Mercoledì 03 Ottobre 2012 |
La liturgia è il “culto del cielo aperto”, in cui non”esistono stranieri”. Implica universalità. Perché “la Chiesa si rende visibile in molti modi: nell’azione caritativa, nei progetti di missione, nell’apostolato personale”. Ma “il luogo in cui la si sperimenta pienamente come Chiesa è nella liturgia”. Benedetto XVI parla ai fedeli nell’udienza generale del mercoledì. È la vigilia del suo viaggio a Loreto, sulle tracce di Giovanni XXIII che lì andò a pregare per il Concilio che si sarebbe aperto di lì a poco. E per questo suo impegno, il Papa chiede ai fedeli di unirsi alla sua “preghiera nel raccomandare alla Madre di Dio i principali eventi ecclesiali che ci apprestiamo a vivere. L’Anno della fede e il Sinodo dei Vescovi sulla nuova evangelizzazione”.
Ed è proprio la preghiera il centro della sua catechesi. Già Benedetto XVI ha dedicato alla preghiera un ciclo di catechesi alle udienze del mercoledì. Ma, per parlare di liturgia - ripercorrendo idealmente i passi del Concilio Vaticano II (e la costituzione sulla liturgia fu la prima ad essere approvata) – il Papa parte ancora una volta dalla preghiera, che "consiste nel guardare costantemente e in maniera sempre nuova a Cristo, parlare con Lui, stare in silenzio con Lui, ascoltarlo, agire e soffrire con Lui”.
Punto di partenza è il Padre Nostro, la preghiera insegnata da Gesù Ed in quel “nostro” sta un punto fondamentale. Perché – dice il Papa – “il legame inscindibile tra Cristo e la Chiesa, attraverso la forza unificante dell’amore, non annulla il «tu» e l’«io», bensì li innalza alla loro unità più profonda. Trovare la propria identità in Cristo significa giungere a una comunione con Lui, che non mi annulla, ma mi eleva alla dignità più alta, quella di figlio di Dio in Cristo”. Pregare significa “elevarsi all’altezza di Dio”. “Devo immergermi quotidianamente – afferma Benedetto XVI - nelle parole della Chiesa, con la mia preghiera, con la mia vita, con la mia sofferenza, con la mia gioia, con il mio pensiero. È un cammino che ci trasforma”.
Un cammino che non può essere individualista. Perché “in ogni preghiera non parliamo solo come singole persone, bensì entriamo nel «noi» della Chiesa che prega. E dobbiamo trasformare il nostro «io» entrando in questo «noi». Con la liturgia si “esce dal semplice essere se stessi” e si “accede al grande banchetto”. “La liturgia – dice il Papa – implica universalità, e questo carattere universale deve entrare sempre di nuovo nella consapevolezza di tutti”. Di più. La liturgia “non è mai solamente l’evento di una comunità singola, con una sua collocazione nel tempo e nello spazio. E’ importante che ogni cristiano si senta e sia realmente inserito in questo «noi» universale, che fornisce il fondamento e il rifugio all’«io», nel Corpo di Cristo che è la Chiesa. Non è il singolo - sacerdote o fedele - o il gruppo che celebra la liturgia, ma essa è primariamente azione di Dio attraverso la Chiesa, che ha la sua storia, la sua ricca tradizione e la sua creatività”.
Benedetto XVI afferma che “non esistono «stranieri» nella comunità liturgica. […] La liturgia cristiana, anche se si celebra in un luogo e uno spazio concreti, ed esprime il «sì» di una determinata comunità, è per sua natura cattolica, proviene dal tutto e conduce al tutto, in unità con il Papa, con i Vescovi, con i credenti di tutte le epoche e di tutti i luoghi. Quanto più una celebrazione è animata da questa coscienza, tanto più fruttuosamente in essa si realizza il senso autentico della liturgia”.
Sono temi che stanno molto a cuore a Benedetto XVI. Tanto che – significativamente – ha voluto che il primo volume della sua Opera omnia ad essere pubblicato fosse “Teologia della Liturgia”, ovvero l’undicesimo della serie. “La liturgia della Chiesa – aveva scritto Benedetto XVI nell’introduzione dell’opera omnia - è stata per me, fin dalla mia infanzia, l’attività centrale della mia vita”.
E forse è proprio da lì che si può comprendere la rivoluzione tranquilla di Benedetto XVI che non riguarda solo la Curia, ma anche il modo di pregare. Così, a piccoli passi, il Papa ha chiesto che il crocifisso fosse posizionato al centro dell’altare, poi ha disposto che quanti prendevano la comunione dalle sue mani l’avrebbero dovuta prendere in ginocchio, poi ha liberalizzato l’antico rito, un provvedimento controverso all’interno della Chiesa, ma che si inserisce nel disegno di unire l’intera comunità cristiana. La comunione è l’obiettivo principale del pontificato di Benedetto XVI. E lo è ancora di più nell’anno della Fede.
Protegat nos dextera tua,
Mater Dei;
et da refrigerium,
et solatium animabus nostris.
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"Dignare me laudare Te Virgo sacrata. Da mihi virtutem contra hostes tuos". "Corda Iésu et Marìae Sacratìssima: Nos benedìcant et custòdiant".
mercoledì 3 ottobre 2012
L’Anno della fede e il Sinodo dei Vescovi sulla nuova evangelizzazione”.
MISSA TRIDENTINA: DOMINGO XIX post Pentecostes: Matteo 22, 1-14.
PALABRAS CONSOLADORAS DE JESÚS
PARA LOS QUE SON POBRES
Cuando todos se han acomodado, Jesús empieza a hablar: "Han partido nuestros pobres amigos que tenían necesidad de ser muy consolados en la esperanza, en la seguridad, de que basta saber poco para poder entrar al Reino, que basta un mínimo de verdad sobre el que trabaje la voluntad, os hablo ahora a vosotros, que sois menos infelices porque os encontráis en condiciones materiales mucho mejores, y con más auxilios del Verbo. Mi amor los sigue a ellos en alas del pensamiento, a vosotros con mi palabra os llega. A vosotros se os trata en la tierra como en el cielo con mayor fortaleza, a fin de que a quien se le dio más, más se le exija. Ellos, nuestros pobres amigos que están en camino de su galera, no pueden tener sino un mínimo de bien, y en compensación, un gran dolor. Por esto a ellos, sólo las promesas de la benignidad, pues otra cosa sería superflua. En verdad os digo que su vida es penitencia y santidad, y otra cosa no se les debe imponer. En verdad os digo, que cual vírgenes sagaces, no dejarán apagar su lámpara hasta la hora en que serán llamados.
¿Dejarla apagar? No. Su bien es la luz. No pueden dejarla apagar. En verdad os digo que así como yo estoy en el Padre, así los pobres están en Dios. Por esta razón, Yo, Verbo del Padre, quise nacer pobre, y permanecer pobre, porque me siento más cercano al Padre entre los pobres. El cual ama a los pequeños y estos lo aman con todas sus fuerzas. Los ricos tienen muchas cosas. Los pobres tienen solo a Dios. Los ricos tienen amigos. Los pobres están solos. Los ricos tienen muchas consolaciones, los pobres carecen de ellas. Los ricos tienen diversiones, los pobres no tienen más que trabajo. A los ricos se les facilita todo con dinero, los pobres tienen además la cruz de tener miedo a las enfermedades y carestía porque sería su fin la muerte. Pero tienen a Dios. Es su Amigo. Su Consolador. El que los distrae de su penosa vida actual con esperanzas celestiales. A quien se puede decir -y ellos saben decirlo, de hecho lo dicen porque son pobres y humildes.: "Padre, socórrenos con tu misericordia"-
AMIGO MÍO Y AMIGO DE DIOS SI BIEN ES RICO,
PUEDE PARECER EXTRAÑO.
PERO LÁZARO ES LA EXCEPCIÓN ENTRE LOS RICOS
Lo que digo en estas tierras de Lázaro, amigo mío y amigo de Dios si bien es rico, puede parecer extraño. Pero Lázaro es la excepción entre los ricos. Lázaro ha llegado a la virtud que es dificilísimo encontrar en la tierra y todavía más difícil de poner en práctica para enseñar a otros. La virtud de la libertad de las riquezas. Lázaro es justo. No se ofende. No se puede ofender porque sabe que es un rico-pobre, y por esto no le llega mi oculto reproche. Lázaro es justo. Reconoce que en el mundo de los grandes es así como digo. Por esto, en verdad, en verdad, os digo que es más fácil que esté en Dios un pobre, que un rico; y en el cielo de mi Padre y vuestro, muchos asientos los ocuparán los que en la tierra fueron despreciados como los mínimos y como tales pisoteados cual se pisa el polvo.
Los pobres conservan en su corazón las perlas de la palabra de Dios. Son su único tesoro. Y son su sola riqueza y la cuidan bien. Quien tiene muchas, está hastiado, y es soberbio y sensual. Por esto no admira con ojos humildes y de agradecimiento el tesoro que Dios le ha concedido y lo confunde con otros tesoros, solo en apariencia hermosos; tesoros que son las riquezas de la tierra, y piensa: "Es una dignación mía si acepto las palabras de alguien, que es igual a mi como hombre" y embota su capacidad de gustar lo sobrenatural debido a los fuertes sabores de la sensualidad. ¡Sabores acres!... Sí, muy condimentados para confundir su hedor y sabor de podredumbre...
LAS RIQUEZAS Y LAS CRÁPULAS
IMPIDEN ENTRAR EN EL REINO DE LOS CIELOS.
DEL REY QUE CELEBRA LAS BODAS DE SU HIJO
Escuchad y entenderéis mejor cómo las preocupaciones, las riquezas y las crápulas impiden entrar en el Reino de los cielos.
Una vez un Rey celebró las nupcias de su hijo único. Podéis imaginar que alegría había en el palacio real. Era su único hijo y llegado a la edad propia se casaba con la mujer a quien amaba. El padre y rey quiso que todo fuese alegría en la alegría de su amado hijo que iba a contraer nupcias. Entre las muchas fiestas para las bodas, preparó también un gran banquete, y lo hizo a tiempo, cuidando de todos sus pormenores para que fuese espléndido y digno del matrimonio de un hijo de rey.
Mandó con tiempo a sus siervos a avisar a sus amigos y aliados, y también a los grandes de su reino, que las nupcias se celebrarían determinada noche y que estaban invitados, que viniesen para que su presencia fuese un digno marco del hijo del rey. Pero amigos, aliados y grandes del reino no aceptaron la invitación.
Entonces el Rey, pensando que tal vez los primeros siervos no habían dado el aviso con propiedad, mandó a otros, para que con palabras insistentes les dijesen: "¡Venid! Os rogamos. Todo está ya preparado. La sala está aderezada, los vinos preciosos se han llevado a todas partes, y en la cocina la carne de bueyes y otros animales cebados están ya para ser cocidas, las esclavas revuelven la harina para hacer pastelitos, y otras muelen las almendras para hacer golosinas delicadísimas a las que añaden aromas muy raros. Las bailarinas y los músicos mejores están ya todos listos para la fiesta. Venid, pues, y que no sea inútil tanta preparación".
Pero amigos, aliados, y grandes del reino no aceptaron y dijeron: "Tenemos otras cosas que hacer", o bien fingieron aceptar la invitación, pero poco después se fueron a sus negocios. Unos al campo, otros a sus quehaceres; algunos a otras cosas de menor importancia. Y en fin, hubo quien cansado de tanta insistencia, cogiese al siervo del rey y lo matase para hacerlo callar, pues que seguía diciendo: "No neguéis al Rey esto, porque os podría venir alguna desgracia".
Los siervos regresaron al rey y le contaron todo con pormenores. El rey se irritó con la injuria. Mandó fuerzas a castigar a los que habían matado a sus siervos y a castigar a los que habían despreciado su invitación, pero no a los que habían prometido ir. Pero en la noche de la fiesta no llegó nadie. El Rey airado llamó a sus siervos y dijo: "No puedo dejar de festejar a mi hijo en esta noche de sus bodas. El banquete está preparado. Los invitados no han sido dignos de él. Y con todo, el banquete de mi hijo debe celebrarse. Id, pues, a las plazas, a las calles, a las encrucijadas, detened al que pase y traed a todos aquí. Que la sala se llene de gente que festeje".
Los siervos partieron. Fueron a los caminos, se esparcieron por las plazas, llegaron a las encrucijadas y reunieron a cuantos encontraron, buenos o malos, ricos o pobres y los llevaron a la morada real. Les dieron los medios para aparecer dignos de entrar en la sala del banquete de las nupcias. los llevaron después a ella. La sala se llenó de gente, como el rey había dispuesto.
El rey entró en la sala para ver si podía empezar la fiesta y vio que no obstante la ayuda que habían prestado sus siervos, uno no tenía vestiduras de bodas. le preguntó: "¿Cómo has entrado aquí sin vestiduras de bodas?" El no supo qué responder, pero en realidad no tenía excusa. Entonces el rey llamó a unos siervos y les dijo: "Tomas a este, ligadlo por las manos y por los pies, y arrojadlo fuera de mi casa, en la oscuridad y en el frío lodo. Allí llorará y rechinará sus dientes como ha merecido por su ingratitud y por la ofensa que me acaba de hacer, y más que a mí, a mi hijo, pues entró con vestidos pobres y sucios a la sala del banquete, a donde no debe entrar sino quien es digno de ella y de mi hijo".
Como veis las preocupaciones del mundo, la avaricia, la sensualidad, la crueldad, atraen la ira del rey, hacen que estas no entren de ningún modo a la casa del rey. Y ved también cómo entre los llamados, por amor a su hijo, hubo castigados. ¡A cuántos hasta el día de hoy ha enviado Dios en esta tierra a su Verbo!
A sus aliados, amigos, grandes del pueblo, Dios verdaderamente los invitó a través de sus siervos, y lo hará todavía mas con invitaciones urgentes, conforme la hora de mis Nupcias se aproxima. Pero no acogerán la invitación porque son falsos aliados, falsos amigos y no son grandes sino de nombre, pero en realidad son unos viles. (Jesús va elevando su voz. Sus ojos a la luz del fuego encendido que está entre El y los oyentes, para iluminar la noche en la que no hay luna, pues es menguante y sale más tarde, despiden rayos de luz como si fueran diamantes). Sí, son viles. Por esto no comprenden que es un deber y un honor aceptar la invitación del rey.
Soberbia, dureza, libídine hacen un baluarte en su corazón. Y -descarados que son- me odian, y por esto no quieren venir a mis bodas. No quieren venir. Prefieren a las bodas sus uniones con la política sucia, con el dinero puerco, con los sentidos malolientes. Prefieren el astuto cálculo, la conjuración traidora, el engaño, el crimen.
Todo esto lo condeno en nombre de Dios. Se odia la voz que haba y que invita a las fiestas. En este pueblo se busca a los que matan a los siervos de Dios: los profetas que han sido los siervos hasta el día de hoy; a mis discípulos que serán los siervos a partir de ahora. En este pueblo se escoge a los que se burlan de Dios diciendo: "Sí, iremos", mientras que en su corazón piensan: "¡Ni por asomos!" Todo esto sucede en Israel.
Y el Rey del Cielo, a fin de que su Hijo tenga un cortejo digno de sus bodas, enviará a recoger de las encrucijadas, de los caminos a los que no son amigos, ni grandes, ni aliados, sino sencillamente pueblo que pasa. Y la cosecha -por mi mano, por mi mano de Hijo y de siervo de Dios- ha empezado.
Los que sean, vendrán... Han ya venido. Los ayudo a hacerse limpios y hermosos para la fiesta de las bodas. Pero habrá, para su desgracia, quien aun en la magnificencia de Dios, que le proporciona perfumes y vestidura real para que se presente cual no es: un rico y digno, habrá quien a pesar de toda esta bondad, se aprovechará indignamente de ello para seducir, ganar... individuo de ánimo torcido, estrechado en los tentáculos del pulpo repugnante de todos los vicios... y sacará perfumes, vestidos para obtener una ganancia ilícita, pues los empleará no para las nupcias del Hijo sino para las suyas con Satanás.
Pues bien esto sucederá, porque muchos son los llamados, pero pocos los que, para poder perseverar en el llamamiento, llegan a ser elegidos. Pero también acontecerá que estas hienas, que prefieren lo podrido al alimento fresco, serán castigadas al arrojárseles afuera de la sala del Banquete, a las tinieblas y al fango de un lago eterno en que la risa chillona de Satanás se oye al conquistar un alma, y donde se escucha el eterno llamado de desesperación de los necios que prefirieron el Delito a la Bondad que los había llamado.
PEDRO, DI LA ORACIÓN QUE OS ENSEÑÉ,
Y DILA AQUÍ A MI LADO, DE PIE,
PORQUE ASÍ SE DEBE DECIR DE QUIEN ES DESTINADO POR DIOS
PARA ESTO
Levantaos y vámonos a descansar. Os bendigo a todos vosotros ciudadanos de Betania. Os bendigo y os doy mi paz. Te bendigo en particular a ti, Lázaro, amigo mío, y a ti, Marta. Bendigo a mis discípulos, a los que llegaron primero y a los que acaban de llegar, y a los que envío por el mundo para llamar a las bodas del Rey. Arrodillaos para que os bendiga. Pedro, di la oración que os enseñé, y dila aquí a mi lado, de pie, porque así se debe decir de quien es destinado por Dios para esto".
Todos se arrodillan sobre el heno. Quedan de pie Jesús alto y muy bello con su vestido de lino, y Pedro. Este con su vestido café oscuro, lleno de emoción, casi está temblando. Con su voz que no es hermosa, pero viril, despacio, por temor a equivocarse empieza: "Padre nuestro..."
Se percibe un llanto... de hombre... de mujer... Marziam, arrodillado exactamente delante de María que le tiene las manitas juntas, mira con una mirada angelical a Jesús y dice quedito: "¡Mira, Madre, qué hermoso es! Y ¡cómo también mi padre es hermoso! Parece como si estuviera en el cielo... ¿estará también aquí mi mamá asistiendo?"
Y María con voz baja que termina en un beso, responde: "Sí, querido. Ella está aquí y aprende la oración".
"Y ¿yo?... ¿La aprenderé?"
"Ella la dirá a tu alma mientras duermes, y yo te la repetiré en el día".
El niño dobla su cabeza sobre el pecho de María y así permanece mientras Jesús bendice con la siempre majestuosa bendición mosaica.
Todos se ponen de pie. Cada uno se va a su casa. Lázaro es el único que va detrás de Jesús. Entra con El a la casa de Simón para estarse allí. Entran también los demás. Iscariote se queda en un rincón semioscuro, apenado. No se atreve a acercarse a Jesús, como los demás...
***DOMENICA XIX dopo Pentecoste /Rito Romano Antico o Tridentino/ San Matteo 22, 1-14: Il Regno dei cieli è simile a un Re che celebrò le nozze del Figlio suo...
Cap 206.9-14:
Quando tutti sono a posto Gesù inizia a parlare.
«Partiti i poveri amici che avevano bisogno di essere molto
confortati nella speranza, nella certezza, anzi, che basta poco sapere per essere ammessi nel Regno, che basta
un minimo di verità su cui la buona volontà lavora, parlo ora a voi, molto meno infelici perché in condizioni
materiali molto migliori e con maggiori aiuti dal Verbo.
Il mio amore va a loro solo col pensiero. Qui, a voi,
il mio amore viene anche con la parola.
Perciò voi andate trattati, in terra come in Cielo, con maggiore fortezza, perché a chi più è stato dato più sarà chiesto.
Essi, i poveri amici che stanno tornando alla loro
galera, non possono che avere un minimo di bene, ed hanno, in compenso, un massimo di dolore. Perciò a
loro solo le promesse della benignità, perché ogni altra cosa sarebbe superflua. In verità vi dico che la loro
vita è penitenza e santità, e non deve essere imposto loro altro. E in verità anche vi dico che, pari a vergini
savie, essi non lasceranno spegnere la loro lampada fino all'ora della chiamata. Lasciarla spegnere? No. E'
tutto il loro bene questa luce. Non possono lasciarla spegnere.
In verità vi dico che, come Io sono nel Padre,
così i poveri sono in Dio. E' per questo che Io, Verbo del Padre, ho voluto nascere povero, e povero rimanere.
Perché fra i poveri mi sento più prossimo al Padre, che ama i minimi ed è amato da essi con tutta la loro
forza. I ricchi hanno tante cose. I poveri hanno solo Dio. I ricchi hanno amici. I poveri sono soli. I ricchi
hanno molte consolazioni. I poveri non hanno consolazioni. I ricchi hanno distrazioni. I poveri hanno solo il
lavoro. I ricchi hanno tutto reso facile per il denaro. I poveri hanno anche la croce di dover temere malattie e
carestie perché sarebbe la fame e la morte per loro. Ma hanno Dio, i poveri. Il loro Amico. Il loro
Consolatore. Colui che li distrae dal loro penoso presente con speranze celesti. Colui a cui si può dire - e loro
lo sanno dire, lo dicono perché appunto sono poveri, umili, soli -: "Padre, sovvienici della tua misericordia".
Quanto Io dico in questa terra di Lazzaro, amico mio e amico di Dio sebbene tanto ricco, può parere strano.
Ma Lazzaro è l'eccezione fra i ricchi. Lazzaro è giunto a quella virtù difficilissima a trovarsi sulla terra, e
ancor più difficile a mettersi in pratica per insegnamento altrui: la virtù della libertà dalle ricchezze. Lazzaro
è giusto. Non si offende. Non si può offendere, perché sa che egli è il ricco-povero e perciò non lo tocca il
mio celato rimprovero. Lazzaro è giusto. E riconosce che nel mondo dei grandi è così come Io dico. Perciò
Io parlo e dico: in verità, in verità vi dico che è molto più facile che sia in Dio un povero che un ricco; e nel
Cielo del Padre mio e vostro, molti seggi saranno occupati da coloro che sulla terra furono spregiati perché
minimi come polvere che si calpesta.
I poveri serbano in cuore le perle delle parole di Dio.
Sono il loro unico tesoro. Chi ha una
sola ricchezza veglia su essa. Chi ne ha molte è annoiato e distratto, ed è superbo, ed è sensuale.
Per tutto questo non ammira con occhi umili e innamorati il tesoro che Dio ha dato, e lo confonde
con altri tesori, solo in apparenza preziosi, tesori che sono le ricchezze della terra, e pensa: "Degnazione mia
se accolgo le parole di uno, pari a me nella carne!", e ottunde la sua capacità di gustare ciò che è
soprannaturale con i sapori forti della sensualità. Sapori forti!... Si, molto speziati per confondere il loro
lezzo e il loro sapore di putredine...
Ma udite. E capirete meglio come le sollecitudini, le ricchezze e le crapule impediscono l'entrata nel Regno dei Cieli.
Una volta un re fece le nozze di suo figlio. Potete
immaginare che festa fosse nella reggia. Era il suo unico figlio e, giunto all'età perfetta, si sposava con la sua
diletta. Il padre e re volle che tutto fosse gioia intorno alla gioia del suo diletto, finalmente sposo con la
beneamata. Fra le molte feste nuziali fece anche un grande pranzo. E lo preparò per tempo, vegliando su ogni
particolare dello stesso, perché riuscisse splendido e degno delle nozze del figlio del re.
Mandò per tempo i
suoi servi a dire agli amici e agli alleati, e anche ai più grandi nel suo regno, che le nozze erano stabilite per
quella data sera e che loro erano invitati, e che venissero per fare degna cornice al figlio del re.
Ma amici,
alleati e grandi del regno non accettarono l'invito.
Allora il re, dubitando che i primi servi non avessero
parlato a dovere, ne mandò altri ancora, perché insistessero dicendo: "Ma venite! Ve ne preghiamo. Ormai
tutto è pronto. La sala è apparecchiata, i vini preziosi sono stati portati da ogni dove, e già nelle cucine sono
ammucchiati i buoi e gli animali ingrassati per essere cotti, e le schiave intridono le farine a far dolciumi, ed
altre pestano le mandorle nei mortai per fare leccornie finissime a cui mescolano aromi fra i più rari. Le
danzatrici e i suonatori più bravi sono stati scritturati per la festa. Venite dunque acciò non sia inutile tanto
apparato".
Ma amici, alleati e grandi del regno o rifiutarono, o dissero: "Abbiamo altro da fare", o finsero di
accettare l'invito, ma poi andarono ai loro affari, chi al campo, chi ai negozi, chi ad altre cose ancor meno
nobili. E infine ci fu chi, seccato da tanta insistenza, prese il servo del re e l'uccise per farlo tacere, posto che
insisteva: "Non negare al re questa cosa perché te ne potrebbe venire male.
I servi tornarono al re e riferirono
ogni cosa, e il re avvampò di sdegno mandando le sue milizie a punire gli uccisori dei suoi servi e a castigare
quelli che avevano sprezzato il suo invito, riservandosi di beneficare quelli che avevano promesso di venire.
Ma la sera della festa, all'ora fissata, non venne nessuno.
Il re, sdegnato, chiamò i servi e disse: "Non sia mai
che mio figlio resti senza chi lo festeggi in questa sua sera nuziale. Il banchetto è pronto, ma gli invitati non
ne sono degni. Eppure il banchetto nuziale del figlio mio deve avere luogo. Andate dunque sulle piazze e
sulle strade, mettetevi ai crocicchi, fermate chi passa, adunate chi sosta, e portateli qui. Che la sala sia piena
di gente festante. I servi andarono. Usciti per le vie, sparsisi sulle piazze, messisi ai crocicchi, radunarono
quanti trovarono, buoni o cattivi, ricchi o poveri, e li portarono nella dimora regale, dando loro i mezzi per
apparire degni di entrare nella sala del banchetto di nozze. Poi li condussero in quella, ed essa fu piena, come
il re voleva, di popolo festante.
Ma, entrato il re nella sala per vedere se potevano aver inizio le feste, vide
uno che, nonostante gli aiuti dati dai servi, non era in veste di nozze. Gli chiese: "Come mai sei entrato qui
senza la veste di nozze?". E colui non seppe che rispondere, perché infatti non aveva scusanti. Allora il re
chiamò i servi e disse loro: "Prendete costui, legatelo nelle mani e nei piedi e gettatelo fuori della mia
dimora, nel buio e nel fango gelido. Ivi starà nel pianto e con stridor di denti come ha meritato per la sua
ingratitudine e per l'offesa che mi ha fatta, e più che a me al figlio mio, entrando con veste povera e non
monda nella sala del banchetto, dove non deve entrare che ciò che è degno di essa e del figlio mio".
Come
voi vedete, le sollecitudini del mondo, le avarizie, le sensualità, le crudeltà attirano l'ira del re, fanno si che
mai più questi figli delle sollecitudini entrino nella casa del Re.
E vedete anche come anche fra i chiamati,
per benignità verso suo figlio, vi sono i puniti. Quanti al giorno d'oggi, in questa terra alla quale Dio ha
mandato il suo Verbo! Gli alleati, gli amici, i grandi del suo popolo, Dio veramente li ha invitati attraverso i
suoi servi, e più li farà invitare, con invito pressante, man mano che l'ora delle mie nozze si farà vicina. Ma
non accetteranno l'invito perché sono falsi alleati, falsi amici, e non sono grandi che di nome perché la
bassezza è in loro».
Gesù va elevando sempre più la voce, e i suoi occhi, alla luce di fuoco che è stato acceso fra Lui e gli
ascoltatori per illuminare la sera, nella quale manca ancora la luna che è nella fase decrescente e si alza più
tardi, gettano sprazzi di luce come fossero due gemme.
«Si, la bassezza è in loro. Per tutto questo essi non comprendono che è dovere e onore per loro aderire
all'invito del Re. Superbia, durezza, libidine fanno baluardo nel loro cuore. E - sciagurati che sono! - e hanno
odio a Me, a Me, per cui non vogliono venire alle mìe nozze. Non vogliono venire. Preferiscono alle nozze i
connubi con la politica sozza, con il più sozzo denaro, con il sozzissimo senso. Preferiscono il calcolo astuto,
la congiura, la subdola congiura, il tranello, il delitto.
Io tutto questo lo condanno in nome di Dio. Si odia
perciò la voce che parla e le feste a cui invita. In questo popolo vanno cercati coloro che uccidono i servi di
Dio: i profeti che sono i servi fino ad oggi, i miei discepoli che sono i servi da ora in poi. In questo popolo
vanno scelti i turlupinatori di Dio che dicono: "Sì, veniamo", mentre dentro di sé pensano: "Neanche per
idea!". Tutto questo è in Israele. E il Re del Cielo, perché il Figlio abbia un degno apparato di nozze,
manderà a raccogliere sui crocicchi coloro che sono non amici, non grandi, non alleati, ma sono
semplicemente popolo che passa. Già - e per mia mano, per la mia mano di Figlio e di servo di Dio - la
raccolta si è iniziata. Quali che siano, verranno... E sono già venuti. Ed Io li aiuto a farsi mondi e belli per la
festa di nozze.
Ma ci sarà, oh! per sua sventura ci sarà chi anche della magnificenza di Dio, che gli dà
profumi e vesti regali per farlo apparire quale non è - un ricco e degno - vi sarà chi di tutta questa bontà se ne
farà un approfitto indegno per sedurre, per guadagnare...
Individuo di bieco animo, abbracciato dal polipo
ripugnante di tutti i vizi... e sottrarrà profumi e vesti per trarne guadagno illecito, usandoli non per le nozze
del Figlio, ma per le sue nozze con Satana.
Ebbene, questo avverrà. Perché molti sono i chiamati,
ma pochi
coloro che, per saper perseverare nella chiamata, giungono ad essere eletti. Ma anche avverrà che a queste
iene, che preferiscono le putrefazioni al nutrimento vivo, sarà inflitto il castigo di essere gettati fuori della
sala del Banchetto, nelle tenebre e nel fango di uno stagno eterno in cui stride Satana il suo orrido riso per
ogni trionfo su un'anima, e dove suona eterno il pianto disperato dei mentecatti che seguirono il Delitto
invece di seguire la Bontà che li aveva chiamati.
Alzatevi e andiamo al riposo. Io vi benedico, o cittadini di
Betania, tutti. Io vi benedico e vi do la mia pace. E benedico te in particolare, Lazzaro, amico mio, e te,
Marta. Benedico i miei discepoli antichi e nuovi che mando per il mondo a chiamare, a chiamare alle nozze
del Re. Inginocchiatevi ché Io vi benedica tutti. Pietro, di' l'orazione che vi ho insegnata,
e dilla stando qui al mio fianco, in piedi, perché così va detta da chi a ciò è destinato da Dio ».
L'assemblea si inginocchia tutta sul fieno, rimanendo in piedi solo Gesù nel suo abito di lino, alto e
bellissimo, e Pietro nella sua veste marrone scuro, acceso di emozione, quasi tremante, che prega, con la sua
voce non bella ma virile, andando adagio, per paura di sbagliare: «Padre nostro...».
Si sente qualche singhiozzo... di uomo, di donna... Maijziam, inginocchiato proprio davanti a Maria che gli
tiene le manine congiunte, guarda con un sorriso d'angelo Gesù e dice piano: « Guarda, Madre, come è bello!
E come è bello anche il padre mio! Sembra d'essere in Cielo... Ci sarà la mia mamma, qui, a vedere?».
E Maria, in un sussurro che finisce in un bacio, risponde: «Sì, caro. Ella è qui. E impara la preghiera».
« E io? L'imparerò? ».
«Ella la sussurrerà all'anima tua mentre tu dormi, ed io te la ripeterò di giorno ».
Il bambino piega indietro la testolina bruna, sul petto di Maria, e sta così mentre Gesù benedice con la
sempre solenne benedizione mosaica.
Poi tutti si alzano, andando ognuno alle proprie case; solo Lazzaro segue ancora Gesù, entrando con Lui nella casa di Simone per stare ancora con Lui. Entrano anche tutti gli
altri. L'Iscariota si mette in un angolo semibuio, mortificato. Non osa stringersi a Gesù come fanno gli altri...
Maria Mater gratiæ,
Dulcis Parens clementiæ,
Tu nos ab hoste protege,
Et mortis hora suscipe.
** LA DIFERENCIA ENTRE EL HOMBRE Y LA MUJER
¿SABÉIS POR QUÉ CAMINOS LLEGA SATANÁS?
SON TRES EN GENERAL SUS CAMINOS TRILLADOS,
Y UNO NUNCA FALLA.
TRES:
LOS SENTIDOS,
EL DINERO,
LA SOBERBIA DE
INTELIGENCIA.
"¡Oh,
amigos! ¿Sabéis por qué caminos llega Satanás? Son tres en general sus
caminos trillados, y uno nunca falla. Tres: los sentidos, el dinero, la
soberbia de inteligencia. El de
los sentidos es
el que nunca falla. Es el mensajero de las otras concupiscencias. Pasa
sembrando su veneno y todo lo hace ver de color de rosa. Por eso os digo: "Sed dueños
de vuestro cuerpo". Que este dominio sea el principio de
cualquier otra cosa, así como esta esclavitud es el principio de todas las
demás. El
esclavo de la lujuria se
convierte en ladrón, estafador, cruel, homicida, con tal de servir a su deseo.
La misma sed de dominio tiene parentesco con la carne. ¿No os parece? Así es. Meditad y veréis que no me
equivoco. Por
la carne Satanás entró en el hombre, y es feliz si por
la carne puede entrar otra vez. El,
uno y séptuplo, al prolificar legiones de demonios menores."
"Tú dijiste
que María Magdalena tuvo siete demonios, y no cabe duda que eran
demonios de lujuria. Y con todo la libraste muy fácilmente."
"Sí, Judas.
Tienes razón."
"¿Y
entonces?"
"Luego
concluyes que lo que Yo digo no sirve. No, amigo. La mujer quería ya
verse libre del que la dominaba. Quería. La voluntad es todo."
"¿Por qué,
Maestro, vemos que muchas mujeres son presa del demonio, y se
puede decir, de este demonio?"
"Mira,
Mateo, la mujer no es igual al hombre en su formación y en sus
reacciones con respecto a la culpa del principio. El hombre tiene otras metas en
lo que desea, sea bueno completamente o menos. La mujer tiene una
sola: el amor. El
hombre está formado de
otro modo. La
mujer es sensible, y mucho más porque está destinada a
engendrar. Sabes
bien que toda perfección produce
un aumento de sensibilidad. Un
oído perfecto oye
lo que escapa a otro menos perfecto, y goza menos. Dígase lo mismo de
la vista, del gusto, del olfato.
DEBÍA SER EL AMOR,
LA ENCARNACIÓN DE ESTE FUEGO QUE MUEVE A AQUEL QUE
ES,
LA MANIFESTACIÓN, LA TESTIGO DE ESTE AMOR
La mujer debía
ser la dulzura de Dios en la Tierra, debía
ser el amor, la encarnación de este fuego que mueve a Aquel que es, la
manifestación, la testigo de este amor. Dios la había
dotado de
un espíritu extraordinariamente sensible porque, cuando llegase a ser madre,
supiese y pudiese abrir a sus hijos los ojos del corazón para que viese con
amor a Dios y a sus semejantes, para que pudiesen estos entender y obrar. Piensa en la orden
que Dios se dio a Sí mismo: "Hagamos
a Adán una compañera". Dios
que es Bondad, no podía sino querer hacer una buena
compañera a Adán. Quien
es bueno, ama. La
compañera de Adán debía por eso ser capaz de amar para hacer feliz a Adán en su
estadía en el Paraíso. Debía
ser muy capaz de amar, de
modo que debía ser la segunda después de Dios, así como su
colaboradora y ayudadora en amar al hombre, creatura de Dios, de modo que aun
en las horas en que la Divinidad no se manifestase a su creatura, el hombre al
oír la voz de amor de Eva, no se
sintiese infeliz por la falta de amor.
Satanás conocía
esta perfección. Muchas cosas sabe Satanás. El es
el que habla por los labios de los adivinos, que dicen mentiras mezcladas con
verdad. Y si
dice estas verdades, que
odia porque es Mentira, lo
hace sólo -y
tenedlo en cuenta vosotros y quienes os sigan- para seduciros con
la quimera de que no es la Oscuridad la que habla sino la Luz. Satanás, astuto,
tortuoso, cruel, se ha arrastrado y ha entrado en esta perfección y allí ha
dado su mordida, y dejado su veneno. La
perfección de la mujer en el amar se
ha convertido así en instrumento de Satanás para dominar a la mujer y al
hombre, y así propagar el mal..."
"¿Entonces,
nuestra madres?"
"Juan
¿tienes miedo de ellas? No todas las mujeres son instrumento de
Satanás. Perfectas
por su sentimiento, son siempre excesivas en el obras: ángeles si quieren ser
de Dios, demonios si quieren ser
de Satanás. Las
mujeres santas, y entre ellas tu madre, quieren ser de Dios y son ángeles.
QUE RECIBIÓ LA MUJER?
TAMBIÉN EL HOMBRE PECO."
Maestro ¿no te parece
que fue injusto el castigo que recibió la mujer? También
el hombre peco."
"¿Y qué
vamos a decir del premio? Está escrito que por la Mujer volverá
el Bien al mundo y Satanás será vencido."
VED QUE LA VOZ DE UNA MUJER CANTARÁ PARA
SIEMPRE
A FIN DE ACALLAR SUS AULLIDOS.
"No juzguéis
jamás las obras de Dios, y esto como primera condición. Pensad que, como el mal
entró por la Mujer, es
justo que por
la Mujer entre el Bien en el mundo. Hay
que borrar la página que escribió Satanás, y lo hará el llanto de una Mujer. Y como
Satanás aullará por
toda la eternidad, ved que la
voz de una Mujer cantará para siempre a fin de acallar sus
aullidos."
"¿Cuándo?"
"En verdad
os digo que su voz bajó ya del cielo donde por la eternidad
cantaba su aleluya."
"¿Será más
noble que Judit?"
"Más noble
que cualquier mujer."
"¿Qué
hará?"
OBEDIENCIA ABSOLUTA.
PUREZA ABSOLUTA.
HUMILDAD ABSOLUTA.
CON ESTO SE ERGUIRÁ, REINA Y TRIUNFANTE..."
"Vencerá a
Eva en su triple pecado. Obediencia absoluta. Pureza absoluta.
Humildad absoluta. Con esto se erguirá, reina y triunfante..."
"¿Pero no es
tu Madre la más grande porque te engendró?"
"Grande es
el que hace la voluntad de Dios. Por
esta razón María es grande. Todos sus otros méritos le vienen de Dios. Por eso
es suyo y por ello es bendita."
Todo termina.
Dice Jesús:
"Viste a un
poseído del demonio. Hay muchas respuestas a mis palabras.
No sólo para ti, sino para otros. ¿Servirán de algo? No. No servirán para los
que tienen más necesidad de ellas. Quédate en mi paz."
*********************************************************
UNOS PENSAMIENTOS DE LOS SANTOS PADRES.
"Ven, Espiritu Santo, ven: por la poderosa intercesiòn
del Corazòn Inmaculado de Maria tu Esposa amadisima!"
(cf 1Tm. 3,2; y commentaria C. A Lap.)
"De vestimentis procedit tinea et a muliere iniquitas viri"...
<<QUID EST MULIER?
. in terra naufragium,
. fons sceleris,
. lethalis occursus,
. lapsus oculorum,
. animarum exitium,
. cordis lancea,
. sceptrum inferorum,
. praeceps desiderium,
. iuvenum pernicies.
QUID MULIER?
.Sanctorum calumnia,
.quies serpentis,
.diaboli solatium,
.aegritudo inconsolabilis,
.fornax succensa,
.eorum qui servantur scandalum,
.vitium immedicable,
.diurnae nugae,
.prodigorum hospitium,
.officina daemonorum.
QUID EST MULIER?
.os effrenatum,
.triumphus mysteriorum,
.dux tenebrarum,
.magistra delictorum,
.vestita vipera,
.domus tempestas,
.viri naufragium,
.immitis fera, etc..>>
(Anastasius Nicenus, 6 B.SS.PP.q. 62)
"Difficile est quis venenum bibet et vivet".
"Impossibilis liberatio est flammis circumdari
nec ardere". (S. Cipriani).
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UNOS PENSAMIENTOS DE LOS SANTOS PADRES.
"Ven, Espiritu Santo, ven: por la poderosa intercesiòn
del Corazòn Inmaculado de Maria tu Esposa amadisima!"
(cf 1Tm. 3,2; y commentaria C. A Lap.)
"De vestimentis procedit tinea et a muliere iniquitas viri"...
<<QUID EST MULIER?
. in terra naufragium,
. fons sceleris,
. lethalis occursus,
. lapsus oculorum,
. animarum exitium,
. cordis lancea,
. sceptrum inferorum,
. praeceps desiderium,
. iuvenum pernicies.
QUID MULIER?
.Sanctorum calumnia,
.quies serpentis,
.diaboli solatium,
.aegritudo inconsolabilis,
.fornax succensa,
.eorum qui servantur scandalum,
.vitium immedicable,
.diurnae nugae,
.prodigorum hospitium,
.officina daemonorum.
QUID EST MULIER?
.os effrenatum,
.triumphus mysteriorum,
.dux tenebrarum,
.magistra delictorum,
.vestita vipera,
.domus tempestas,
.viri naufragium,
.immitis fera, etc..>>
(Anastasius Nicenus, 6 B.SS.PP.q. 62)
"Difficile est quis venenum bibet et vivet".
"Impossibilis liberatio est flammis circumdari
nec ardere". (S. Cipriani).
(cf 1Tm. 3,2; y commentaria C. A Lap.)
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A. M. D. G.
et B. V. MARIAE!
martedì 2 ottobre 2012
* Ángeles: seres intermediarios entre el hombre que es perfección de lo creado visible y material, y Dios: perfección de cielo y tierra, creador del reino espiritual y del reino animal.
QUÉ SON LOS ÁNGELES
Ángel. Pensad bien. Sabéis que los ángeles son espíritus puros que Dios creó a su semejanza espiritual, y que puso como seres intermediarios entre el hombre que es perfección de lo creado visible y material, y Dios: perfección de cielo y tierra, creador del reino espiritual y del reino animal.
En el hombre aun el más santo está siempre la carne y la sangre que pone un abismo entre él y Dios. Y el abismo se ahonda con el pecado que rebaja lo que hay de espiritual en el hombre.
Entonces Dios creó los ángeles, creaturas que tocan la cúspide de la escala creadora, igualmente los minerales que señalan la base; los minerales, el polvo que compone la tierra, los materiales inorgánicos en general.
Espejos tersos del pensamiento de Dios, llamas que obran por amor, prontos a comprender, diligentes en el obrar, libres en el querer como nosotros, pero con un querer que es todo santo, que ignora las rebeliones y los incentivos del pecado. Esto son los ángeles adoradores de Dios, sus mensajeros ante los hombres, nuestros protectores, que nos dan la luz que los reviste y el fuego que recogen en su adoración.
La palabra del profeta retrató a Juan: de "ángel". Pues bien. Yo os digo: "Entre los nacidos de mujer no ha nacido uno mayor que Juan Bautista", y con todo, el más pequeño en el reino de los cielos será mayor que él. Porque uno del reino de los cielos es hijo de Dios y no hijo de mujer. Tratad cada uno de vosotros de ser ciudadanos del reino.
AVE! MAMMA DOLCISSIMA
REGINA DEGLI ANGELI, AVE!
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