Yo vivo en vuestro corazón
Dios de amor, Bendito Seas por Tu gran Amor y Tu Fidelidad para con nosotros, pecadores. Bendito eres en la soledad de mi alma, en todo cuanto has creado y es para Gloria tuya y Honra tuya.
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Mi Voz, como suave brisa, llega a vuestro corazón, os hablo en la Contemplación Eucarística, en medio y a través de toda Mi Creación, porque todo cuanto Yo creé e hice en Mi Amor Santo y Puro es para Gloria Mia, es para manifestar Mi Santa Presencia con vosotros.
Os salgo al encuentro en medio de vuestras labores cotidianas y vuestras responsabilidades como madre de familia y ama de casa, porque veo que, aun en medio de estos trabajos y responsabilidades, vuestro corazón está en dialogo Conmigo.
En este lugar os tengo apartada del mundo, del ruido del mundo, de sus vanidades y distracciones, para que estéis en constante adoración a Mi, Vuestro Señor y Creador.
Este lugar va santificándose con Mi Santa Presencia Real, a través de la oración y la presencia de todo el cielo que se une la tierra, la presencia de Mi Santa Madre, Reina de cielos y tierra, la Corte Celestial que custodian este lugar en compañía de los Santos de la Iglesia triunfante, purgante y peregrina, Mi Remanente.
Atento está vuestro corazón a los susurros de Mi Voz, bien habéis comprendido en alistar este lugar, donde pasareis el número de días que Yo he determinado hasta la espera en que vendrá Mi ángel del cielo, para conducíos a donde os resguardaré con un Resto Fiel, hasta el día y la hora en que Yo, Dios, permita que seáis nuevamente perseguida por MI Adversario, caer en sus manos, que os harán muerte, y Yo, Dios, sea Glorificado por vuestra Fidelidad en el fin y cumplimiento de vuestra misión.
Yo pondré en el corazón de muchos hombres, aquellos que han de venir para preservarlos de las calamidades de Mi Santo Aviso, y emprender el éxodo donde seguiréis en purificación y servicio a los demás.
Otros querrán venir y Yo, su Dios, lo impediré, porque en Mi Voluntad y Justicia Divina he determinado Yo, Dios Todopoderoso, que otros sean los caminos que les tengo reservados para estos acontecimientos.
Vos no os inquietéis, confiad en Mí, pues es Mi Obra Santa en vuestra nada, en vuestro sí. Sabéis ya en vuestro corazón que la hora está ya cerca, y todo debe estar debidamente preparado. Preparad vuestros corazones, limpios de toda mancha, aguardando con confianza y paz el día ya profetizado, Luz para las almas, el Aviso del cielo.
Seguiré poniendo en vuestro corazón Mi Santa inspiración Divina, para que hagáis todo, día a día, en Mi Santo querer y Voluntad Divina.
Os confió esta Iglesia remanente, el Resto Fiel que está disperso en todas las naciones, y que en Espíritu os haré conocer, llegada la hora, en donde MI Padre Celestial os dará y os hará conocer, en plenitud y bajo Su Sabiduría Divina, postrada en Su Santa Presencia, arrebatada al cielo en donde el Padre, en su Omnipotencia, sellará con Su Mano Santa esta misión en vuestro corazón; ahí os mostrara el Resto Fiel, las almas por quien seréis Madre espiritual, dispuesta a dar la vida. Esta hora está ya próxima; armaos de valor y fortalecer vuestro espíritu en Mi, para no caer en tentación ni en las trampas del enemigo.
Decid a las almas que Vengo pronto, pues el día y la hora ya está sobre vosotros. Alegraos aquellos de corazón justo, aquellos que tienen sed de justicia, pues he aquí que el Rey de Reyes, Jesucristo, Rey del universo, está a la puerta.
Nada tema vuestro corazón, confiad solamente en Mi.
Jesús Vivo en vuestro corazón.
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Mi Señor: sólo Tú bastas en mi alma, sólo en Ti puedo purificarme y alcanzar la santidad. Sólo a Ti pertenezco, hágase Tu obra Santa y Divina en mi nada, para que Seas Glorificado. Amén, Amén, Amén.