi o canonisti e professori alle università pontificie, e altri. (Cf. Poema dell'Uomo-Dio, edizione 1986, vol VII. appendice ppg. 1865-1871; e vol X, nota 65, ppg. 369-370, per un elenco di autorità che supportano il lavoro di Maria Valtorta, e per la valorizzazione critica della competenza biblica e teologica dei suoi scritti).

Ho studiato il Poema a fondo, non solo nella traduzione inglese, ma nell'originale edizione italiana con le annotazioni critiche di P. Berti, ed affermo la sua teologica validità, e accolgo cordialmente la perizia di P. Berti e il suo concetto critico all'edizione italiana degli scritti. Inoltre ho studiato in originale i Quaderni di Maria Valtorta per gli anni dal 1943 al 1950. E desidero asserirne l'ortodossia teologica.

P. Pavich allude a due particolari punti di riguardo. In primo luogo, le parole della Beata Madre pronunciate nell'infanzia: "Vorrei anche esser peccatrice, tanto peccatrice, se non temessi di offendere il Signore... Dimmi, mamma. Si può esser peccatrici per amore di Dio?" (Poema I, pg. 47. Seconda edizione, l'Evangelo come mi è stato rivelato 1 pg.37 (terza edizione), ossia 7,5). Mi sembra di ricordare un simile commento di Santa Teresa del Bambino Gesù. La sua profonda comprensione dell'Infinita Misericordia di Dio che trova gioia nel dar perdono ai peccatori. E forse non molto lontano da ciò è l'offerta di San Paolo: "...ho nel cuore un grande dolore e una sofferenza continua. Vorrei infatti essere io stesso anatema, separato da Cristo a vantaggio dei miei fratelli, miei consanguinei secondo la carne...". (Rom. 9:3)

Per me, Nostra Signora, con la sapienza di una bambina, cerca di esprimere il suo profondo discernimento, come bambino, dell'infinita misericordia e compassione del Dio che redime, la cui più grande gioia è perdonare al peccatore che si pente. Se ha realmente detto tali parole o no, non lo sapremo mai per certo al di qua del cielo, salvo un'altra visione o rivelazione.



La seconda difficoltà di P. Pavitch si riferisce all'apparentemente dura risposta di Cristo a Sua Madre, che chiama la sua attenzione alla mancanza di vino, e il successivo mutamento dell'acqua in vino nelle nozze di Cana. Secondo Maria Valtorta, Cristo indica che i successivi traduttori delle Scritture omisero una parola chiave. Le parole di Cristo a sua Madre dovrebbero leggersi, secondo Maria Valtorta: "Donna, che vi è più fra Me e Te?" (Giov. 2:4). Diversi traduttori traducono in varie forme l'enigmatico "Quid mihi et tibi, mulier?" nella Vulgata latina, o nell'originale greco. I commenti dei Padri orientali e dei Dottori occidentali della Chiesa su queste parole colmano molte pagine. 

Il commento di Cristo, secondo Maria Valtorta (Poema, II, pg. 76 seconda edizione, I, pg.293 terza edizione, ossia 52,9, quarta edizione, l'Evangelo come mi stato rivelato, p.329, n.52.7), fa capire che la parola "più" fu omessa da molti traduttori. Questo implicherebbe una correzione ai testi delle Scritture come noi le possediamo, o il suggerimento che l'originale testo in greco può aver avuto incluso la parola greca per "più". Non ero in grado di consultare una varietà più vasta di fonti dei manoscritti greci, per trovare manoscritti con questo "più". P. Pavich muove obbiezione a queste parole attribuite dalla Valtorta a Cristo. Studiosi delle Scritture dovranno applicarsi alle questioni di testo. Qualsiasi sia l'esito, la spiegazione offertaci nel Poema dell'Uomo-Dio è più accettabile delle grandi quantità di scritti dei teologi e persino dei Padri della Chiesa nei secoli, per non parlare delle oltraggiose interpretazioni del Protestantesimo, come se Gesù avesse messo Sua Madre dove le spetta di stare. P. Roschini fa sua l'interpretazione di Maria Valtorta:
Citando la risposta di Gesù a Sua Madre alle nozze di Cana: "Donna, che vi è fra Me e Te?" Maria Valtorta spiega il passaggio come segue:
"Donna, che vi è più fra Me e Te?" L'avverbio "più" è stato aggiunto. Valtorta scrive quanto segue: "Gesù mi spiega il significato della frase. 'Quel "più", che molti traduttori omettono, è la chiave della frase e la spiega nel suo vero significato. Ero il Figlio soggetto alla Madre sino al momento in cui la volontà del Padre mio m'indicò esser venuta l'ora di essere il Maestro. Dal momento che la mia missione ebbe inizio, non ero più il Figlio soggetto alla Madre, ma il Servo di Dio. Rotti i legami morali verso la mia Genitrice. Essi si erano mutati in altri più alti, si erano rifugiati tutti nello spirito. Quello chiamava sempre "Mamma" Maria, la mia Santa. L'amore non conobbe soste, né intiepidimento, anzi non fu mai tanto perfetto come quando, separato da Lei come per una seconda filiazione, Ella mi dette al mondo per il mondo, come Messia, come Evangelizzatore. La sua terza sublime mistica maternità fu quando, nello strazio del Golgota, mi partorì alla Croce facendo di Me il Redentore del mondo. "Che vi è più fra Me e te?". Prima ero tuo, unicamente tuo. Tu mi comandavi, Io ti ubbidivo. Ti ero "soggetto". Ora sono della mia missione. Non l'ho forse detto? " Chi, messa la mano all'aratro, si volge indietro a salutare chi resta, non è adatto al Regno di Dio". (Lk 9:6 1-62) Io avevo posto la mano all'aratro per aprire col vomere non le glebe, ma i cuori, e seminarvi la parola di Dio. Avrei levato quella mano solo quando me l'avrebbero strappata di là per inchiodarmela alla croce ed aprire con il mio torturante chiodo il cuore del Padre mio, facendone uscire il perdono per l'umanità.


Quel "più", dimenticato dai più, voleva dire questo: "Tutto mi sei stata, o Madre, finché fui unicamente il Gesù di Maria di Nazareth, e tutto mi sei nel mio spirito; ma, da quando sono il Messia atteso, sono del Padre mio. Attendi un poco ancora e, finita la missione, sarò da capo tutto tuo; mi riavrai ancora sulle braccia come quand'ero bambino, e nessuno te lo contenderà più, questo tuo Figlio, considerato un obbrobrio dell'umanità, che te ne getterà la spoglia per coprire te pure dell'obbrobrio d'esser madre di un reo. E poi mi avrai di nuovo, trionfante, e poi mi avrai per sempre, trionfante tu pure in Cielo. Ma ora sono di tutti questi uomini. E sono del Padre che mi ha mandato ad essi".


Quel "più", dimenticato dai più, voleva dire questo: "Tutto mi sei stata, o Madre, finché fui unicamente il Gesù di Maria di Nazareth, e tutto mi sei nel mio spirito; ma, da quando sono il Messia atteso, sono del Padre mio. Attendi un poco ancora e, finita la missione, sarò da capo tutto tuo; mi riavrai ancora sulle braccia come quand'ero bambino, e nessuno te lo contenderà più, questo tuo Figlio, considerato un obbrobrio dell'umanità, che te ne getterà la spoglia per coprire te pure dell'obbrobrio d'esser madre di un reo. E poi mi avrai di nuovo, trionfante, e poi mi avrai per sempre, trionfante tu pure in Ciclo. Ma ora sono di tutti questi uomini. E sono del Padre che mi ha mandato ad essi"..., (Poema II, p.76 seconda edizione, Evangelo come mi è stato rivelato 1 pg 292 (terza edizione), ossia 52,7.IV edizione, p, 330, ).
Quale che sia la verità sulla parola "più", una cosa su cui sono d'accordo con P. Pavich è che questi scritti, come tutte le relazioni sulle visioni e rivelazioni private, rimangono nella categoria delle rivelazioni private; e lo stesso vale per tutti gli scritti di Maria Valtorta, cosi come per le parole e scritti e testimonianze di altri veggenti. E ve ne sono molti. Comunque essi devono tutti essere sottoposti all'autorevole giudizio della Chiesa, la sola che può giudicare con autorità sulla loro autenticità. "Videant auctores. Videat Ecclesia." Ma nello stesso momento desidero sottolineare che la storia della Chiesa è una costante testimone delle irruzioni della Divina Misericordia nella storia umana e della Chiesa, attraverso gli autorevoli pronunciamenti del Magistero, gli scritti dei mistici e dei santi, e anche, in modo particolare, le visioni e apparizioni del cielo. Perché mai dovrebbero cessare adesso, in particolare ora che il mondo è entrato in una situazione di crisi che non aveva ancora sperimentato? P. Roschini esamina i principi teologici delle rivelazioni private, e stabilisce un criterio sano con il quale possiamo discernere la loro autenticità. Ho incluso come supplemento gli importanti punti che lui pone. Rimando il lettore alla sua esauriente analisi offerta nel suo libro La Madonna negli scritti di Maria Valtorta.

In terzo luogo, i critici sono infastiditi dalle descrizioni dell'intimità di Cristo con sua Madre, e delle sue relazioni personali con le donne del Vangelo. Desidero rammentare al lettore non soltanto che portiamo i nostri tesori in vasi di terracotta; ma anche che abbiamo dimenticato cosa vuol dire veri uomini e vere donne nello stato di giustizia originale. Sperimentando la nostra fragilità ci siamo circuiti con tanti caveat e precauzioni, oppure ci siamo lasciati andare negli stati di peccato (come degli) animali. Gesù è vero Dio e vero uomo, il migliore esemplare non soltanto dell'umanità ma anche di virilità. La sua relazione con il genere femminile fu santa e sana. Concludo queste riflessioni con le parole di Cristo stesso, secondo Maria Valtorta (Il Poema dell'Uomo-Dio, X, pp. 362-374, seconda edizione, L'Evangelo come mi è stato rivelato, si tratta di passaggi della sezione 652 del "Commiato all'Opera"; ediz. IV, p.513), secondo le visioni e parole che ella ha ricevuto il 27 aprile 1948):
Io sono venuto... restituire nella loro verità le figure del Figlio dell'Uomo e di Maria, veri figli di Adamo per la carne e il sangue, ma di un Adamo innocente. Come noi, così dovevano essere i figli dell'Uomo, se il Progenitore e la Progenitrice non avessero avvilito la loro perfetta umanità — nel senso di uomo, ossia di creatura nella quale è la duplice natura spirituale, a immagine e somiglianzà di Dio, e la natura materiale — come voi sapete che hanno fatto. Sensi perfetti, ossia sottomessi alla ragione pur nella loro grand'acutezza. Nei sensi includo quelli morali insiemi a quelli corporali. Amore completo e perfetto perciò, e per lo sposo al quale non la stringe sensualità, ma soltanto vincolo di spirituale amore, e per il Figlio. Amatissimo. Amato con tutta la perfezione di una perfetta donna per la creatura nata da lei. Così avrebbe dovuto amara Eva: come Maria, ossia non per quello che di godimento carnale era il figlio, ma perché quel figlio era figlio del Creatore e ubbidienza compiuta al suo comando di moltiplicare la specie umana. E amato con tutto l'ardore di una perfetta credente, che sa quel suo Figlio non figuratamene ma realmente: Figlio di Dio. A coloro che giudicano troppo amoroso l'amore di Maria per Gesù, dico di considerare chi era Maria: la Donna senza peccato e perciò senza tare alla sua carità verso Dio, verso i parenti, verso lo sposo, verso il Figlio, verso il prossimo; di considerare cosa vedeva la Madre in Me oltre che vedere il Figlio del suo seno; e infine di considerare la nazionalità di Maria. Razza ebrea, razza orientale, e tempi molto lontani dagli attuali. Perciò, da questi elementi scaturisce la spiegazione di certe amplificazioni verbali di amore che a voi possono parere esagerate. Stile fiorito e pomposo anche nel parlare comune, lo stile orientale ed ebraico. Tutti gli scritti di quel tempo e di quella razza ne sono un documento, né il volger dei secoli ha molto mutato lo stile d'oriente.


Pretendereste che, perché voi, venti secoli dopo e quando la perversità della vita ha ucciso tanto amore, dovete esaminare queste pagine, Io vi dessi una Maria di Nazaret qual è la donna arida e superficiale del vostro tempo? Maria è ciò che è, e non si muta la dolce, pura, amorosa Fanciulla d'Israele, Sposa di Dio, Madre verginale di Dio, in una eccessivamente, morbosamente esaltata, o in una glacialmente egoista donna del vostro secolo.


A coloro che giudicano troppo amoroso l'amor di Gesù per Maria dico di considerare che in Gesù era Dio e che Dio uno e trino prendeva i suoi conforti amando Maria, Colei che lo ripagava del dolore di tutta la razza umana, il mezzo perché Dio potesse tornare a gloriarsi della sua Creazione che dà cittadini ai suoi Cieli. E considerino infine che ogni amore diventa colpevole quando, e soltanto quando disordina, ossia quando va contro la volontà di Dio e il dovere da compiere.


Ora considerate: l'amore di Maria ha fatto questo? Il mio amore ha fatto questo? Mi ha Ella trattenuto, per egoistico amore, dal compiere tutta la volontà di Dio? Per un disordinato amore per mia Madre ho rinnegato forse la mia missione? No. L'uno e l'altro amore hanno avuto un solo desiderio: che si compisse la volontà di Dio per la salute del mondo. E la Madre ha detto tutti gli addii al Figlio, e il Figlio ha detto tutti gli addii alla Madre, consegnando il Figlio alla croce del magistero pubblico e alla croce del Calvario, consegnando la Madre alla solitudine e allo strazio, perché fosse Corredentrice, senza tenere conto dell'umanità nostra che si sentiva lacerare e del nostro cuore che si spezzava nel dolore. È questo debolezza? Sentimentalismo? È amor perfetto, o uomini che non sapete amare e non comprendete più l'amore e le sue voci!
E ancora quest'Opera ha scopo di illuminare dei punti che un complesso di circostanze hanno coperto di tenebre e formano così zone oscure nella luminosità del quadro evangelico e punti che sembrano di frattura, e non sono che punti oscurati, fra l'uno e l'altro episodio, punti indecifrabili e che nel poter decifrarli sta la chiave per comprendere esattamente certe situazioni che si erano create e certe maniere forti che avevo dovuto avere, così in contrasto con le mie esortazioni continue al perdono, alla mitezza e umiltà, certi irrigidimenti verso i tenaci, inconvertibili avversari. Ricordate tutti che, dopo avere usato tutta la misericordia, Dio, per onore di Sé stesso, sa anche dire "Basta" a coloro che, perché è buono, credono lecito di abusare della sua longanimità e tentarlo. Dio non s'irride. È parola antica e sapiente.
A concludere questa alquanto lunga esposizione, desidero condividere alcune delle mie personali esperienze. Nonostante alcune dichiarazioni contrarie, teologi autorevoli, studiosi delle Scritture, che hanno studiato Il Poema, confermano l'accuratezza delle descrizioni di luoghi, della geografia date dalla Valtorta, la sua esatta conoscenza della Terra Santa, ecc. E dobbiamo ricordare che Maria Valtorta non aveva la salute né l'opportunità di studiare o di correlare le sue osservazioni. Leggendo i cinque volumi in inglese o i dieci in italiano, mi sono molto stupito della sua maestria non soltanto relativa al componimento poetico, ma dei dettagli, delle personalità, degli eventi del racconto evangelico. Trovo conferme significative sui molti personaggi, apostoli, discepoli, penitenti, ecc., menzionati non solo nelle Scritture, ma anche nella tradizione liturgica e patristica della Chiesa, nella tradizione bizantina. I suoi personaggi non sono immaginari, come quelli descritti nella narrazione di un'altra veggente e mistica, Catherine Emmerich, ma sono gente vera, la cui identità è confermata dai Padri e dalle feste liturgiche della Chiesa bizantina. Sono certo che potremmo trovare simili conferme nella tradizione patristica dell'Occidente. Sono meno a conoscenza di quest'ultima e lascio alle autorità più competenti in quest'area di ricerca. Inoltre troviamo nelle narrazioni di Maria Valtorta le risposte a molte delle questioni bibliche che sono state discusse e ribattute dagli studiosi delle Scritture e teologi per lunghi secoli, a causa delle apparenti contraddizioni nelle relazioni della Resurrezione, fra i sinottici e il Vangelo di San Giovanni.

In ultimo luogo Maria Valtorta presenta una delle più vivide, più belle, viventi e convincenti immagini del vivente Gesù che io abbia mai incontrato. Molti lettori hanno rinvigorito la loro fede, ed hanno attinto una più profonda comprensione delle scritture canoniche del Nuovo Testamento. Il Poema dell'Uomo-Dio merita serio studio.

Esorto vivamente tutti i critici a studiare Il Poema dell'Uomo-Dio, o l'Evangelo Come mi e stato Rivelato, leggendolo nella sua interezza, e non basandosi su impressioni superficiali o per lo più ripetute rielaborazioni di altri critici. Vi troveranno, ne sono sicuro, la pace e il gaudio, una conoscenza più profonda e più intima del Nostro Divino Salvatore e della Sua Beata Madre che io e innumerevoli altri lettori sparsi nel mondo, abbiamo trovato.



AVE MARIA PURISSIMA!

sabato 15 dicembre 2012

“I. N. R. I.”

Veni, Redemptor gentium,
excita potentiam tuam...

Domani 16 dicembre inizia la Novena al Santo Natale di N.S.Gesù Cristo. Mi piace invitare tutti a visitare questo sito.


Esempi di Gesù Bambino 

di S. Alfonso Maria de' Liguori


Si narra nello Specchio degli esempi (Distinz. 8) [9] d'un certo divoto giovinotto per nome Edmondo, inglese, che stando un giorno in campagna con altri fanciulli, egli ch'era amante dell'orazione e della solitudine, soletto si pose a passeggiare per un prato trattenendosi in affetti verso Gesù Cristo. 
Ecco gli apparve un vago bambino che lo salutò: Dio ti salvi, o Edmondo mio caro. E poi l'interrogò se sapea chi era? Rispose Edmondo che no. Ma che no - riprese a dire il celeste fanciullo - quando io vi sto sempre a fianco? Or se volete conoscermi, guardatemi in fronte.Guardò Edmondo e gli lesse in fronte le parole: Iesus Nazarenus Rex Iudaeorum. 
Ed allora gli soggiunse: Questo è il mio nome, e voglio che in memoria dell'amore che ti porto ogni notte ti segni la fronte con quello, ed esso ti libererà dalla morte improvvisa; come anche libererà ognuno che farà lo stesso. Edmondo seguitò a segnarsi sempre poi col nome di Gesù. 
Il demonio una volta l'afferrò le mani, acciocché non si segnasse, ma egli lo vinse coll'orazione, e poi lo costrinse a dire qual fosse l'arme di cui egli più temesse; rispose il demonio ch'erano quelle parole colle quali esso si segnava la fronte.

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Has Quator Sacras Litteras
“I. N. R. I.”
Pollice in fronte scribe, simul, et nomina significata dic: quæ plurimum
valent contra subitaneam, et improvisam mortem. Teste S. Edmundo.

“Iesus Nazarenus Rex Iudeorum: Hic titulus triumphalisJESU CHRISTI Salvatoris mei, præservet me a subitanea, improvisa, et mala morte. Amen.”
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ESEMPIO X.

Si riferisce nel Diario Domenicano a' 7 d'ottobre (12) che predicando S. Domenico in Roma, vi era una peccatrice chiamata Caterina la bella. Ricevé ella un rosario dalle mani del santo e cominciò a recitarlo; ma non lasciava la sua mala vita. Un giorno le apparve Gesù in forma prima di giovine, e poi si mutò in figura d'un grazioso bambino, ma con una corona di spine sulla testa e colla croce sulle spalle, e che mandava lagrime dagli occhi e sangue dal capo, e poi le disse: Basta; non più, Caterina; basta, lascia di più offendermi: vedi quanto mi sei costata, mentre io cominciai da bambino a patire per te, e non lasciai di patire fino alla morte. Caterina andò subito a trovar S. Domenico, si confessò da lui, e da lui ammaestrata dopo aver dispensato tutto quello che aveva a' poveri ed essersi chiusa in una stretta cella murata, si ridusse a vita così fervorosa ed ebbe tali favori dal Signore, che il santo ne restò ammirato. Ed in fine visitata da Maria SS. ebbe una felicissima morte.
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Note
(12) Domenico Maria MARCHESE, O. P., Sagro Diario Domenicano: 7 di ottobre, Dell'origine e progressi della divozione e solennità del SS. Rosario. - Cf. Commentarius de S. Dominico, inter Acta Sanctorum Bollandiana, die 4 augusti, n. 570, 571.
Ad maiorem Dei gloriam 
et Beatae Virginis Mariae!